De Primera Mano

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

Jueves 10 de Julio del 2014

El problema de los gobernantes “mitómanos”

MÉXICO, D.F.- LUIS Inacio Lula da Silva –de formación socialista-, como presidente de Brasil, vendió al mundo el éxito de su régimen económico a inicios de este siglo XXI.

Brasil se convirtió en poco tiempo en la envidia no sólo de América Latina, sino de todo el mundo.

Todos comenzaron a preguntarse, ¿cómo le está haciendo Lula para lograr sacar a su país de la miseria y convertirlo en una potencia mundial?

En varios expertos, escuché alguna respuesta, en el sentido de que el secreto había sido “bajar los impuestos” y prestar dinero a pequeños y medianos empresarios para incentivar la generación de empleos.

Lula dejó el poder, pero también dejó sucesora, Dilma Rouseff y, por lo tanto, se esperaba que el éxito de un régimen impuesto desde el “moderno socialismo”, se consolidara.

Resulta que meses antes de que iniciara el Mundial de Fútbol Brasil 2014, los ciudadanos de ese país salieron a las calles e inclusive, las tomaron, en severas protestas por la espantosa ruina en que se sumergió al pueblo.

Las críticas  abundaban en contra de las millonarias inversiones del gobierno en infraestructura futbolera. Hasta Brasilia, la capital del país que no cuenta con un equipo representativo de fútbol, fue incluída en la construcción de un nuevo estadio.

El objetivo era, sin duda, vender al mundo una oscuridad de casa. Un verdadero fracaso del proyecto Lula-Rouseff.

El seleccionado brasileño fue el acabose. La mediocridad sólo tuvo una excepción: Neymar. El colmo fue el distribuidor vial construido ex profeso para este mundial y que colapsó convirtiendo aquello en tragedia.

El 7-1 que le propinó Alemania a Brasil fue como el destape de una cloaca, de una realidad. Todo había sido una estrategia mediática de unos gobernantes que engañaron a su gente y al mundo, haciéndoles creer del nuevo paraíso brasileño. El estrepitoso fracaso se reflejó en su selección de fútbol.

Lo mismo sucedió con Fidel Castro en Cuba y con Hugo Chávez en Venezuela. El ejemplo de estos gobernantes mitómanos, mentirosos, populistas y corruptos, debe llegar a México para evitar una repetición.

Y así ha sido siempre. Todo gobernante que miente, que se aprovecha de Juan Pueblo, está escupiendo para arriba. El día menos pensado esa saliva le cae a él mismo.

VIAJE rápido al DF para atender un par de citas… Saludo a las firmas más importantes de Grupo Imagen en la operatividad, al director, Ernesto Rivera Aguilar y al jefe de Información, Ignacio Anaya Cooley, ambos sonorenses… El primero, nieto del “Gallo Giro”, originario de Hermosillo, Luis Aguilar… Saludo a Adela Micha en su cabina de radio y veo al talentoso actor Arath de la Torre… Por cierto, no sabía de sus constantes viajes a Sonora porque su esposa es originaria de Ciudad Obregón… Y desde luego, infaltable, la visita a Grupo Fórmula, la casa de los grandes patrones y de las grandes personalidades de la noticia.

AQUÍ EN la ciudad de México, el gran tema es la alianza PRD-Carlos Slim, que se manifestó de plano en las votaciones en contra de los proyectos de reformas secundarias en Telecomunicaciones… Enorme contradicción en la dirigencia nacional perredista -con sus célebres pro-hombres formados en el marxismo-leninismo-, aliándose con lo más recalcitrante de la burguesía en el encuentro de inconfesables intereses… Aparatoso, el comentario contundente de no alcanzar a comprender cómo la izquierda, tanto en el Senado como en San Lázaro, votó en contra de beneficios a Juan Pueblo, en lo referente a los servicios de telefonía… Muchos, muchos comentarios también, acerca del anuncio de Carlos Slim y de vender activos de su gran empresa, América Móvil, buscando no ser tan “preponderante” en el ofrecimiento de los servicios… Y claro, hay una conclusión lógica en todo esto… Le pegaron y duro a Slim y la gran ganadora fue Televisa-TV Azteca, que con su dominio en el espacio radioeléctrico y televisivo, ve pagada su factura y su inversión en la campaña presidencial del 2012, apoyando con todo a Enrique Peña Nieto.

DE MUY MAL gusto, observar que funcionarios del Gobierno del Estado viajan en primera clase en los aviones comerciales… Finalmente, se están aprovechando del dinero público para alcanzar ese privilegio… Se justificaría más en personajes como diputados o senadores… Sin embargo, me tocó esta madrugada ver a la senadora Ana Gabriela Guevara y a la diputada local Mónica Robles, viajar en clase turista… Esto habla bien de ellas.