DE PRIMERA MANOPrincipales

De Primera Mano | Testamento político de AMLO: ¿Qué sigue?

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

HUGO Chávez, presidente de su llamada “República Bolivariana de Venezuela”, fue diagnosticado con cáncer y lo que hizo de inmediato fue anunciar a Nicolás Maduro como su sucesor.

El moderno dictador sudamericano resaltó lo que para él eran cualidades extraordinarias de quien -en caso de ausencia definitiva-, debía sucederle en el poder y continuar con su revolución socialista.

Esa en realidad, fue la lectura de un testamento político, en una tierra dominada por un gobierno autócrata, presidido por alguien capaz de pasar por encima de la Constitución, o renovarla a su antojo.

En nuestro país, en México, existe una Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la que consideramos como la Carta Magna y Ley de Leyes, que está por encima de cualquier otra ley o reglamento y, aún más, por encima del gobernante en turno, que ante un exceso en el ejercicio de sus atribuciones, se arriesgaría a que “la Nación le demande” su falta de cumplimiento.

El Presidente López Obrador, al reaparecer ante las cámaras luego de haber sido intervenido con un cateterismo en el hospital militar, buscando con ello evitar mayores complicaciones en su aparato circulatorio, se atrevió a anunciar que había elaborado un “testamento político”, el que supuestamente se llevaría a la práctica ante una ausencia definitiva, es decir, ante su posible muerte.

Como don Andrés Manuel carece de expresiones originales ya que muchas de sus frases las escuchó antes de labios del comandante Hugo Chávez, cabe también ahora la posibilidad de que dentro de poco tiempo se atreva a dar un nombre como la figura ideal para sucederle en el cargo.

No es descabellada la suposición si estamos frente a un mandatario que ha mostrado anteponer sus emociones a las normas establecidas en la Constitución.

Nuestra Carta Magna prevé el procedimiento a seguir en caso de una ausencia física del Presidente de la República.

Sin embargo, para López Obrador eso no cuenta. Está convencido de que los millones de mexicanos que le siguen le cubrirán de gloria siempre que disponga unilateralmente el manejo del país.

Con esta actitud y este anuncio, AMLO corroboró su convicción autoritaria y dictatorial.

Horas después de establecer la redacción de un “testamento político”, la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República se preocupó por “rectificar” lo expuesto por López Obrador, al justificar la existencia de ese documento, ante notario público y sólo en relación a su imagen y nombre.

En realidad, ante la posibilidad de una ausencia física, no ocultó su enorme deseo de ajustar al poder su capricho personal y no su persona a la vigencia de la Ley.

El Presidente continuará mostrando buena salud y energía para el cumplimiento de su trabajo y habrá qué tener plena seguridad de que no doblará los brazos en su esfuerzo de lograr implementar un régimen dictatorial.

Hasta un ciego podría ver el objetivo.

EL GOBIERNO de Alfonso Durazo ya ha detectado bastante “carnita” sobre presuntos actos de corrupción en el pasado sexenio… Ahí están las obras públicas entregadas por la SIDUR, a pesar de las licitaciones; la disposición de dos créditos bancarios (el primero de ellos, por 5 mil millones de pesos, donde faltan por solventar 2 mil), contratos privilegiados de equipo médico en el Isssteson y aviadurías y nepotismo en varias de las dependencias más grandes de la estructura estatal… Amén de las disposiciones de recursos, paralelo a las adquisiciones de recursos materiales… El contralor Guillermo Noriega está obligado a documentar todas esas irregularidades y será decisión del Gobernador darle luz verde o detenerlas… ¿Será?… ¿Usted qué cree?