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Despiden con honores a Thatcher

La ceremonia del funeral de Margaret Thatcher comenzó este miércoles en la Catedral de San Pablo, ante 2 mil 300 invitados encabezados por la Reina Isabel II de Inglaterra y su esposo Felipe.

También asisten miembros del Gobierno británico y representantes de 170 países.
El féretro de la ex Primera Ministra británica, fallecida el 8 de abril, envuelto en una bandera nacional británica, llegó sobre carruaje tirado por caballos hasta la puerta del templo anglicano, donde ocho militares de cuerpos asociados con la guerra de las Malvinas lo metieron en hombros.

Bandas militares británicas interpretaron a Beethoven, Mendelssohn y Chopin durante el mayor funeral para un político británico desde el de Winston Churchill, héroe de Thatcher, en 1965.

«Fue la primera mujer Primera Ministra, estuvo más tiempo en el cargo que ninguno en 140 años, consiguió algunas cosas extraordinarias en su vida», dijo el Primer Ministro David Cameron, líder del Partido Conservador de Thatcher.

«Lo que está ocurriendo hoy es absolutamente lógico y adecuado».

Una nota manuscrita colocada en una corona de flores blancas sobre el féretro decía: «Madre querida, siempre estarás en nuestros corazones».

Desde la madrugada, comenzaron a llegar al centro londinense un grupo de personas para postrarse frente a la Catedral de San Pablo en espera del cortejo.

La vigilancia fue reforzada y miles de uniformados de la Policía Metropolitana, Scotland Yard, vigilaron el trayecto de más de dos kilómetros por donde pasó el cortejo fúnebre del Palacio de Westminster a la Catedral de San Pablo.

Los edificios gubernamentales bajaron las banderas a media asta, y el Big Ben sobre la torre del Parlamento permaneció en silencio durante el funeral.

A pesar del frío y la llovizna, se formaron hileras de personas, que portan banderas británicas, en el exterior del recinto religioso para rendirle tributo a la primera mujer en llegar a ser Primera Ministra en Reino Unido y la única en ser reelecta en tres ocasiones.

Las personas reunidas a lo largo de la ruta que recorría el féretro, mostraron pancartas que reflejaban opiniones variadas.

Hubo aplausos, pero también algunos abucheos cuando la procesión bajaba por Fleet Street hacia San Pablo.

«Nos dio a millones de nosotros esperanza, libertad, ambición», decía una pancarta llevada por un hombre, situado a poca distancia de otro que decía: «Más de diez millones de libras de nuestro dinero para un funeral Tory (conservador)».

El ex comandante de la Policía Metropolitana, Bob Broadhurst, quien coordinó la seguridad de los Juegos Olímpicos, afirmó que la labor policíaca es mantener a la gente segura y en calma.

Afirmó que la Policía y los militares estarán en alerta máxima para evitar disturbios en un evento que se espera sea formal y solemne.

REFORMA

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