Principales

Concursos de belleza serán considerados como «violencia simbólica» contra la mujer

Van a prohibir a las instituciones públicas asignar recursos, publicidad, subsidios o cualquier tipo de apoyo económico para realizar esos certámenes

Por Redacción

La Cámara de Diputados aprobó en el pleno reformas para definir a los certámenes de belleza como “violencia simbólica” contra las mujeres y prohibir a las instituciones públicas asignar recursos, publicidad, subsidios o cualquier tipo de apoyo económico para realizar esos certámenes.

De acuerdo con el dictamen,  de reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, serán considerados como “violencia simbólica” los concursos, certámenes, elecciones, competencias y cualquier otro tipo de eventos que promuevan estereotipos de género y con base en los mismos evalúen la apariencia física de mujeres, niñas y adolescentes.

La propuesta, que fue turnada al Senado de la República, fue impulsada por las legisladoras Frida Esparza y Guadalupe Almaguer, del PRD así como a morenista Beatriz Rojas.

Al respecto, la diputada Esparza señaló que la evaluación de las mujeres con base en estereotipos refuerza la idea de que ellas deben ser valoradas y premiadas exclusivamente por su apariencia física, replicando la violencia de género.

También cuestionó que sean las autoridades de los tres órdenes de gobierno los principales promotores de los certámenes de belleza.

“El dictamen incorpora la definición de violencia simbólica, asimismo prohíbe a las instituciones públicas la asignación de recursos públicos o de cualquier tipo de apoyo a realización de eventos que cosifiquen a las mujeres, además el dictamen incorpora a la violencia mediática como una forma de violencia simbólica, lo que significa un gran avance para la efectiva protección de los derechos humanos y la dignidad de las mujeres” expresó.

Aclaro que la reforma no busca limitar la participación de las mujeres en esos concursos, sino evitar que el Estado fomente la violencia contra las mujeres a través de patrones estereotipados que trasmitan y reproduzcan dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer.