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Aumenta carga impositiva al bolsillo del mexicano

Como la semilla de un panorama económico sombrío calificó el académico Joel Enrique Espejel Blanco la aprobación en el 2013 de las reformas hacendaria y energética, ya que aseguró tendrá en el corto plazo un fuerte impacto por su carga impositiva tan pronunciada en el bolsillo del mexicano.

El jefe del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora expresó que la gente no puede estar muy agradecida con ambas reformas, las que pronosticó deberán tener positivos resultados pero a largo plazo, ya que este proceso no implica “magia” alguna de beneficio automático e inmediato a la población.

De momento, dijo, se está a la espera de la aprobación de las leyes secundarias y sus reglamentos, para saber cuál va a ser la operación y las pautas del desempeño del sector energético y el quehacer de los impuestos en el país.

Espejel Blanco criticó el hecho de que derivado de la miscelánea fiscal, aprobada por el Congreso de la Unión el año pasado, desde el primero de enero se reetiquetaron los precios en los supermercados, en grave perjuicio del consumidor.

Si hubiese justicia social en este país, sostuvo, realmente esa carga impositiva se le debería cobrar al empresario y no al consumidor, y recordó que desde hace 25 años, cuando entró en México el modelo neoliberal, no la han pagado, o lo han hecho en mínimas cantidades.

Entonces, añadió el economista universitario, en materia impositiva –lo que es el pago de impuestos–, con el reciente incremento de algunos productos considerados de la canasta básica, se va a afectar drásticamente el bolsillo de los mexicanos.

“Se reducirá el salario, y si se estableció que sea un 16% el pago del IVA en algunos productos –que no tenían ese gravamen el año pasado–, es de esperarse que se reduzca el poder adquisitivo del salario directo al momento de adquirirlos”, explicó.

Espejel Blanco dijo que es muy importante tener en cuenta que como el salario mínimo es muy bajo, el cual está alrededor de 62 pesos diarios y que, en promedio, al mes son 1,900 pesos, “si le quitamos ese 16%, porque la gente está acostumbrada a comprar refrescos, pan de dulce, golosinas, chicles, y otros productos de la canasta básica, se reducirá el ingreso de lo que percibe mensualmente”.

Indicó que el 15% de la población en México vive con un salario mínimo, y el 60% con tres salarios mínimos en promedio (5,700 pesos), “entonces hay que quitarle ese 16% por los productos que adquiere dentro de la canasta básica”.

Ahora bien, concluyó, también se debe esperar lo que pasará con la aprobación de la ley energética, ya que se incrementaron los precios de la gasolina y el gas butano, lo que también implica una reducción del poder adquisitivo. “Obvio, estamos conscientes de que para producir productos se requiere utilizar ese combustible, lo que hace que se incrementen los costos de las materias primas, de impacto al salario del trabajador”.