Así lo veoDestacada

Así lo veo yo | Un año de pesadilla para la libertad de prensa

Por Gerardo Moreno

El Premio Nobel de la Paz y expresidente de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, aseguraba que “ninguna sociedad democrática puede existir sin una prensa libre, independiente y plural”. Algo que durante el primer año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no existe.

Desde que tomó protesta como presidente se han asesinado a 17 periodistas en el país, según datos de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi). En lo que va del 2019 ya van 15, convirtiendo a México en el peor país para dedicarse a informar, incluso peor que Afganistán.

Lo peor es que en el 99% de los casos hay impunidad, la Fiscalía Especializa para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión (Feadle) es una institución inoperante y no existen los “Mecanismos de protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas” que están obligados por Ley.

El problema no solo es la impunidad sino que existe un discurso de odio para los que ejercen la libertad de prensa en México, impulsada por el mismo presidente del país.

Han sido ya varias ocasiones que durante su “diálogo circular” de sus conferencias mañaneras y en su discurso y actuar diario, increpa reporteros y descalifica medios y a periodistas.

Ha hecho expresiones como: “hay periodistas que mienten como respiran”, refiriendo a Carlos Loret de Mola a quién coincidentemente le cancelaron su noticiero. 

O la frase “no los veo como enemigos sino como adversarios”, refiriéndose a Reforma, a quién también ha calificado de conservadores, fifís, inventar notas y obedecer a Carlos Salinas de Gortari.

También la expresión de “no se pasen, resulta que se dan una sacudida y ahora son paladines de la transparencia y la honestidad”, cuando defendió a Manuel Bartlett.

Incluso le reclamó a la Revista Proceso por “no portarse bien” y en otro caso pidió al medio británico Financial Times que pida disculpas a México por “quedarse callados cuando se imponía la corrupción”.

Las últimas fueron alrededor del operativo fallido en Culiacán, donde dijo “sacaron el cobre” a los medios que criticaron esta estrategia. Todo esto genera una reacción en redes sociales donde se descalifica todo ejercicio periodístico contrario al Gobierno y genera un discurso de odio contra los que ejercen la libertad de expresión.

Lo preocupante es que no se ve un cambio de estrategia, pues cuando le preguntan al presidente si está dispuesto a cambiar el discurso dónde estigmatiza a la prensa, él dice que no porque “respeta a los periodistas”.

Esperamos que está situación cambie y se den garantías para el ejercicio del periodismo, aunque no aplauda al Gobierno, porque una prensa libre es algo necesario en todas las democracias para evitar los abusos del poder.

Así lo veo yo, ustedes cómo lo ven.