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Empiezan las expropiaciones en México como en Venezuela

AMLO, que dijo tantas veces que él no iba a expropiar nada, la semana pasada envió a un comando de la Marina a tomar las instalaciones de una empresa privada; sigue las directrices de sus asesores cubanos y venezolanos para comunizar a México

Por Dr. Jorge Ballesteros

El Socialismo del Siglo XXI del Gobierno de la cuarta trasformación ha emprendido un viraje hacia la economía netamente comunista, y ya ha decretado, subrepticiamente, la anulación de la propiedad privada. A golpe de decreto ley, López Obrador podrá expropiar cualquier empresa en pos del “beneficio social”.

Arrasar con la propiedad privada es el sueño dorado de cualquier gobierno dictatorial de corte socialista que se precie, y López Obrador no podía ser menos.

“La propiedad privada tiene que estar sujeta al interés social”, les dijo el presidente. “Yo respeto al sector privado, pero debe subordinarse a los planes estratégicos de la Nación y de la cuarta trasformación”.

López Obrador, un títere del Foro de Sao Paulo, siguiendo las directivas de sus asesores cubanos y venezolanos para comunizar a México, en su último año de gobierno se radicaliza más y aplica la etapa 3 del plan comunista del Foro Sao Paulo formulada para instalar el Comunismo en México.

Distribución de la Riqueza (2023-2024)

Expropiaciones masivas, a través de su ley Hugo Chávez, ley de extinción de dominio.

Reparto de viviendas, terrenos, empresas a nombre del Partido.

Escarmiento a clase alta económica; el dinero es pecado.

Cambio de Constitución para reelección a juicio del pueblo.

Medios de producción en manos del estado.

Exactamente lo mismo que hizo la dictadura Venezolana, como denunció el Diario de América, durante el verano de 2009, se ha dado el paso definitivo que permitirá a Chávez expropiar cualquier terreno o propiedad. Así, la «Ley de Propiedad Social» faculta al Gobierno chavista a «declarar la utilidad pública y el interés social de bienes, materiales e infraestructuras que se determinen susceptibles de ser declarados de propiedad social, para asegurar la producción socialista».

Por si fuera poco, los venezolanos no sólo tuvieron que aguantar las expropiaciones bajo la excusa del «interés social» de sus casas, tierras u objetos personales, sino que además toda empresa «cuya actividad productiva no se corresponda con los intereses nacionales» también acabó en manos del Estado.

El BOE venezolano, la Gaceta Oficial, decretaba en su número 39.272 del 25 de septiembre de 2009 que todos los edificios, calles, casas privadas, hospitales públicos y privados, centros comerciales, iglesias, etc., pasan a ser «bien de interés cultural» y, por tanto, el Estado podría adjudicárselos en cualquier momento, sin más explicación.

A partir de ese momento, las familias venezolanas ya no fueron técnicamente los propietarios de sus casas. Además, para poder vender, donar o heredar cualquier bien deberán ser autorizados por el Instituto del Patrimonio Cultural, con criterios desconocidos.

En resumen, el Gobierno dictatorial de Hugo Chávez tuvo las manos libres para adjudicarse empresas, edificios, fábricas o bienes personales, bajo la burda excusa del «bien social». Y eso, para un país al borde de la bancarrota, es una auténtica declaración de saqueo indiscriminado a sus ciudadanos.

Los comunistas afirman que “La propiedad privada es un robo” por eso despojan de todo a los ciudadanos de esos regímenes, para empobrecerlos, para que no tengan nada y dependan totalmente de la tiranía comunista, y poder dominarlos. López Obrador, desde su llegada al poder ese ha sido su objetivo, destruir a la clase media y empobrecer al país, ha sido sistemática la destrucción de la economía.

El presidente que dijo tantas veces que él no iba a expropiar nada, la semana pasada envió a un comando de la Marina a tomar las instalaciones de una empresa privada que cotiza en Bolsa, uno de los grupos económicos más grandes del país y que da empleo a 30 mil mexicanos y que hoy por la decisión del presidente perdió más de 30 mil millones de pesos.

Y todo lo hizo para que avance una de las obras insignes de su gobierno, el tren Transítsmico, los marinos tomaron control de las instalaciones de la empresa y de 120 Km de vías de tren en el tramo Coatzacoalcos medias aguas en Veracruz.

El gobierno le transfirió la concesión de las vías que tenía el Grupo México en su empresa Ferrosur a una compañía controlada por la Marina, que se llama Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.

El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, alias el vampiro viejo tabasqueño, declaró que “Es una expropiación temporal” para que la gente se quede con la idea de que se las van a regresar, pero una expropiación no tiene vuelta de hoja.

El dueño del Grupo México es Germán Larrea, quien estuvo dos veces en Palacio Nacional, se había reunido con el presidente López Obrador, quien en su conferencia mañanera del martes dijo que Larrea tenía el visto bueno para ser el nuevo dueño de Banamex, Germán Larrea estaba a punto de comprar Banamex, con la bendición de López Obrador y López Obrador le lanzó una expropiación.

La semana pasada fue convocado el Consejo de hombres de negocios mexicanos, que asesora al presidente de la República, está el grupo Televisa, el grupo de TV Azteca, ahí está Pablo Bremer, ahí está Olegario Vásquez, Germán Larrea, Daniel Chávez Morán, el grupo Posadas, Antonio del Valle, en fin, hay un grupo de empresarios, ahí está Carlos Slim, que fue citado antes y a solas por el presidente, comió solo y arregló sus negocios con el presidente, el jueves previo a la convocatoria que hubo a la siguiente semana.

La verdad es que a los empresarios aparte de sus negocios y ganancias, les vale un cacahuate el destino que sufra México con una dictadura comunista, mientras les permitan hacer negocios y sacar una tajada, van a seguir apoyando a López Obrador, andan de lambiscones, dizque asesorándolo, dándole consejos que no escucha ni entiende, pues es un ignorante en cualquier cosa que no sea la acumulación de poder. Espero les sirva de advertencia el ejemplo del Grupo México y de Larrea de que cuando se le ocurra al sátrapa de palacio los va a traicionar y expropiarles sus negocios.

¿Qué anda haciendo Germán Larrea para ir a ver al presidente en el marco de este consejo de hombres de negocios mexicanos del presidente de la república para pedir la bendición del Sr. Padre todo poderoso Andrés López Obrador para que le dé el beneplácito de poder comprar Banamex?

En una operación entre particulares ¿qué tiene que opinar el presidente? Una compra de 7,000 mil millones de dólares. ¿En qué país estamos para que se le tenga que pedir permiso al presidente en una operación de compraventa de una institución bancaria? Eso pasa a principios de la semana pasada después López Obrador decreta la expropiación de Ferrosur, propiedad de Germán Larrea al final de la misma semana.

Germán Larrea es el segundo hombre más rico de México, según la Revista Forbes, su fortuna se estima en 26 mil millones de dólares y está circulando en redes que Larrea se desiste de comprar Citibanamex. “No voy a pagar 7.1 mil millones de dólares por algo que mañana me pueden quitar”

El impacto sobre el sector productivo, sobre potenciales inversores es muy negativo, porque tienes una concesión que está funcionando y de repente el gobierno la toma de inmediato y sin un recurso legal, haciendo uso de la fuerza con un piquete de marinos, lo que manda una señal de que el gobierno está dispuesto a violar cualquier reglamento o regla que el propio gobierno había establecido, sin ninguna limitación y propicia un daño irreparable a la certidumbre jurídica y confianza para la inversión.

Características de la expropiación

La principal característica es el carácter coactivo, ya que el individuo no ofrece su propiedad voluntariamente (el Estado lo reclama de forma unilateral).

Las personas expropiadas suelen recibir una compensación económica en forma de indemnización.

Los motivos de la expropiación pueden ser muy diversos: económicos, políticos, de interés social…

Debe producirse conforme con lo dispuesto por las leyes del país, es decir, que no se realice a través del abuso de poder.

El sector empresarial del país expresó su “extrema preocupación” por el clima de reiterada violación a la legalidad y al orden constitucional por parte del gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador y le exigió detener las expropiaciones arbitrarias como hizo el pasado viernes con las líneas férreas de Ferrosur ubicadas en la zona de Coatzacoalcos y Cosoleacaque, Veracruz, propiedad de Grupo México y que forman parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

Advirtieron que con esta medida la señal que envía el gobierno de México al exterior es muy alarmante y puede propiciar un daño irreparable a la certidumbre jurídica y a la confianza para la inversión.

El sector empresarial del país a través de la Coparmex y la Concanaco alertaron sobre el clima de reiterada violación a la legalidad y al orden constitucional por parte del gobierno que encabeza López Obrador y le recordaron que las leyes se crearon para darle orden y cohesión a nuestra sociedad, por lo que es totalmente reprobable que desde la autoridad se pretenda romper con ello.

“Los primeros en acatar la ley, porque así lo juramentaron, deben ser los servidores públicos. La señal que envía el gobierno de México al exterior es muy alarmante y puede propiciar un daño irreparable a la certidumbre jurídica y a la confianza para la inversión”, estableció la Coparmex.

Recordó que la Ley de Expropiaciones establece un procedimiento claro que debe acatarse en cuanto a la emisión de una declaratoria, a la notificación a los afectados y garantías para su derecho de audiencia.

Por ello consideró que la acción de la autoridad debe ser revisada para determinar si se apegó a la legalidad y evitar así una arbitrariedad.

A su vez la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO) condenó esa expropiación y refrendó su postura enérgica en defensa de la protección y respeto a la propiedad privada como base fundamental del libre ejercicio empresarial.

Advirtió que se deben tomar medidas contundentes para detener las expropiaciones arbitrarias que afectan a los empresarios del país.

La propiedad privada —agregó— es la base fundamental del libre ejercicio empresarial y es esencial para fomentar la inversión, el crecimiento económico y la generación de empleo.