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Peligra producción de alimentos: Una bomba de tiempo

Por Gerardo Moreno Valenzuela

Durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, uno de los sectores que más se han visto afectados son los productores agrícolas, los encargados de generar el alimento que se consume en el país, pues sus políticas de austeridad y recortes presupuestales, generó una disminución en los recursos destinados a esta actividad y la cancelación de muchos programas que antes apoyaban en momentos de crisis.

En cuatro años, no se ha podido igualar los recursos que antes se destinaban en programas de apoyo al campo y un total de 24 programas fueron completamente cancelados, dejando a los productores agrícolas prácticamente abandonados.

Por ejemplo, actualmente está el claro problema con los productores de trigo, donde en estos momentos el precio de la producción cayó a la mitad de lo que se tuvo el año pasado, y como no hay programas de apoyo para el sector agropecuario, ahorita no encuentran a dónde acudir para recibir apoyo y salir delante de la crisis.

Menos presupuesto

Según el análisis hecho por Juan Ortiz de Lupa Legislativa, un proyecto digital cuyo fin es compartir las decisiones que se toman desde el Poder, demostró que el presupuesto para los programas de apoyo directo al campo han sufrido una disminución considerable durante la actual administración federal.

Por ejemplo, en 2018 el presupuesto directo para el campo era de 97 mil 220.49 millones de pesos, para el 2019 bajó a 79 mil 53.94 millones, en el 2020 cayó otra vez a 61 mil 924.03 millones y en 2021 fue su nivel más bajo con 55 mil 331.66 millones.

Para el 2022 se logró recuperar un poco, ya que se destinaron 60 mil 375.78 millones de pesos y este 2023 aumentó considerablemente a 90 mil 129.21 millones de pesos, pero aún no alcanza los niveles que tenía en la pasada administración federal.

Eliminaron programas de apoyo al campo

Ortiz de Lupa Legislativa, documentó que del 2018 a 2022 el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador desapareció 24 programas que se tenían a favor del campo:

De la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), ya no existen el Programa de apoyos a la comercialización, Programa de apoyos a pequeños productores, el de Agromercados Sociales y Sustentables, ni otros proyectos de infraestructura gubernamental.

Tampoco el Programa de Acciones Complementarias para Mejorar las Sanidades, el Programa de Concurrencia con las Entidades Federativas, el Sistema Nacional de Información para el Desarrollo Rural Sustentable, el Sistema Nacional de Investigación Agrícola, ni el Crédito Ganadero a la Palabra.

De igual forma desapareció el programa de Desarrollo Rural, el de Fomento de la Ganadería y Normalización de la Calidad de los Productos Pecuarios, Mantenimiento de Infraestructura y los proyectos de infraestructura social.

Por su parte, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), desapareció el apoyo a unidades de promoción de crédito, apoyos a los Sectores Pesquero y Rural, la Capacitación para Productores e Intermediarios Financieros Rurales, la Inversión de Capital de Riesgo, Reducción de Costos de Acceso al Crédito, Garantías Líquidas y el Seguro y reaseguro agropecuario.

Mientras que de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), desaparecieron los Fideicomisos ambientales, Estudios de preinversión y el programa de Inversión en Infraestructura Social y Protección Ambiental.

Y de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), desapareció el programa de administración de fondos comunes de núcleos agrarios y supervisión de expropiaciones.

Programas de la Sader

El presupuesto de la Sader este 2023 es de 70 mil 527.9 millones de pesos para este 2023, donde el gasto directo es de 17 mil 632.5 millones, 50 mil 883 millones de pesos para subsidios y otros 2 mil 11.6 millones de subsidios para las entidades federativas.

Según el apartado “Programas Presupuestarios en Clasificación Económica” del Presupuesto Federal 2023, la Sader solo tiene 14 programas activos, de los cuales solo algunos son de apoyos directos al campo.

Por ejemplo, el programa de Inocuidad Agroalimentaria disminuyó, ya que en 2023 tiene un presupuesto 3 mil 344.1 millones, y el portal de transparencia presupuestal de la Secretaría de Hacienda Federal marca que en 2022 se gastó 3 mil 698 millones.

También está el “Programa de abasto rural a cargo de Diconsa”, que este 2023 tiene un presupuesto aprobado de 2 mil 351.3 millones, y al cierre del 2022 se gastó 3 mil 727.7 millones.

Por su parte el “Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura”, este año tiene un presupuesto de mil 688.7 millones, mientras que en 2022 tuvo 2 mil 108.5 millones.

Por otro lado, el programa que más creció presupuestalmente es el de “Fertilizantes”, que este 2023 tiene un presupuesto de 16 mil 684.1 millones de pesos y en 2022 se gastó en este programa 7 mil 529.3 millones.

También aumentó el programa “Producción para el Bienestar” que este 2023 tiene un presupuesto de 15 mil 506.8 millones de pesos y el 2022 lo cerró con un gasto de 13 mil 975.9.

Otro programa que aumentó es el de “Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos” que tiene este año 11 mil 957.1 millones de pesos y el 2022 cerró con un gasto de 6 mil 658.1 millones.

Hoy otros programas de la Sader que no son de apoyo directo al campo y que tuvieron variaciones importantes, por ejemplo, el de “Desarrollo, aplicación de programas educativos e investigación en materia agroalimentaria”, que este 2023 tiene un recurso de 4 mil 730.3 millones, mientras que en 2022 fueron 4 mil 515.1.

El programa “Generación de Proyectos de Investigación”, tiene un presupuesto de mil 644.3 millones y en 2022 cerró con mil 699.2

El programa “Diseño y Aplicación de la Política Agropecuaria”, tiene en estos momentos 3 mil 689.7 millones y en 2022 tuvo 3 mil 722.5.

Y el programa “Regulación, supervisión y aplicación de las políticas públicas en materia agropecuaria, acuícola y pesquera”, este año tiene mil 875.6 millones, mientras que en 2022 se quedó con mil 751.1.

Abandono al campo

El sector agrícola de Sonora se siente ya abandonado por las autoridades federales y estatales, pues ya no existen programas de apoyo e impulso a la producción primaria que permita sortear las dificultades que se presenten.

Marco Antonio Camou, productor de uva de Hermosillo, explicó que ya no existen ningún programa al que puedan acudir cuando la situación agrícola se pone difícil, como en estos momentos donde los costos de producción son altos y el precio del dólar está bajo, lo que ocasiona que los productos de exportación caigan.

“Nos ha estado afectando mucho la economía, donde los ingresos de dólares que están entrando al país que generan que el tipo de cambio esté cayendo mucho y eso afecta, porque el 80 al 85% de la producción es para exportar, y como los ingresos son en dólares al cambiarlos a pesos se tiene una pérdida muy fuerte”.

A esto se le suma que ya se tiene dos o tres años con aumentos inflacionarios que han ocasionado que los costos de producción sean más altos, y entonces hay una combinación que le pega duro al campo, y es producción cara y venta o comercialización baja.

“En México traemos inflación, que si bien no está a cómo empezó el año, si esta alta, tenemos mucho más alta la inflación y nos está afectando los costos, tanto directos como indirectos, y la mano de obra ha estado subiendo el costo y los agroquímicos y fertilizantes que usamos mucho se encarecieron… ya tenemos dos a tres años con problemas de comercialización, estuvo los problemas de la pandemia, y tenemos dos o tres años con ingresos bajos y costos altos”.

Antes, dijo, había programas de apoyo federales y estatales que ayudaban a sortear los tiempos de crisis como los que están ahorita, ya no existen.

“Era un apoyo que año con año se venía dando según el mercado, había años que no era necesario, y otros que sí se ocupaba y se salía adelante; pero este año se juntó todo, precios de producción altos, precios bajos y el dólar bajo, y eso provoca que se ponga difícil la situación y no hay apoyos”.

Explicó que si se resintió cuando se comenzaron a cancelar los programas, porque hubo mucha agricultura que creció en cuarto fríos, empaques, sistemas de riesgo, que ahora no se tiene.

También había mucho apoyo en la comercialización, por ejemplo, se ayudaba a los productores a ir a ferias y exposiciones en el extranjero para promocionar el producto mexicano y que ahora no se va, porque no hay apoyo institucional.

“Siente uno que se está atrasando en la economía mundial, que vamos perdiendo pasos frente a la producción en otros países”.

Lo único que sí es bueno que continúe son los apoyos en los precios de la energía eléctrica que se mantienen, ya que, si quitarán eso sería muy difícil para el sector agrícola mantenerse.

“Los apoyos para la agricultura ya se acabaron, ya no hay apoyos, ahorita tenemos el apoyo que nos queda es el de la tarifa eléctrica, que es el que nos salva. Si tuviéramos nosotros el valor de la energía eléctrica real, la mera verdad no pudiéramos estar en el medio, la agricultura por bombeo no aguantaría, viendo la economía como está y sumarle los costos de la energía, por eso es bueno que tengamos ese apoyo que nos ayuda a mantenernos en el negocio”.

A pesar de esto, dijo, que los agricultores ven para adelante, todos los años piensan que el próximo será el bueno y por eso se le sigue apostando al campo, porque si no, se pierden los campos y quedan inservibles, por eso siguen.

Por ejemplo, en el caso de la uva, por el frío ahorita están retrasados 12 días en la cosecha, pero en cuanto quede lista la harán y buscarán los mejores precios, para cubrir pagar a los trabajadores, los proveedores y toda la industria que depende de la agricultura.