Arrebatan dirigencia del sindicato de choferes

Un nuevo grupo sindical, con Apolinar Castillo a la cabeza, desalojó de las oficinas al anterior líder, Manuel Quiñones; el conflicto ahora está en los Tribunales, mientras el Estado ya reconoció al dirigente

Por Javier Flores

Uno de los tantos problemas que se originaron a raíz de la mala administración por parte de la Sociedad Integradora y Concentradora del Transporte Urbano en Hermosillo (Sictuhsa), fue el de dejar a los trabajadores sin las prestaciones del IMSS, Infonavit y caja de ahorros, a pesar de que se les descontaba las cuotas correspondientes de sus nóminas.

Ante la desesperación en la que se encontraban, y la nula respuesta por parte de Sictuhsa, los trabajadores del volante, apoyados por el Sindicato, decidieron utilizar su único recurso legal de presión: el emplazamiento a huelga.

La organización que representa a los empleados del transporte, amenazó con realizar huelga, por lo menos, en dos ocasiones, pero ninguna de ellas se llevó a cabo por arreglos y compromisos que se negociaron con la empresa pero que nunca fueron cumplidos al pie de la letra.

Dentro de lo que los empleados demandaban, se logró que la empresa pagara el adeudo de la caja de ahorro, mismo, que fue factor para que se reprogramara el emplazamiento a huelga, dando más tiempo para que los directivos de Sictuhsa se pusieran al corriente y que solucionaran  problema.

Más adelante, vino la requisa de camiones por parte de la Dirección General del Transporte, y el Gobierno tomó el control del servicio, pero dejó en claro que ellos no podrían absorber la deuda de más de 100 mdp que quedaron debiendo las empresas concentradoras, por lo que sólo ayudarán en la asesoría legal para que se les dé seguimiento a las demandas de los afectados y los responsables paguen.

Rebelión interna

El viernes de la semana pasada un grupo nutrido de trabajadores del transporte liderados por Apolinar Castillo, quien iba acompañado de Óscar Ortiz Arvayo, Secretario de Organización de la CTM, acudieron a las oficinas del Sindicato de trabajadores de Sictuhsa, con el objetivo de destituir de su cargo a Manuel Quiñones Leal, quien fungía como secretario general.

Ya estando en el lugar, Apolinar Castillo entregó a Manuel Quiñones el documento denominado “toma nota”, oficio con el que se le notificaba por parte de la CTM su destitución, quedando él como secretario general, por lo que solicitó a Quiñones desalojar inmediatamente las instalaciones.

Ante la negativa de desalojar, los empleados tomaron por la fuerza las instalaciones para encarar a Manuel Quiñones Leal, a quien acusaron de ineficiente y de ser cómplice de José Luis Gerardo Moreno, presidente de Sictuhsa, ya que según manifestaron los operadores, nunca vieron claridad ni avances en las negociaciones por quien se decía representarlos. 

Entre gritos y chiflidos de trabajadores molestos, Quiñones Leal tomó sus pertenencias personales, no sin antes advertirles a los que reclamaron ser la nueva dirigencia del Sindicato, que lo que realizaron estaba fuera de lo legal y que el problema se discutiría en tribunales.

El presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje, Jorge Claussen Iberri, confirmó que la toma de nota presentada por Apolinar Castillo es válida, y confirma la decisión por parte de los trabajadores, quienes en asamblea, solicitaron la destitución de Manuel Quiñones Leal para nombrar a un nuevo secretario general.

Apolinar Castillo, nuevo secretario general del Sindicato que representa a los operadores del transporte público, comentó que el aplazamiento huelga que estaba programado se canceló por el cambio de dirigencia, así que los usuarios pueden estar tranquilos.

Por su parte, el director de transporte en Sonora, Carlos Morales Buelna, dijo que si el pleito se sigue en tribunales, ellos serán respetuosos de lo que se decida, ya que según comentó, es un problema interno que no le compete a la Dirección General de Transporte; no obstante, dijo haber tenido ya acercamiento con la nueva dirigencia.