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Del continente del silencio a la paridad en el Congreso

Por Imanol Caneyada/

Olga Haydée Flores, representante de la Red Mujeres en Plural en el estado, reflexiona sobre el largo camino que las mujeres han transitado para llegar a tener, por primera vez en la historia de Sonora, un 48% de representatividad en el Congreso y una gobernadora

¿La Red Mujeres en Plural está de acuerdo en cómo quedó conformado el Congreso de Sonora?

Por supuesto; la Red Mujeres en Plural Sonora hizo una petición en mayo al Instituto Estatal Electoral para que, en principio, se respetara la paridad como mandata el marco legal vigente en estas elecciones, y se aplicara en la designación de diputaciones de representación proporcional; si bien la petición no nos fue contestada, en los hechos el Instituto aplicó el principio de paridad para la asignación de las doce diputaciones plurinominales que conforman el Congreso del estado; y por supuesto que al haber quedado de esa manera, seis mujeres y seis hombres, estamos satisfechas, muy conformes. Si sumamos las que se obtuvieron por la vía de la mayoría relativa, que fueron diez, son 16 mujeres las que van a conformar el Congreso, lo que se traduce en 48% por ciento del total de curules, muy aproximado a lo que hemos venido pidiendo las mujeres desde hace 63 años, para que realmente pueda hablarse de una democracia representativa, donde las mujeres, que somos más del 50 por ciento de la población, también cuenten en el lugar donde se toman las decisiones.

¿Se puede considerar histórico este hecho?

Creo que sí podríamos adjudicar esta conformación del Congreso como una respuesta histórica, como una conclusión de una obligación muy vieja y anhelada de las mujeres; parecía que las mujeres veníamos del continente del silencio, donde nadie nos veía; la invisibilidad de las mujeres ha sido muy larga; y la lucha de las mujeres, de ayer y de hoy, y de las que están por tomar la estafeta, ha sido por igualdad de piso, por tener un piso parejo donde podamos estar en igualdad, pero en una igualdad sustantiva, real, no en una igualdad de discurso. La lucha ha sido muy difícil, tensa, ríspida; pero creo que en esta contienda electoral de 2015, en Sonora y en otros estados, teníamos un marco, unas coordenadas diferentes, mucho más equitativas, como los artículos 1ro, 4to, y 41 de la Constitución que nos da la igualdad de los derechos políticos y garantiza ante la ley la paridad de género, una paridad horizontal, que no significa otra cosa que las mujeres estemos representadas en igualdad numérica en puestos de elección popular. Porque de eso habla la democracia, de representatividad, y ése era el gran déficit democrático que teníamos, porque somos una sociedad paritaria, mixta, y esa mixtura debe reflejarse en la constitución de los poderes de una nación.

¿En los hechos, en la práctica, este 48% de mujeres en el Congreso será capaz de abrazar una agenda común, más allá de lo que impongan sus respectivos partidos y los intereses de estos partidos?

Olga Haydée Flores, de la Red Mujeres en Plural y de las principales impulsoras del tema de paridad de género en Sonora.
Olga Haydée Flores, de la Red Mujeres en Plural y de las principales impulsoras del tema de paridad de género en Sonora.

En cuanto a capacidad, yo creo que todos los individuos, sean hombres y mujeres, son capaces. En cuanto a si estas mujeres van a tener la posibilidad de asumir el compromiso de trabajar por una agenda de mujeres, tendremos que hacer un acompañamiento y observación para que estas mujeres que llegaron y que vienen de diferentes espacios políticos cumplan con los compromisos que adquirieron en campaña, porque la mayor parte de ellas adquirieron una serie de compromisos. No se trata de que lleguen mujeres sin más, la paridad de género no sólo tiene que ver con esto, tiene que ver con una necesidad de beneficio a la sociedad donde no solamente haya una visión masculina para la resolución de los problemas, sino también femenina; problemas que tienen que ver con el mundo cotidiano de la mujer, con los problemas que las mujeres enfrentamos en este momento porque nuestras circunstancias han cambiado. Existe aún esta idea de que las mujeres todavía están en la casa, pero ya no estamos en la casa, estamos trabajando a la par con los hombres, siendo factores productivos; por consecuencia, se vuelve muy difícil que las tareas que tradicionalmente se encomendaron a la mujer las realice sola, porque ya no está de tiempo completo en el hogar. Entonces, hay que generar nuevas políticas públicas que tienen que ver con destinar recursos para resolver estos problemas cotidianos, propios del siglo XXI, que enfrenta la mujer trabajadora. Y muchos de estos problemas sin resolver tienen que ver con la violencia, porque las mujeres que trabajan no pueden atender a sus hijos, que salen a las 12:30 de la escuela, mientras que ellas trabajan hasta las cinco de la tarde; entonces, ¿quién cuida a esos niños que andan en la calle para que no se conviertan en niños de la calle? No vas a resolver el problema devolviendo a las mujeres a la casa y poniéndoles la burka como los talibanes. Hay que crear nuevas estrategias, ésa es la agenda del siglo XXI, nuevas políticas, como empatar los horarios escolares con los horarios laborales, crear guarderías vespertinas, como en Francia y otros países. Las mujeres tienen que levantarse a las tres de la mañana para prepararse y antes de llegar al trabajo, dejar al chamaco en la primaria, al otro chamaco en la secundaria y al otro en la preparatoria. Es tiempo de que se cree ya un sistema de transporte escolar que resuelva el problema de estas mujeres trabajadoras. Esa es la agenda y creo que las mujeres diputadas que llegan al Congreso hoy por hoy tienen muchas oportunidades de cumplirla, además de los compromisos lógicos y naturales de los partidos que representan. Mira, las Naciones Unidas hablan de una masa crítica que debe haber en los congresos de al menos un 30%, para que pueda generar políticas públicas y gestoría a favor de las mujeres, porque una golondrina no hace verano.

Hay otra coyuntura también histórica, el hecho de que por primera vez en Sonora una mujer llega a la gubernatura. Dos preguntas quiero hacerle en relación a ello: ¿este triunfo tiene que ver con el impulso y la lucha que las mujeres mantienen desde hace años por la paridad? Y la segunda: ¿cree usted que la gobernadora electa tienen un discurso y una agenda femeninos, de mujer consciente de todos estos problemas que usted menciona o, por el contrario, tiene un discurso varonil, por decirlo de alguna manera?

Abordando la primera parte de la pregunta, estoy totalmente convencida de que la llegada de las mujeres a todos los puestos no ha sido en automático. La llegada de las mujeres responde a una estrategia de muchos años y el impulso de un marco legal que permite el acceso de un mayor número de mujeres a los congresos; en estas elecciones hubo un mayor número de candidatas a las diferentes gubernaturas en todo el país en relación a comicios anteriores; desafortunadamente llega una solamente, afortunadamente para nosotras, es la de Sonora y creemos que es una oportunidad para todas las mujeres. Y eso me lleva a la segunda parte de tu pregunta. No necesariamente tiene que tener un discurso de mujer… es una mujer, y desde ese momento tiene una visión diferente cualquiera que sea su discurso, porque su voz es la de una mujer; pero además, las mujeres que votamos por ella, queremos ver a una gobernadora comprometida con la agenda de las mujeres, y ésa es nuestra convicción, que entienda que tiene que encabezar una política que garantice la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres en el estado. Además, Claudia no es ajena a estas luchas, ya que desde que ella era presidenta del PRI, tuvimos contacto con ella para introducir en Sonora el programa de las Naciones Unidas Suma, que capacita a mujeres políticas, y fue muy perceptiva y propositiva en cuanto al impulso de este tema. Por ello tenemos la confianza en que, con el liderazgo de Claudia, nos coloque a las mujeres en rubros significativos del largo camino que tenemos por la igualdad de género. Las mujeres que votamos por ella somos mujeres que votamos por alguna razón, la razón es que confiamos en que habrá de vernos, esto no significa que queramos que únicamente atienda los problemas de las mujeres, para gobernar tendrá que atender los múltiples y complejos problemas del estado.