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Fallece el Lic. Roberto Reynoso Dávila, séptimo rector de la Unison

A los 96 años recién cumplidos el pasado 11 de enero, falleció hoy en Hermosillo el Lic. Roberto Reynoso Dávila, séptimo rector de la Universidad de Sonora, docente por más de 56 años en la Licenciatura en Derecho, un hombre orgulloso de su familia, apasionado de la docencia, y plenamente satisfecho con su vida, que le significó una búsqueda de la verdad y la virtud.

Nacido en Guadalajara, Jalisco, el 11 de enero de 1921, el Lic. Reynoso Dávila llegó a Sonora el 1 de marzo de 1951 a ocupar el cargo de Juez de Primera Instancia de lo Penal en Ciudad Obregón. Después fue Juez de lo Civil en la misma población y posteriormente Juez Primero de lo Penal en Hermosillo. Luego fue nombrado Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.

En Ciudad Obregón conoció a la que sería su esposa, Bertha Rosa Othón Urquídez, con quien formó una familia que lo llenó de orgullo.

Roberto Reynoso Dávila fue un hombre con una profunda vocación docente. En 1954, después de haber impartido clases en la Escuela Normal del Estado de Sonora, en la Escuela Preparatoria de la Universidad de Sonora y en otras escuelas de esta institución, recibió la invitación del Lic. Enrique Michel, director fundador de la Escuela de Derecho, para impartir la clase de Derecho Penal durante más de 56 años.

Maestro Emérito y Decano de la Universidad de Sonora, autor de varios libros de gran importancia en la enseñanza del derecho, conceptualizó la docencia como una ocasión para rejuvenecer, debido a que se convive cotidianamente con nuevas generaciones de jóvenes con renovados planteamientos e inquietudes.

Al respecto, alguna vez expresó: “Los maestros universitarios deben ver con cariño su trabajo: Un maestro que sigue aprendiendo, sabrá seguir enseñando. Lo más importante de un maestro es dar el ejemplo. Los maestros son modelo para los alumnos”.

En 1966 el Consejo Universitario lo designó Director de la Escuela de Derecho, donde señaló: “Siempre he pensado que los alumnos aprovechan mejor sus cursos con maestros medianos, pero cumplidos, que con grandes luminarias del Derecho, que sólo se presentan esporádicamente”.

En septiembre de 1967 fue nombrado Rector, y le tocó presidir la ceremonia de aniversario de los veinticinco años de la Universidad de Sonora. En septiembre de 1968 decidió renunciar a la Rectoría. En ese entonces señaló: “Yo tengo la convicción de que los cargos de cualquier naturaleza que uno asume no son para toda la vida. Cuando uno acepta un cargo debe de ser consciente de que algún día tendrá que dejarlo; hay que tener presente que ningún puesto es vitalicio y lo importante es saber salirse a tiempo y en forma digna”.

Durante su rectorado, Roberto Reynoso Dávila planeó y realizó una reestructuración de la institución, para lo que solicitó la colaboración del Centro de Estudios Educativos A. C., que en ese entonces dirigía el doctor Pablo Latapí. El llamado “Plan de Desarrollo de la Universidad de Sonora”, en el cual se contemplaban como de alta prioridad las funciones de planeación y desarrollo, fue como modelo para la reestructuración de todas las universidades de la República.

“La Universidad de Sonora para mí es la vida misma. La Universidad para mí no son los muros ni las columnas de los edificios, para mí la Universidad es una idea, es un pensamiento, es la cultura que preserva la institución, es la investigación que se hace día a día a través de la enseñanza, para mí la Universidad es espíritu, por eso debe uno enamorarse de ella…”, dijo en entrevista don Roberto Reynoso Dávila, quien hoy nos ha dejado para convertirse en un ser inmortal.

Descanse en paz.