GeneralNoticias_RecientesReportajes

Empanadas venezolanas, el platillo que alimenta migrantes en Sonora  

Por Antonio López Moreno

Un platillo desconocido para los sonorenses llegó recientemente junto a dos mil venezolanos que se encuentran en Hermosillo, esperando resolver su situación migratoria. Se trata de las “Empanadas Venezolanas”, un alimento típico en el país sudamericano, que desde hace una semana se prepara en las cocinas de los albergues en la ciudad, a manos de hombres y mujeres que abandonaron sus lugares de origen en busca de un mejor futuro.

Jeraldin Quiñones, una mujer de 31 años que abandonó Caracas desde más de un mes, aprendió la elaboración de las empanadas cuando apenas tenía 10 años. Al llegar al albergue “Vida Plena, Corazón Contento” de Hermosillo, se ofreció como voluntaria en el comedor, donde prepara tanto empanadas como arepas para más de 50 migrantes.

Jeraldin es venezolana, prepara empanadas en el albergue.

“De lo que pueda rellenarse, de queso, pollo, chicharrón, cerdo, de eso lo puedes rellenar, usted busca el molde del tamaño que sea”.

Para su elaboración, utilizan harina especial, la cual se consigue con facilidad en supermercados, así como los distintos ingredientes que requieren.

“Usted le va poner agua, sal, azúcar de poca cantidad, como sea el gusto suyo. Y la masa, la cosa está en que no quede ni muy dura ni muy aguada la masa”.

En el albergue sirven dichas empanadas como desayuno, sin embargo también son habituales en la cena.

“Puede ser desayuno, como puede ser una cena; el venezolano tradicionalmente no tiene específicamente algo, claro, lleva su tiempo y su dedicación”.

Jeraldin trabajó durante tres años en un restaurante de Venezuela, después partió a Panamá, donde cocinó empanadas durante un año, para después iniciar una aventura intentando llegar a los Estados Unidos con el sueño de trabajar y mejorar su situación económica.

Espera poder llegar a Norteamérica y trabajar en restaurantes, pues es un oficio que le apasiona y que aprendió desde pequeña.