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El día que tembló en Huásabas

Imagen del terremoto en Bavispe, publicada en el “Arizona Daily Star”, perteneciente a la “Arizona Historical Society”. C.S. Fly Collection, NO. HP-002.
Imagen del terremoto en Bavispe, publicada en el “Arizona Daily Star”, perteneciente a la “Arizona Historical Society”. C.S. Fly Collection, NO. HP-002.

La tierra se hundió en varios sitios, en una línea recta de varios kilómetros, hasta el pueblo de Huásabas, que era el más próximo

Por Pedro Moroyoqui Durán

El día de hoy, miércoles 3 de mayo a las tres de la tarde, se cumplen ciento treinta y seis años del gran sismo ocurrido en la sierra alta de Sonora, ese día la tierra rugió como animal rabioso y vomitó fuego y agua de sus entrañas llenando de espanto a los pobladores de Huásabas y pueblos aledaños.

Desde lo alto del cerro se desprendieron enormes peñascos que rodaron pendiente abajo para venir a estrellarse en el fondo del valle donde serpentea el río Bavispe, con un estruendo horroroso. La tierra se hundió en varios sitios, en una línea recta de varios kilómetros, hasta el pueblo de Huásabas, que era el más próximo. Se escuchó un terrible crujido provocado por la gigantesca mole de granito, cuando una parte del cerro se desgajó formando una cruz con dos grietas al ser rebanadas sus paredes de roca, como si fueran de mantequilla, llenando de terror a todos los residentes del poblado, a la par que escucharon con horror el crujir de las macizas vigas de pino y de mezquite que sostenían los techos de sus viviendas y miraron llenos de espanto como esa fuerza extraña que no alcanzaban a comprender, las sacudía y las doblaba como si fueran de goma para terminar los techos colapsados, mientras que desde lo más profundo de los abismos de la tierra se escuchaban murmullos guturales y siniestros.

Las aguas del río Bavispe y de las acequias, desafiando la ley de la gravedad corrieron en sentido inverso, es decir, de sur a norte.

Lista de los muertos y heridos de Bavispe, el pueblo más afectado.

La gente de Huásabas y de toda la región identificó el fenómeno con la ira desatada de Dios por todas las iniquidades, vicios y maldades cometidos por la humanidad entera y corrió llena de pánico a refugiarse en el templo del lugar clamando a gritos perdón al Altísimo por todos sus pecados, maldades e iniquidades de la humanidad entera. Después siguieron las réplicas y el templo era el lugar menos indicado para resguardarse, porque su construcción era muy endeble y podía sucumbir en cualquier momento ante la furia del siniestro.

El temblor de 1887 tuvo su epicentro en el pueblo de Bavispe, el cual fue el lugar más afectado, el templo y casi todas las casas se derrumbaron dejando como saldo varios muertos y heridos, sin embargo, sus efectos se dejaron sentir en mayor  o menor grado en toda la región.

El pueblo de Óputo salió sumamente afectado, muchas casas se derrumbaron golpeando a sus moradores con sus gruesas vigas, cegando la vida de muchos de sus habitantes, entre ellos varios integrantes de la familia de don José María Durán Félix, mi tatarabuelo, al colapsar el techo de su vivienda.