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El Mossad y el tigre de Santa Julia

El ataque de Hamas contra el sur de Israel que se inició el sábado está teniendo consecuencias devastadoras en la franja de Gaza; Israel ha estado bombardeando los dos últimos días, y el gobierno judío de ordenar el bloqueo total del territorio

Por Dr. Jorge Ballesteros

El afamado servicio de inteligencia israelí El Mossad, así como la misma CIA de Estados Unidos reconocen que este ataque fulminante del movimiento HAMAS, los tomó totalmente por sorpresa, como le pasó al célebre bandolero mexicano “El tigre de Santa Julia” que lo agarraron con los calzones bajados.

El canciller de Irán afirma que la operación palestina contra Israel es el resultado de los incesantes crímenes del régimen sionista contra el pueblo palestino.

“La operación de la Resistencia palestina es un movimiento espontáneo y el resultado de los incesantes crímenes del régimen sionista contra Palestina”, indicó este sábado el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, en una llamada telefónica con su homólogo turco, Hakan Fidan.

Sus comentarios se produjeron después de que, más temprano en la misma jornada, combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) rompiera las vallas que separaban Gaza y los territorios palestinos ocupados y se infiltraran en varias ciudades y asentamientos.

 Al mismo tiempo, lanzaron una intensa andanada de más de 7000 cohetes desde la Franja de Gaza contra zonas israelíes logrando saturar el sistema de Defenza israelí “Cúpula de hierro,” supuestamente el más eficaz del mundo.

 También secuestraron a soldados y civiles que se llevaron a la franja de Gaza, para intercambiarlos más tarde por los más de 6 mil prisioneros palestinos, hombres, mujeres, niños y ancianos que languidecen en condiciones terribles en las prisiones israelíes desde hace tiempo.

La operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’ se inició en la mañana de este sábado con el lanzamiento de una andanada de misiles desde la Franja de Gaza por aire, mar y tierra contra las ciudades israelíes y la infiltración de combatientes palestinos en los territorios ocupados en represalia a los continuos asaltos del ejército y colonos israelíes contra la sagrada Mezquita Al-Aqsa.

La respuesta de Israel fue, declarar la guerra a la franja de Gaza tras ofensiva palestina.

El ataque de HAMAS contra el sur de Israel que se inició el sábado está teniendo consecuencias devastadoras en la franja de Gaza, territorio palestino donde viven más de 2 millones de personas en precarias condiciones.

Israel ha estado bombardeando la franja de Gaza de forma ininterrumpida los dos últimos días, y a esto se suma la decisión del gobierno judío de ordenar el bloqueo total del territorio, ni electricidad, ni agua, ni gas, ni comida, todo cerrado, dijo este lunes el ministro de Defenza de Israel, Yoav Galant.

“Estamos luchando contra animales y actuamos en consecuencia”, aseguró Galant.

Es que los judíos consideran a los no judíos o Goyim como bestias, según su libro sagrado el Talmud el cual afirma que: “Vosotros israelitas, sois llamados HOMBRES, en tanto que en las demás naciones del mundo no merecen el nombre de hombres, sino de bestias” (Talmud-Baba Mezia, Fol. 114, Col. 2)

Considerando sólo los últimos 16 años, mediante una conducta de depravación evidente, la entidad sionista de Israel encabezada por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, ha sido protagonista de una política masiva de asesinatos contra la población palestina, tanto en la Franja de Gaza como en la Ribera Occidental.

La suma total de víctimas en la sociedad palestina entre el año 2000 – cuando se inicia la segunda Intifada, en la Franja de Gaza cuando se concretan las autodenominadas: Operación Militar israelí Plomo Fundido, el año 2012 con la Operación Pilar Defensivo y la Operación Margen Protector del año 2014 unido a las agresiones contra los habitantes del West Bank en las ciudades de Al Quds (Jerusalén) Al Jalil (Hebrón) Bayt Lahm  (Belén), Beit Jala,  Ramallah, Tulkarm, Nablus, Ariha – Jericó – entre otras suma, aproximadamente, 13 mil muertos y 40 mil heridos – de los cuales 2.100 muertos son niños – a lo que hay que añadir 25 mil palestinos que han pasado por las cárceles israelíes de los cuales quedan 6 mil tras las rejas, 500 de ellos niños menores de 16 años.

En este mismo período la cantidad de muertos israelíes por acciones atribuidas a palestinos no sobrepasa las 950 muertes, la inmensa mayoría soldados y colonos sionistas – considerados fuerza beligerante – que ocupan tierras palestinas – No incluyo en esto las 190 muertes de soldados israelíes tras el fracaso de la invasión al Líbano el año 2006 en la guerra que enfrentó al sionismo contra Hezbolá y que generó una crisis de proporciones.

Las acciones del sionismo han ido enfocadas en seguir consolidando la construcción de asentamientos en la Ribera occidental. Ello, a contrapelo de la legislación internacional, como fue la Resolución N.º 2334  de la ONU del 23 de diciembre del 2016, que reafirmó el carácter ilegal de los asentamientos en los territorios palestinos del West Bank.

 Pocos países han levantado la voz para exigir este cumplimiento. En el caso de Irán, la nación persa lleva la voz cantante y ha instado a la comunidad internacional a cumplir con su responsabilidad  inherente, aumentar las presiones contra la entidad sionista e impedir que se materialicen las políticas agresivas y expansionistas de dicho régimen, como también impedir que se concrete el traslado de la Embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén.

Es indudable, a la luz de la conducta histórica del sionismo, que esta ideología y su expresión estructural bajo el nombre de Israel es una entidad dotada de una conducta de perversión donde la moral y los valores están absolutamente trastocados.

Actos perversos contra la población palestina ejecutada por soldados y colonos: asesinar a sangre fría, detener y torturar, impedir la libre circulación de los habitantes del territorio. Impedir ejercer sus acciones religiosas. Demoler las viviendas – 5 mil de ellas destruidas hasta sus cimientos desde el año 2000 a la fecha – destruir sus cosechas, arrancar de raíz sus árboles de olivos, cercar sus ciudades con muros y alambradas. Hacer uso de la llamada ley de Ausencia, que permite apropiarse (robar) la casa de un no judío al que se ha obligado a huir. Impedir el uso de bienes como el agua y la electricidad. Generar guetos, carreteras exclusivas para colonos.

La lista de actos perversos suma y sigue: cercar las tierras palestinas, impidiendo la libre circulación de la población palestina. Judaizar Jerusalén. Construir asentamientos y poblarlos de colonos extremistas en territorio palestino, impedir el desarrollo cultural, eliminar todo rastro lingüístico de nombres árabes. Negar el regreso de los refugiados de la Nakba (despojo de su tierra), Rematar en el suelo a hombres y mujeres palestinos heridos. Detener a menores de edad. Maltratar a ancianos y mujeres. Segregar a la población mediante el uso de documentos diferenciadores.

Toda esa larga lista de acciones perversas del sionismo no cesa y se fundan en una ideología que reúne las características propias de una ideología racista: nacionalismo, autoritarismo y etnocentrismo, que ve al palestino como un animal, un ser inferior, alguien sin derechos frente al supuesto pueblo elegido.

Una ideología que bajo el actual régimen israelí preconiza un Estado “étnicamente puro”. Esa perversión se funda en actos de una ideología nacional sionista, que encuentra su expresión y verbalización en líderes israelíes que alientan el odio, la segregación y el crimen de los Goys – no judíos – calificando a los palestinos como animales a los cuales hay que exterminar.