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Clorofila; Los beneficios a través de las verduras de hojas verdes

Por Marina Brauer y Téllez-Girón

 

Segunda Parte:

Uno de los principales motivos por lo que es una buena idea dejar reposar la salud en un “colchón de hojas verdes” es porque además de su gran aportación de vitaminas y minerales son esenciales para todo el organismo.

Tienen la propiedad de mejorar la memoria y la concentración por el aumento de oxigenación del organismo provocado por la clorofila  y que nos ofrece un nuevo beneficio: mejorar el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso.

Un cuerpo con menos toxinas y más oxígeno es un cuerpo más fuerte. Además el aumento de la oxigenación impide la presencia de bacterias anaeróbicas, que no logran desarrollarse en presencia de oxígeno. Si a esto le sumamos el hecho de que la clorofila actúa como alcalinizador de la sangre, es posible afirmar que el sistema inmunológico se verá favorecido y el cuerpo se sentirá  más enérgico y saludable.

Sus propiedades antioxidantes se debe a la presencia de vitaminas A, E, y C. Esto disminuye el desgaste celular, retrasando el envejecimiento, y por lo tanto ayudando a conservar la salud y belleza del cabello y la piel. Dichas vitaminas también hacen que la clorofila tenga un efecto antiinflamatorio.

El consumo de clorofila protege el organismo de los efectos nocivos causados por la exposición a la radiación ya sea proveniente de la contaminación así como de aquella procedente de los tratamientos médicos invasivos. Así como de los contaminantes del humo del tabaco, o bien sustancias malignas presentes en los alimentos como mercurio y demás componentes químicos que se encuentran en la llamada “comida basura” y que también son repelidos por la clorofila.

Acelga
La acelga es una verdura humilde pero muy rica en nutrientes. Contiene dosis considerables de provitamina A, vitamina C, potasio, magnesio, calcio, hierro, ácido fólico. Este último nutriente, como el resto de verduras es quizá el más característico. También destaca la presencia de calcio, especialmente para las personas que no toman productos lácteos y que por ello puedan sufrir una deficiencia de este vital nutriente sobre todo para la mujer.

La acelga se recomienda para todo tipo de problemas estomacales. Por sus propiedades diuréticas y mineralizantes es un alimento muy recomendable durante las dietas de adelgazamiento, porque satisface el apetito con un escasísimo aporte calórico unas 20 Kcal/100g), problemas de estreñimiento. Está indicada en la alimentación de los deportistas porque ayuda a eliminar el ácido láctico que provoca las agujetas, y su capacidad para reducir el ácido úrico la hacen muy interesante para las personas  con una tasa excesiva en la sangre.

Se recomienda un jugo de acelga con berro en partes iguales, en ayunas para los cálculos en la vesícula biliar. Además la acelga es benéfica para las siguientes enfermedades: inflamaciones de los riñones en una decocción de 25 a 50 g por litro de agua es útil contra las inflamaciones urinarias, para el estreñimiento, las hemorroides y las dermatosis, la uretra, trastornos del hígado, reumatismo, enfermedades de la piel. Debido a su alto contenido en hierro y también la presencia de cobre ayudan a tratar la anemia ferropénica. Es interesante tener en cuenta que este hierro será mejor absorbido gracias a la vitamina C que ya posee la acelga en abundancia.  Por vía externa las hojas cocidas hechas papilla, pueden ser utilizadas en cataplasmas para  las hemorroides, quemaduras, abscesos, forúnculos o tumores.

El consumo de las hojas verdes puede fortalecer nuestra salud, protegiéndonos de algunas enfermedades.

Según estudios científicos, una porción de 100 gramos de verduras de hojas verdes todos los días podría disminuir hasta un 11% el riesgo de problemas cardiovasculares.

Comer alimentos que contengan Fitoquímicos ayuda a los problemas del corazón, pues disminuye la oxidación del colesterol malo (LDL).

Son un alimento excelente para las personas con diabetes tipo 2, debido a su alto contenido en magnesio  (fundamental para prevenir la osteoporosis) y su bajo índice glucémico.

Las verduras de hojas verdes previenen las afecciones de los ojos. No solo protegen contra las cataratas como la degeneración relacionada con la edad.

Otra estrella es el ácido fólico esencial para el embarazo por contribuir en la formación del tubo neural del feto: también es importante en la prevención del cáncer.

Estas plantas son importantes para todas las personas. Los jóvenes precisan de más vitaminas, y los ancianos necesitan fibras y calcio, por lo que se deben incorporar al menú desde temprana edad, de forma atractiva se puede hacer una buena mezcla con zanahorias y manzanas.

Espinacas
Tradicionalmente se ha consumido fresca, hervida o frita. Es rica en hiero (aunque su absorción es variable) y es rica en luteína, un poderoso antioxidante, rica en vitamina B9 (folato), potasio, magnesio y calcio. Evita los calambres. Consumo diario: 65 gramos.

Lechuga
Las variedades oscuras son fuente de betacaroteno, vitamina K, potasio, y ácido fólico que aumenta la producción de glóbulos blancos y rojos. Se recomienda consumir 87 gramos.

Repollo
Es fuente de vitaminas C, E, K, y complejo B, además contiene hierro, potasio fósforo y calcio. Consumo diaria 75 gramos.

Brócoli
Son ricas en clorofila que junto al cobre y la vitamina C favorece la asimilación del hierro y combate la anemia. Su ácido fólico destaca porque previene el nacimiento de niños con espina bífida, son muy ricas en vitaminas y minerales pero  más concentrada que el resto de la familia, coliflor, coles de Bruselas col lombarda.  Previene las enfermedades degenerativas, cáncer, pulmón estómago colón y piel, también tiene efecto protector en la apoplejía y la cardiopatía. Su consumo de 200 g, aportan todas las necesidades diarias de Vitamina C (367%), ácido fólico, vitamina A, calcio, hierro, B2, B6, B1. Se pueden aprovechar todas sus propiedades en jugo.