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GALERÍA | Líderes mundiales marchan por Charlie Hebdo

Más de un millón de personas desbordaron los bulevares de París durante una marcha encabezada por decenas de gobernantes mundiales en favor de la unidad contra el terrorismo, la más multitudinaria en la historia de Francia a decir de las autoridades.

Por su parte, millones de personas más efectuaron movilizaciones en otras partes del territorio francés y en el mundo para repudiar los tres días de terrorismo en los que murieron 17 personas en esta nación.

En medio de intensas medidas de seguridad y con multitudes similares a las que siguieron a la liberación de París del yugo nazi, la ciudad se convirtió en «la capital del mundo» por un día, en un planeta cada vez más vulnerable a actos de crueldad como los acontecidos recientemente en Francia.

Más de 40 gobernantes y funcionarios de alto rango de diversos países encabezaron la sombría procesión, incluidos el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente palestino Mahmud Abbas, además del presidente ucraniano Petro Poroshenko y el canciller ruso Serguei Lavrov, quienes dejaron de lado sus diferencias frente al clamor común: estamos unidos contra la barbarie y todos somos Charlie.

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Cuando menos entre 1,2 millones y 1,6 millones de personas avanzaron lentamente por las calles detrás de los gobernantes y en otras partes de Francia en una muestra de luto por las víctimas de los ataques al periódico satírico Charlie Hebdo, a un supermercado judío y a la policía, hechos de violencia que calaron hondo en la percepción interna de seguridad en el país, en una manera que algunos compararon con el impacto en la población de Estados Unidos después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

«Todo nuestro país se elevará hacia algo mejor», declaró el presidente francés Francois Hollande.

Los detalles de los ataques continuaban surgiendo. Un nuevo video muestra a uno de los atacantes cuando jura lealtad al grupo Estado Islámico y explica en detalle cómo serían los ataques. Ese agresor, Amedy Coulibaly, también fue vinculado con otro ataque a tiros, dos días después de que él y los hermanos autores de la masacre en el Charlie Hebdo fueran aniquilados en operaciones simultáneas de la policía.

Los ataques terroristas en Francia han puesto a prueba el compromiso pleno de orgullo del país hacia sus libertades, que podrían ser acotadas para garantizar una mayor seguridad. Los participantes en las movilizaciones reconocieron que los acontecimientos marcaban un antes y un después para la nación.

«El de hoy es un mundo diferente», declaró Michel Thiebault, de 70 años.

En una imagen que ilustraba ese cambio, camionetas de la policía eran aclamadas cuando pasaban entre las multitudes, situación nada habitual durante las numerosas protestas que han tenido lugar a lo largo de la historia de rebeliones en Francia, donde manifestantes y agentes suelen estar en bandos opuestos.

Muchos participantes en la movilización se mostraban muy cooperativos: ayudaban a desconocidos para que dieran con domicilios, aclamaban y lloraban juntos. Tristes y furiosos pero firmemente decididos a defender su libertad de expresión, los manifestantes rindieron un homenaje a los fallecidos en los actos de violencia y agitaron en lo alto bolígrafos o banderas de otras naciones.

Grandes movilizaciones tuvieron lugar en diversas partes de Francia y en grandes ciudades del mundo como Londres, Madrid y Nueva York —todas éstas escenario de ataques de extremistas vinculados con al-Qaida_, así como en El Cairo, Sidney, Estocolmo y Tokio.

En París, el Ministerio del Interior indicó que «el tamaño de esta manifestación sin precedentes hace imposible dar una cifra específica (de participantes)», y subrayó que las multitudes fueron tan grandes que no cabían por la ruta oficial de la marcha debido a lo cual se desbordaron hacia otras calles.

Después, el ministerio señaló que 3,7 millones de personas participaron en las diversas marchas que hubo en Francia, incluidas aproximadamente 1,2 millones y 1,6 millones en París, pero agregó que proporcionar una cantidad exacta es imposible debido a la enorme afluencia.

«Espero que cuando termine el día de hoy todo el mundo esté unido. Todo el mundo: musulmanes, judíos, cristianos, budistas», dijo Zakaria Mumni, quien estaba en la Plaza de la Republica a primera hora del domingo. «En primer lugar somos seres humanos y nadie merece ser asesinado así. Nadie».

En la Plaza de la República aplausos ensordecedores saludaron el paso de los diversos gobernantes que marchaban en medio de estrictas medidas de seguridad y en un clima de unidad frente a la adversidad.

Las familias de las víctimas, entrelazadas unas con las otras, marcharon al frente con los gobernantes mundiales y periodistas que trabajan en el Charlie Hebdo. Muchos lloraban abiertamente.