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Confibicis: ejemplo de que se puede generar movilidad para todos

Sebastián Gaxiola, fundador y presidente de “Cultura Bike”.

Por Gerardo Moreno Valenzuela y Emilio Martínez

Luego de mucha renuencia por aceptar los confibicis que se colocaron sobre el bulevar Rosales, a un lado de la Universidad de Sonora, ahora la sociedad hermosillense ya los respeta mejor, y son una muestra que se pueden hacer acciones para mejorar la movilidad urbana sin necesidad de invertir millones de pesos, solo poniéndose de acuerdo todos.

Sebastián Gaxiola, fundador y presidente de la comunidad “Cultura Bike”, resaltó que esta decisión de buscar una ciudad más amigable para todo tipo de movilidad, realmente ha resultado, pues los ciclistas, peatones y automovilistas pueden recorrer esta parte de Hermosillo más seguros.

“A nosotros nos parece que en ese caso y en ese tramo está bien, porque redujo la velocidad y aparte separó a los automovilistas de los ciclistas, porque no se respetaba, no se respetaba la velocidad ni a los ciclistas ni peatones”.

Fue donación y voluntad

Con información obtenida a través de transparencia, “Primera Plana” confirmó que la instalación de los confibicis prácticamente no le costó al Ayuntamiento, ya que casi todo el material fue donado y se instaló por el mismo personal de la Coordinación de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Ecología (Cidue).

Ven como positivo que se siga respetando el ciclocarril sobre el Blvd. Rodríguez.

El concreto con el que fueron realizados los confibicis fue donado por la iniciativa “Estrategia Misión Cero México”, la cual busca generar cambios para disminuir los riesgos que existen al transitar por la calle, generar conciencia vial y lograr que las personas compartan la calle con seguridad. Lo principal es incidir en la disminución de muertes de tránsito.

Por otra parte, la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ-México), donaron el recurso para hacer los moldes de los confibicis, el cual fue un diseño de común acuerdo entre la Cidue, el Instituto Municipal de Planeación Urbana (Implan) y los colectivos ciclistas; basado en modelos de otras ciudades del mundo.

El único recurso que puso el Ayuntamiento fueron 16 cerillos para facilitar la visualización de la ciclovía y delimitar los espacios con un costo de $350 pesos + IVA por cada pieza y el costo de la pintura puesto por la propia Cidue, quienes además los instalaron.

Los colectivos ciclistas ayudaron a pintar el ciclo carril y los confibicis, y ayudaron a la planeación de todo el proyecto, avalado por Misión Cero y Giz-México.

¿Por qué confibicis?

Sebastián Gaxiola aclaró que la instalación de los confibicis en la zona del Rosales entre Luis Encinas y Colosio, fue necesario porque no había respeto al ciclista ni al peatón.

Al estar la Universidad de Sonora donde hay alrededor de 40 mil personas, entre estudiantes, maestros y trabajadores, luego la escuela primaria Alberto Gutiérrez con 300 alumnos, esa zona debería ser de prioridad peatonal, la cual según la ley debería ser de 20 kilómetros por hora, algo que absolutamente nadie respeta.

“Creo yo que se hizo lo correcto en ese sentido y si ha servido para evitar accidentes, pero le hace falta una campaña de concientización y refuerzo de control de las altas velocidades. Ya que si estamos de acuerdo y vamos a hacerle caso a lo que dice la Ley, en cuanto entras a la Rosales debes bajarle a 20 kilómetros por hora a tu velocidad, y quién lo hace, nadie”.

De igual forma, ahora los ciclistas también están obligados a respetar la ley que dice que donde hay un ciclocarril deben circular por ahí, no por la banqueta ni por otro carril. Entonces, dijo, se trata de todos respetar las leyes de tránsito y movilidad, para seguridad de todos.

A tres meses de haber sido colocada esta infraestructura, automovilistas se adaptaron.

Si se puede hacer

Precisó que quedó pendiente colocar también un ciclocarril con confibicis sobre el bulevar Solidaridad, para ahí también tener seguridad de los ciclistas, pero al parecer ya será algo que se deberá hacer la siguiente administración.

Sin embargo, Sebastián Gaxiola explicó que el Ayuntamiento siempre comenta que no tiene dinero, que está endeudada y que no alcanzan los presupuestos para convertirnos en una ciudad amigable con los peatones y ciclistas, pero el bulevar Rosales es muestra que sí se puede hacer.

Incluso también es un ejemplo para la misma sociedad, porque y hay quienes dicen que las calles de la ciudad no están diseñadas para que las personas caminen por las banquetas o que anden en bicicleta, pero se puede modificar y adaptar de una forma que ni cueste al ciudadano.

“Eso no quiere decir que la ciudad no se pueda modificar, si se puede modificar, por supuesto, pero mientras llega eso, nosotros los ciclistas estamos poniendo los muertitos y los lesionados, y no queremos eso, por eso las propuestas”.

Recalcó que no se necesitan súper inversiones, solamente se requiere designar el carril de prioridad ciclistas, se pinten bien, se capacite a los oficiales de tránsito para que vigilen bien eso y hacerle mucha difusión para decirle a la sociedad que las cosas ya cambiaron.

Falta mucha cultura

Aclaró que otro asunto donde el Ayuntamiento acertó y poco se menciona, y donde también hace falta reforzar la cultura de movilidad fue con la instalación de la ciclovía de emergencia instalada sobre el bulevar Rodríguez.

Recordó que se puso por cuestiones del Covid, para bajar los contagios dentro del transporte público motivando a las personas a utilizar la bicicleta y para esto se instaló una ciclovía de 3.4 kilómetros, donde colocaron unas divisiones naranjas, que funcionaron incluso después de quitarlas.

“Después de unos meses que las quitaron pasó un fenómeno interesante, porque los automovilistas casi no pasan por ese carril y si pasan lo hacen a menor velocidad, y eso es una ganancia para el ciclismo urbano hermosillense, como un carril de prioridad ciclista de velocidad 30”.

Según la Ley, donde no hay ciclocarril el ciclista tiene derecho a rodar por el carril de extrema derecha a una velocidad de 30 kilómetros por hora, y los automovilistas deben respetarlo, algo que pasa un poco por el Rodríguez.

Por eso, anunció que como Cultura Bike están promoviendo que todas las vías de la ciudad tengan su carril de extrema derecha como prioridad para bicicletas con una velocidad de 30 kilómetros, es decir, que si por ahí va alguien en bicicleta los autos bajen su velocidad a 30 kilómetros para todos transitar seguros.

Reiteró que Cultura Bike es una comunidad de ciclistas que inició en Hermosillo, Sonora, y ahora está a nivel nacional con más de 28 mil seguidores y busca promover el uso de la bicicleta como medio de transporte, deporte, activación física y los temas de movilidad urbana.

“Andamos buscando llegar a un orden en las calles y avenidas de la ciudad, queremos una mejor ciudad, una ciudad más humana, para nosotros en el presente, y dejarlo para las nuevas generaciones”.