DestacadaGeneral

Corte traza nueva frontera entre Perú y Chile

La corte superior de las Naciones Unidas trazó el lunes una nueva frontera marítima entre Perú y Chile, que otorgó al primero una parte importante de la zona en disputa en el Océano Pacífico y que dejó en manos chilenas una rica zona pesquera.

El efecto más inmediato del fallo es que las empresas peruanas ahora podrán explotar la pesca de otras especies marinas en el territorio adjudicado, a partir de la milla 80, pero les cierra la puerta a la explotación de la anchoa pues su pesca sólo es posible dentro de las 20 millas de mar que quedó en poder de Chile.

«La pesca de la anchoveta en la zona de Arica se realiza dentro de las primeras 20 millas, o sea no se verá afectada con el fallo de La Haya y Perú tiene sus zonas más importantes de pesca de anchoveta en el centro y norte del país, no en el sur», dijo Patricia Majluf, bióloga peruana experta en pesca y directora del centro de investigación científica pesquera de la universidad privada Cayetano Heredia.

peruchile
Perú – Chile: fallo de la CIJ (AFP, Gustavo Izus/Jennifer Hennebert)

Así también lo cree la presidente electa de Chile, Michelle Bachelet, que aunque lamentó la pérdida y la calificó de «dolorosa», dijo que «la mayor parte de la pesca ocurre dentro del área que la Corte ha ratificado pertenece a nuestro país», algo en lo que coincidió el actual mandatario Sebastián Piñera en un discurso nocturno.

La salomónica sentencia le otorgó a Perú más de 20.000 kilómetros cuadrados y puso fin a décadas de discusiones sobre cómo dividir una de las zonas marítimas más ricas del mundo, ubicada en las costas de estos dos países vecinos.

La zona en disputa abarcaba 38.000 kilómetros cuadrados de océano en una zona que se extiende hasta el límite de la plataforma continental de cada país.

La pesca anual de la zona está evaluada en 200 millones de dólares, según la industria pesquera peruana. La mayor parte de la explotación es de una especie de anchoa utilizada para fabricar harina de pescado, y que también sirve de insumo para fertilizantes.

Perú y Chile son los dos principales exportadores del mundo de harina de pescado.

Entre las especies nuevas que Perú puede explotar se encuentran el «atún, mahi-mahi, jurel, caballa y pota», dijo Humberto Speziani, director de la pesquera peruana TASA, una de las más grandes productoras globales de harina de pescado. «Hay un gran potencial de ganancia… habrá un impacto positivo».

El fallo propició que mandatarios de cada país destacaran la parte del fallo que le fue favorable a los intereses de sus compatriotas.

El presidente de Perú, Ollanta Humala, se declaró complacido porque reconoció la validez de la posición peruana de «que no existe un tratado de límite marítimo con Chile hasta la milla 200».

En tanto, Piñera, no se mostró tan complacido como su homólogo peruano y calificó la cesión de mar a Perú como «lamentable» y dijo que «Chile cumplirá y exigirá el cumplimiento del fallo de la Corte».

Fuera del beneplácito por la zona adquirida con el fallo, en Perú surgió una moderada preocupación por la conservación del ecosistema de Humboldt.

«Las políticas de explotación y regulación pesquera se han dictado generalmente en función a los intereses de la industria… eso tiene que cambiar para que se asegure el recurso pesquero para los hijos, nietos y descendientes de los ciudadanos peruanos y chilenos», dijo Marcos Kisner, biólogo y director de la revista independiente «Pesca».

La reacción de políticos y analistas chilenos fue más beligerante que la de sus homólogos peruanos. Algunos pidieron que Chile saliera del Pacto de Bogotá, el tratado internacional que le da competencia a esta Corte para dirimir los conflictos limítrofes, mientras grupos minoritarios de pescadores provocaron desórdenes en la ciudad fronteriza de Arica (Chile).

«Me parece profundamente dañino al respeto de los tratados», por lo que debemos «repensar la permanencia (de Chile) en el Pacto de Bogotá», dijo el diputado oficialista Juan Antonio Coloma, de la ultraderechista Unión Demócrata Independiente.

A su llamado se unió el diputado Jorge Tarud, de la comisión de relaciones exteriores de la Cámara baja.

«Desde el comienzo sabíamos que no había nada que ganar en este juicio», dijo el ex diplomático chileno y analista de la Universidad de Santiago de Chile, Mario Arteaza.

En Arica, a 2.700 kilómetros al norte de Santiago, pescadores chilenos le pidieron al gobierno no acatar el fallo mientras se celebraba una reunión con el ministro del Interior, Andrés Chadwick y con autoridades locales porque temían que iban a perder dinero.

Los pescadores se levantaron de la reunión y su líder, Miguel Ahumada, dijo que el miércoles que «va a haber una reunión con el Ministro de Economía y se van a ver esos temas, pero nosotros no estamos en esa parada (situación)».

Aunque es de vigencia inmediata, la implementación del fallo se demora porque se requieren hacer estudios cartográficos, marítimos y de otros tipos.

«No puedo dar una cifra de cuánto estamos perdiendo, pero sí estamos perdiendo», dijo Ahumada.

El ministro Chadwick destacó la tranquilidad porque se respetó el hito uno, desde donde nace el paralelo hasta las ochenta millas. Antes, ese paralelo llegaba hasta las 200 millas.

La zona fronteriza ha sido durante muchos años un modelo de coexistencia. Cientos de miles de ciudadanos de ambos países viajan libremente entre Arica, y Tacna, en Perú, cada año.

Estas ciudades, ubicadas a 50 kilómetros de distancia, dependen de la pesca y una de la otra: los chilenos viajan a Tacna a tratarse en sus hospitales y a comprar mercancías porque es más barato, mientras que los peruanos viajan a emplearse en la construcción.

David Patiño, líder peruano de los pescadores de Tacna, se mostró disgustado con el veredicto.

«No hemos ganado nada, seguimos igual que en el pasado, con pocas millas de costa», dijo.

Antes de su reunión con las autoridades, los pescadores en Arica se reunieron en grupos, marcharon y algunos desconocidos, según Chadwick, apedrearon el principal cuartel militar e hirieron a algunos periodistas.

Fueron contenidos por la policía antimotines que les lanzó fuertes chorros de agua. Cuatro fueron detenidos.

Con la disputa, los peruanos habían visto cómo viejos rencores se habían reavivado porque Perú perdió, en una guerra contra Chile que data de finales del siglo XIX, las provincias de Arica, Iquique mientras que Bolivia perdió Antofagasta.

A Perú, la guerra los dejó sin la extensión de mar que hoy reclaman mientras que a Bolivia la dejó sin su salida al mar.

Chile tiene otro juicio pendiente en La Haya iniciado por Bolivia mediante el cual le pide a los jueces que obligue al Estado chileno a «negociar de buena fe» con La Paz, para lograr la restitución de la salida al mar soberana que perdió en esa guerra.

AP