El miedo a la libertad causado por la Pandemia

Qué paradoja, nos indigna perder la libertad, pero en el opuesto, la libertad angustia y se transforma en miedo para los aterrados por el temor al contagio, se esclavizan ante las reglas impuestas

Por Rosa Chávez Cárdenas

La amenaza de contagios por el Covid-19 ha contribuido a aumentar el sentimiento de impotencia, nos sentimos pequeños e insignificantes bombardeados por las estadísticas de fallecidos. Se han agregado varios factores que contribuyen a la incertidumbre, como el entorno económico y político que han aprovechado los líderes populistas, se han vuelto dictadores, abusan de su cargo con medidas absurdas que limitan la libertad individual.

La pérdida de empleo en millones de personas causadas por el confinamiento, incrementa el sentimiento de inseguridad, lo que contribuye a bajar las defensas y los vuelve más susceptibles al contagio. Tener un empleo se convierte en un factor de seguridad y muchos se sienten agradecidos por conservarlo. Otro factor en el que han contribuido las teorías de conspiración, es que el virus fue creado para disminuir la población de “los adultos mayores”. Es demasiado lo que han afectado su libertad de tránsito, no les permiten ingresar a los bancos, a los centros comerciales, ni a los sitios de religión, increíble, fallecen de soledad y aburrimiento.

Al mismo tiempo, la pandemia se cruza con tiempos electorales en México y en Estados Unidos, el votante se encuentra vulnerable y los expertos saben cómo manipularlo tal como lo hicieron en las elecciones pasadas cuando ganó Trump. La propaganda política tiene el mismo efecto que la propaganda comercial sobre el consumidor, hoy en día es más fácil manipular para sus fines, les ayudan demasiado las redes sociales. El factor religioso es importante, ponen al votante en la disyuntiva para decidir entre Dios y el diablo y entre los candidatos que aprueban y desaprueban el aborto.

El Miedo a la libertad fue caso de estudio por el Psicólogo social Erich Fromm, escribió su libro el “Miedo a la Libertad” en 1941 y parece que lo escribió durante la pandemia y como afirma: “No existe en la historia humana una época tan proclive al temor, la angustia y la renuncia a la libertad como la moderna. La batería de miedos en la cual se encuentra envuelta la sociedad post-industrial con respecto al terrorismo, al calentamiento global, a la mutación genética de nuevos virus y a los desastres naturales, se presenta como un terreno fértil a la indagación y a la auto-reflexión”.

Fromm analiza la cambiante relación entre los seres humanos y la libertad haciendo hincapié en que la renuncia a la libertad por parte de los alemanes fue el caldo de cultivo que favoreció la instauración del régimen nazi. Qué paradoja, nos indigna perder la libertad, pero en el opuesto la libertad angustia y se transforma en miedo para los aterrados por el temor al contagio, se esclavizan ante las reglas impuestas.

Es un hecho, somos esclavos de los poderosos que nos bombardean para sus fines económicos. La industria farmacéutica es la que más beneficios económicos ha obtenido en la pandemia, está apoderada del sistema sanitario del planeta, de la OMS, FDA, la Secretaría de Salud en México, las facultades de Medicina del mundo y hasta del criterio de los médicos que no aceptan la sabiduría de la medicina tradicional y las terapias alternativas.

El especialista en enfermedades infecciosas, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona, Oriol Mitja, afirma que el coronavirus ha causado tanta alarma porque es nuevo, no porque sea grave, considera que no es más letal que la gripe estacional. El problema se complica por la cantidad de medicamentos que prescriben, en lugar de resolver afectan su sistema de defensas. Es muy rápido para esperar que una vacuna será la solución. Las vacunas requieren años de investigación, pero les urge, es obvio, los intereses económicos van primero que la salud de la población.

Tomen en cuenta el Sistema inmunológico está tan especializado para mantener viva la especie animal a la que pertenecemos, pero, a la Industria Farmacéutica no le conviene y se ha encargado de minimizarlo. La historia del hombre moderno no ha estado exenta de epidemias, guerras y tiranos. Pero la unión hace la fuerza, las reuniones grupales alrededor de la mesa y la asistencia a los centros escolares, han hecho posible el desarrollo del pensamiento colectivo y la creatividad. La lluvia de ideas enriquece cualquier proyecto. La petición de mi nieto en un ritual alrededor de unas velas me conmovió “Quiero pedir porque todos los niños del mundo regresen a la escuela, la verdad en línea no aprendemos casi nada”.

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