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Aprieta deuda gasto estatal

Los ciudadanos y las inversiones en obra pública pagan los platos rotos de los malos manejos de las finanzas de los estados.

Existen entidades en las que, por cada peso que el Gobierno gasta en infraestructura, se destina una cantidad similar a solventar la deuda pública.

Para muestra, Coahuila, una de las entidades más endeudadas, que destinó, al cierre del tercer trimestre de este año, 2 mil 169 millones 65 mil pesos al pago del servicio de su deuda, de acuerdo con el informe de finanzas estatal.

En ese mismo lapso, la inversión pública en el Estado sumó 2 mil 437 millones 582 mil pesos.

Lo anterior significa que Coahuila destinó al pago de su deuda, intereses, comisiones y otros servicios financieros un monto similar a lo que erogó por obra pública para sus habitantes.

Este costo financiero de la deuda pública lo pagó también Quintana Roo, que, al cierre de 2011, fecha de la última cuenta pública disponible, gastó para el pago del servicio de su deuda 8 mil 809 millones 42 mil pesos.

Dicha cifra es poco menos de la mitad del gasto programable que el Estado ejerció ese año y que sumó 17 mil 586 millones 118 mil pesos.

De esta forma, aseguró Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública, miles de millones de pesos dejan de ser invertidos en proyectos para el desarrollo y crecimiento económico y son destinados al pago de adeudos que, en muchos casos, no tuvieron un impacto económico y productivo significativo.

Medir el impacto que tiene la deuda local en cada habitante es complicado. Sin embargo, sí es posible cuantificar cuánto debería pagar cada una de las personas para liquidar las deudas locales.

Por ejemplo, si este año los habitantes de Coahuila quisieran ayudar a liquidar la deuda de su Estado, tendrían que poner de su bolsillo 12 mil 576 pesos cada uno, de acuerdo con registros de la Secretaría de Hacienda.

Quienes viven en el DF, en tanto, tendrían que aportar 6 mil 933 pesos cada uno.

«(Los ciudadanos) en la realidad sí pagan de algún modo ese dinero a través de menos servicios o de menor calidad que les ofrecen sus gobiernos», explicó Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad.

La deuda per cápita es una aproximación al costo de lo que dejan de recibir los ciudadanos por la necesidad de repago de las deudas locales, explicó.

Actualmente, la Ley General de Contabilidad Gubernamental, que propone un sistema único para conocer con exactitud los pasivos de los estados, acumula dos años de atraso.

REFORMA