De Primera Mano | Los gobernadores han construido en sus primeros 3 años

Francisco Javier Ruiz Quirrín

LOS PRIMEROS tres años de la gestión de los gobernadores en Sonora siempre registraron números positivos y, en ocasiones, de enorme beneficio para la población con obras que marcaron su tiempo.

Claro, el éxito estaba ligado a la buena relación con los presidentes de la república, sobre todo en los tiempos del PRI, en que la elección de un mandatario local se decidía desde Los Pinos, residencia oficial del titular del Poder Ejecutivo Federal, desde que la construyó Lázaro Cárdenas, hasta que la declaró denigrante, López Obrador, en el 2018.

Así, se dieron tiempos en que Sonora desarrolló progreso gracias a la inyección de recursos federales.

Por ejemplo, los primeros tres años del sexenio del doctor Samuel Ocaña (1979-1982) fueron de ensueño, porque México vivía la “bonanza” que prodigaba el petróleo, el “oro negro” con el que el Presidente entonces, José López Portillo, presumía a la Nación ante el mundo:

“En esta hora, los países del mundo se clasifican en dos, los que tienen petróleo y los que no tienen. México tiene”, gritaba JLP en 1980.

Esos recursos se derramaron en varias regiones y, entre ellas, Sonora. Ocaña pudo construir siete presas regionales, un complejo deportivo en Hermosillo con centro de usos múltiples, campo de fútbol y alberca olímpica techada. Aparte, un palacio de justicia en pleno centro histórico de la ciudad capital.

También, habrá qué decirlo, las segundas mitades de los sexenios fueron complicadas para los gobernadores y se ha reflejado en la población.

Con el mismo ejemplo del sexenio de Ocaña, de 1982 a 1985, el Presidente Miguel de la Madrid se dedicó a administrar la ruina en que se convirtió el sueño y la ilusión petrolera de López Portillo.

Don Rodolfo Félix Valdez (1985-1991), impuesto como gobernador a través del fraude electoral por el Presidente Miguel de la Madrid, obtuvo el apoyo suficiente para construir un cuerpo más sobre la carretera pueblerina que existía desde los años sesenta en Sonora y así anunció con bombo y platillo, la “carretera de cuatro carriles”.

Y fue su única obra recordada.

Manlio Fabio Beltrones (1991-1997), favorecido por el Presidente Carlos Salinas, transformó la dinámica de las principales ciudades del Estado a través de su proyecto denominado “ProUrbe”. En Hermosillo, desarrolló el proyecto del Vado del Río e impuso el programa de desayunos escolares calientes para niños de educación básica y de escasos recursos económicos.

En 1994 se cayó el plan político del Presidente Salinas con el asesinato de Luis Donaldo Colosio y la presencia de la guerrilla en Chiapas.

Enfrentado con el Presidente Ernesto Zedillo, Manlio tuvo qué sostener su imagen y su sexenio en su segunda mitad, “invirtiendo en la gente”, valiéndose de la generosidad en los programas educativos, que incluían un seguro escolar.

Con el nacimiento del siglo XXI cambió radicalmente la relación política con los presidentes en turno.

Los mandatarios panistas, Vicente Fox y Felipe Calderón, se vieron en la necesidad de llegar a acuerdos con la mayoría de gobernadores, surgidos de las filas del PRI. Y los mandatarios priístas, se dieron cuenta de que mantenían más poder y autonomía, sin un jefe del mismo partido en Los Pinos.

Eduardo Bours (2003-2009), por ejemplo, en el año 2006 se dio el lujo de desdeñar al candidato del PRI a la Presidencia, Roberto Madrazo y apoyar al panista Felipe Calderón. Es muy probable que los 400 mil votos que levantó en Sonora el abanderado albiazul, hayan marcado la diferencia para su triunfo sobre el entonces perredista, Andrés Manuel López Obrador.

Y la relación que se dio entre Bours y Fox fue excelente. El “hombres de las botas” gustaba de viajar a Sonora. Pero comenzaba también a hablarse de la ausencia de dinero. Para hacer obra pública, Eduardo tuvo qué pedir 5 mil millones de pesos a la banca.

Guillermo Padrés (2009-2015), primer gobernador panista en Sonora, le tocó ser bien atendido en la segunda parte del sexenio de Felipe Calderón. Sin embargo, en la campaña presidencial del año 2012, se jugó la carta de su destino en Ciudad Obregón, al tratar de boicotear la etapa de campaña que desarrollaba el candidato priísta, Enrique Peña Nieto.

Luis Videgaray Caso, coordinador de la campaña del priísta, guardó muy bien ese detalle, del que le pasó copia a quien sería el próximo Presidente de México. Como lo sabemos, la afrenta se cobró una vez que Padrés salió de palacio de gobierno y fue acusado por actos de corrupción. Fue el primer gobernador sonorense en pisar la cárcel.

Claudia, entre el abandono a Sonora y la pandemia

EN EFECTO, Claudia Pavlovich heredó un gobierno colapsado… Los excesos de su antecesor habían sido muchos y el desorden en las finanzas estatales saltaba a la vista de todos… Ella se alzó con el triunfo el día de los comicios sobre un fuerte candidato impuesto por Guillermo Padrés (Javier Gándara) gracias al éxito de una campaña dirigida a generar la percepción de que estos dos últimos eran lo mismo… Es decir, que la corrupción de quien estaba en palacio sería protegida y alentada por su sucesor, en caso del triunfo panista… Varios aconsejaron a Javier “cortar” con Padrés, pero se negó a hacerlo y ahí fincó su derrota… Claudia ofreció “levantar la casa derrumbada” y regresar el orden y la credibilidad en un gobierno estatal… Sin embargo, desde su primer mensaje como gobernadora, elevó la expectativa “alzando de más la canasta”, en el sentido de que el combate a la corrupción –ahora sí- significaba meter a los corruptos a la cárcel y, a la vez, que “no disfrutaran lo robado” … Al paso de los años algunos mal informados o malintencionados aseguran que lo hecho por Claudia en ese terreno, “fue una persecución política” contra sus adversarios… No fue así… En verdad se cometieron actos de corrupción y Juan Pueblo hizo a una mujer gobernadora por vez primera en la historia, para que procediera al cumplimiento de la Ley e hiciera justicia… Sin duda, en los primeros tres años de su gestión, Claudia cumplió con su promesa de “reconstruir la casa”, reimponer el orden en el manejo de los dineros públicos y alcanzar los primeros lugares en transparencia y rendición de cuentas… Los corruptos más célebres, efectivamente, anduvieron “a salto de mata”… El gobierno federal con Peña Nieto en la Presidencia tuvo entonces la oportunidad de cobrar una afrenta pendiente a Padrés y activó la PGR hasta meterlo a la cárcel… Había elementos: Uso de recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal, entre otros… Sus excolaboradores convertidos en cómplices como Roberto Romero, Carlos Villalobos, Bernardo Campillo y Jorge Morales, entre otras celebridades, fueron requeridos por la autoridad y sujetos a juicio… Algunos de ellos olieron los barrotes de una cárcel, pero el dinero mal habido lo utilizaron para contratar buenos abogados que supieron utilizar el Amparo para atender las acusaciones desde casa… ¿Que faltó una mayor eficacia de la Fiscalía de CPA para hundir a los corruptos y obligarlos a pisar la cárcel?… Sí… En los hechos, técnica y jurídicamente, así pudo ser… Pero también queda para el anecdotario la posibilidad de haberse llegado a “acuerdos” con algunos de los acusados, luego de que probadamente sufrieron el escarnio público, tatuándose en su piel el antecedente penal por haberse llenado los bolsillos del dinero de la gente… A Claudia no le fue mal con el Presidente Peña Nieto… Tuvo varios apoyos que le sirvieron para rehabilitar una red carretera local muy deteriorada, la promesa presidencial de una carretera de cuatro carriles de concreto hidráulico, la construcción de varias clínicas y hospitales (en especial el de su tierra, Magdalena) pero quizá el apoyo más significativo fue lograr que el entonces secretario de Salud, José Narro Robles, hiciera suyo el proyecto de construir un nuevo hospital general de especialidades, que sustituiría al veterano Hospital General del Estado… En entrevista con “Primera Plana”, Narro nos confió que conseguiría con el Presidente un apoyo inicial de 800 millones de pesos para hacer realidad ese nuevo hospital… Y así fue.

Las cosas cambiaron a partir del 2018

DESDE LUEGO, no estamos descubriendo el café con leche… Es del conocimiento general que a partir de la llegada de López Obrador a la Presidencia de la República, los recursos empezaron a sufrir el “tijerazo” del recorte desde palacio nacional… Los proyectos de obra pública fueron desconocidos y apenas y pasaron algunos, excepcionalmente concentrados desde oficinas centrales, operados por la SEDATU y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes… Las y los diputados federales no levantaron la mano para buscar recursos extras para Sonora y los sonorenses… En el proyecto de obra pública para este año 2021, sólo se autorizó la ampliación de la carretera Bavispe-Agua Prieta, una obra citadina en Nogales y una clínica del Seguro Social en Agua Prieta… Desapareció el Fondo Minero con el que se realizaban varias obras municipales, desapareció el fondo para el fortalecimiento de la seguridad de los municipios (Fortaseg), se ofreció concluir la carretera de cuatro carriles, la presa Pilares, en Álamos y una desalinizadora en Empalme… Sólo la segunda fue terminada y la obra de Empalme no sale aún de los detalles finales… El Hospital General de especialidades en Hermosillo ha avanzado a pasos de tortuga… Se advierte que tanto la carretera de cuatro carriles como este nuevo hospital en la capital del Estado, se enlistarán como obras impulsadas por la “cuatroté”… Además del freno presidencial por el centralismo en el manejo de los recursos, se presentó la pandemia por COVID-19 en 2020 y su seguimiento en este 2021… Programas como combate a la pobreza y apoyo a ayuntamientos, se colapsaron… Dinero que se utilizaría para obra, como una parte importante del importe pagado por el gobierno federal por los estadios de béisbol “Tomás Oroz Gaytán” y “Héctor Espino”, se destinaron a la atención de la enfermedad… El abandono por la falta de recursos está a la vista de todos y en la mayoría de las grandes poblaciones del Estado… Como remate, la falta de liquidez se manifestó en los recursos del Gobierno del Estado, ante el pago de compromisos hasta por 2,100 millones de pesos de la tesorería estatal en relación con el gobierno federal… Luego de esta exposición podemos establecer una presumible, primera conclusión… La Gobernadora Claudia Pavlovich cumplió con su ofrecimiento en aquel primer mensaje como titular del Poder Ejecutivo estatal en el Centro de Usos Múltiples el 13 de septiembre de 2015… Reconstruyó el colapso recibido, reinstaló el orden en el manejo de los recursos públicos estatales, logró ser ejemplo en transparencia y rendición de cuentas y, con los instrumentos que le Ley le mandata, persiguió a los corruptos hasta donde la capacidad de sus colaboradores en la materia se lo permitieron… Faltó la tercera parte de su ofrecimiento: Retomar la grandeza del Estado… No se pudo… En cuanto a la política, Claudia tomó la decisión de respaldar institucionalmente en todo el Presidente de la República, independientemente del partido político al que pertenece… Al final del día, esto último no ha sido un obstáculo para llegar a acuerdos con el Presidente y de ahí los buenos y halagadores términos en que se han manifestado, mutuamente, en varios actos públicos… De los resultados de esa relación institucional, hablarán las acciones políticas que asuma el nuevo gobernador, Alfonso Durazo… Éste último ha reiterado que será contundente en su combate a la corrupción y contra la impunidad… Ha impulsado la idea de “clonar” la cuarta transformación de López Obrador en el Estado… Ante ello, sin duda alguna, no podría decir en su primer mensaje como Gobernador que está recibiendo un gobierno en el mejor de los escenarios… AMLO continúa demostrando en su actuación como Presidente, aunque afirme lo contrario, que su fuerte es la venganza… Se dice que tuvo acuerdos de impunidad con Enrique Peña Nieto… Aún así, éste último vive un papel de perseguido político… Lo más lógico es pensar que Alfonso Durazo siga ese ejemplo en Sonora, con los personajes a los cuales siempre ha mencionado como los corruptos de los últimos años… Pero serán los hechos y no las palabras, los que hablen en los tiempos por venir.