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GANFER: 30 años ayudando a sonorenses

Luisa Alejandra Gándara, directora de la fundación, en entrevista con Ruiz Quirrín platica de la historia de labor social de su familia; confiesa que el espíritu del altruismo lo trae en la sangre

Por Redacción

Fue en 1991 cuando Javier Gándara y Marcela Fernández de Gándara fundaron GANFER con el propósito de ayudar a la comunidad hermosillense, sin embargo, años más atrás, la familia Fernández ya contaba con un antecedente de labor altruista.

Todo comenzó con el abuelo, Don José Ramón Fernández Suárez (llamado “El Gachupín”, dado que era de origen español), que además de ser un exitoso empresario, fundador del Molino La Fama, dedicó parte de su tiempo a obras de ayudas.

“Él llegó aquí con ánimo de querer hacer una mejor comunidad fue co-fundador de la Universidad de Sonora, fue el mayor donador de libros a la Unison; esta historia de filantropía viene de muchos años atrás. Mi mamá lo hace formalmente a través de una institución hace 30 años”.

Eran cuatro los hijos de Ramón Fernández: Faustino (+), Serafino, José Ramón y Marcela. Todos recibieron el ejemplo de la ayuda social. Pero fue la señora Marcela Fernández quien allá en 1991 decidió establecer formalmente una institución para dirigir todas las actividades con orden, se trató de “Fundación Ganfer”.

Javier Gándara y Marcela Fernández de Gándara con su visión y liderazgo han establecido programas de trascendencia e impacto social.

El programa con el que comenzaron fue uno enfocado a la prevención de la enfermedad del alcoholismo, dirigido a preparatorianos y universitarios. Esto provocó que toda la familia, Gándara Fernández, padres e hijos, se involucraran.

“La educación se mama, lo que ves en casa es lo que tiendes a repetir, los seis hijos hemos visto a mis papás trabajando por su comunidad, como una responsabilidad de ayudar a mejorar lo que está alrededor, porque no todo el que tiene ayuda y esa es una realidad”, aseguró Luisa Alejandra Gándara, actualmente directora de Fundación GANFER.

Comentó que su familia realiza este trabajo altruista por pasión, por amor, porque les gusta y es lo que han visto de siempre.

“Lo sentimos como una responsabilidad social y queremos que nuestros hijos crezcan de esa manera y los involucramos desde ahorita y queremos mejorar nuestras comunidad, donde toda la vida hemos crecido”.

¿Por qué la responsabilidad social, qué implica eso?

Viene de lo que hemos visto, es algo que se trae en la sangre. Viene de generaciones atrás. Mis amigas me preguntan “¿no te da flojera?”. Y les digo es algo que me viene tan natural, con tanto gusto lo hago porque toda la vida lo he visto. Me encanta y me gusta crear comunidad y sumar gente.

Me ha tocado recorrer Hermosillo y el Estado por la situación política de mi papá. Me tocó mucha gente en colonias que gente se me acercaba y me decía tu mamá me ayudó a esto o aquello… Ayudas que ella probablemente ni se acordaba. Ella dice yo ayudo sin esperar nada a cambio porque si esperas las gracias o reconocimiento vas a estar amargado si no te lo dan. Ella ayuda desinteresadamente, es un poco la filosofía de la fundación.

Hubo un momento que tu heredaste esto ¿cómo se da, hubo una votación democrática, levantaste la mano, ‘dedazo’…?

Hace ocho años, fue dedazo (risas)… Cada quien tiene su función, mis hermanos están enfocados en los negocios, mi hermana Ana Marcela y yo estamos en la fundación. Ella es psicóloga con maestría en terapia familiar, creó el programa de bullying Pasos para la Paz; vamos a las escuelas promoviendo ambientes de paz, comunicación asertiva, solución de conflictos y se les da pláticas a padres, alumnos y maestros para detectar a tiempo los ‘focos rojos’.

En el estudio de “Primera Plana Digital”, la directora de Fundación GANFER en entrevista con Ruiz Quirrín.

Muchos dicen es la carrilla, de toda la vida, pero la verdad es que con las redes sociales el bullying ha tomado una fuerza, por ejemplo los índices de suicidio han aumentado. Porque antes te hacían bullying en la escuela, y cuando te ibas a tu casa ya estabas en un ambiente seguro, pero ahorita a través de las pantallas el bullying te sigue hasta tu casa.

¿La fundación Ganfer tiene alguna forma de evaluar este programa en específico?

Sí, todos nuestros programas son medibles. Pero por ejemplo los de prevención como este que comentaba de Un Paso a Tiempo, es más difícil de medir, porque te lleva muchos años. Pero en el caso de Pasos por la Paz se mide por escuela, estamos en nueve estados de la República.

¿Tienen el dato del número, hasta dónde llegan las redes de la fundación con sus programas?

Sí; el año 2020 que tuvimos que dejar de hacer los programas presenciales, todo lo cambiamos a lo virtual y el impacto fue de 19 mil beneficiados directos (nuestros cálculos es que por lo menos se impactan a tres personas más), es decir de manera indirecta serían alrededor de 55 mil personas.

¿Quisiera que nos platicaras de los proyectos que siguen?   

Te explico los programas de Fundación GANFER, porque quizá la gente sabe que ayudamos, pero no en qué. Nosotros tenemos el programa de prevención de adicciones con Un Paso a Tiempo; Pasos para la Paz, que es el de bullying como te expliqué y se imparte a maestros, alumnos y padres de familia; el de Mejorando Nuestra Vida, este programa yo lo amo porque es medible, es un programa de autoempleo para mujeres, son talleres de Gastronomía y Cosmetología (tenemos lista de espera). Son gratuitos, se inscriben en la página de la fundación.

Nosotros teníamos 20 personas presenciales, pero ahora lo estamos haciendo virtual y se nos conectan hasta 120 (en cada taller damos 5 espacios para que de otras partes de la República se inscriban).

Las señoras aprenden y luego empiezan. Hay casos como una persona que ya está vendiendo en comedores industriales. Otra estudiante del ITH que entre horas libres pone pestañas y con eso pagó su semestre. Hay muchas historias.

Otro programa es la Casa Hogar María Goretti de atención a niñas y niños entre 8 y 14 años.

Me decías que primero era con dinero de la familia, pero también han logrado recursos ¿Cómo captas recursos?

La plataforma principal para que la Fundación avance es con el apoyo de la familia, pero además sobrevivimos con donativos de la gente y también bajamos recursos etiquetados.

¿Quién envía esos recursos etiquetados?

Por ejemplo nos apoyan instituciones como Nacional Monte de Piedad; en Sonora recibimos de Fundación Dar Más; metemos mil convocatorias y de esas pegrán alguna pero nos la pasamos ‘perreando’…

Restan 90 días del año, nos hablabas del Festival de Chef ¿Cómo cerramos agenda?

Es el evento máximo que tenemos este año y ya lo vamos a poder hacer presencial (el año pasado no pudimos por la pandemia). Este año se llama “Sabores del Desierto”, es un festival donde con el Semáforo Amarillo epidemiológico nos está permitiendo el 50% de la capacidad del lugar, entonces serán 3 mil personas (en ese lugar caben 6 mil).

Estamos contentos, los restauranteros están emocionados, la gente está desesperada por un evento de este tipo presencial. Vamos a tener todos los cuidados y protocolos necesarios. 

¿Dónde será y qué día?

En Grand Agave, el 17 de noviembre. Se suman todos los restaurantes. Hay escenarios, música, vienen chefs de fuera y hacen estos shows de cocina. Está el Pabellón de la Cerveza artesanal, el Pabellón del bacanora.

¿Qué busca con esto Ganfer?

Este festival es mi bebé, entré a la fundación hace ocho años por este evento. Así me engatusó mi mamá, me dijo necesito que me hagas un evento y entonces creamos esto y ha crecido. Empezó como un evento de recaudación y ahora es un referente gastronómico de Sonora. Sumamos a toda la comunidad gastronómica, artística, proveedores.

Es un gran esfuerzo, porque para lograrlo tenemos que buscar recursos. Mira, mucha gente cree que Fundación Ganfer no necesita dinero y no es cierto, sí necesitamos, nosotros nos manejamos con un presupuesto, somos una empresa sin fines de lucro pero al final de cuentas tenemos nuestras obligaciones como cualquier institución. Presupuesto, objetivos, flujo mensual, somos una IAP.

¿Cómo contactarse con la fundación? 

Tenemos nuestra página www.fundacionganfer.org. Ahí se pueden inscribir como voluntarios, vienen nuestros programas, y también nuestras redes sociales Facebook e Instagram.

Te veo y escucho hablar con mucha emoción, se advierte que eres una persona sensible, en este mundo donde hay tanta miseria, pero también tanta generosidad, ¿Qué es lo que te ha emocionado más, según las experiencias? ¿Es un alimento? ¿Te llenas con esto?

Te decía que no todo el que tiene ayuda, si puedes tener viaje, y la parte superficial de vida, pero esta parte es lo que verdaderamente te llena el alma. Cuando me fui a Estados Unidos ocho años siempre me faltó esa parte social, de hacer algo por mi comunidad, porque lo he hecho siempre. Mi mamá nos involucró desde que tenía 12 años que eran presidentes del Patronato de Catedral. Después fueron de Canacintra y ella hizo el ADEC (Asociación de Damas Entusiastas de Canacintra). Nosotros hemos recorrido este caminar con ellos desde niños y siempre nos han enseñado el servicio social, nuestras empresas son Socialmente Responsables (ESR), están yéndose a la sustentabilidad, en los invernaderos que tenemos reutilizamos el agua, reciclaje de plásticos. Es una congruencia de toda la familia.

Yo dirijo este barco de fundación, pero cada mes voy y presentó al Consejo, donde están mis hermanos, y les expongo mi trabajo y ellos me autorizan, hacen observaciones, es una fundación familiar y eso es importante para la trascendencia. Aquí se está pasando de una generación a otra, pero mi mamá sigue siendo la presidenta, la líder, ella sigue dirigiendo. Ella sola y sin haber estudiado una carrera, me dice, yo espero que tú lo hagas mejor, puesto que tienes la preparación, entonces creo que eso ha sido la diferencia.

¿Puedo preguntarte cómo están tus papás, de salud, Javier sigue levantándose temprano y haciendo bicicleta?

Sí, están muy bien. De hecho acabamos de estar en un viaje porque cumplieron 49 años de casados y estuvimos todos. Somos una familia muy unida y estuvieron muy felices. Mi mamá está bien, con el ánimo de siempre… Yo veo por ejemplo estos casi dos años de pandemia que nos tuvimos que encerrar unos más que otros, pero por ejemplo mi mamá que ha estado más encerrada, ella para empezar diario anda con el pelo como siempre la ven, perfecta, enjoyada, divina como siempre y además tiene sus clases por zoom, está estudiando, es un súper ejemplo. Y por supuesto, tiktok que hacemos, tiktok que se hace viral.

Finalmente, veo que es muy delgada la línea entre llevar a cabo una actividad de este tipo y pensar en la política, pienso en tu papá, expresidente municipal, excandidato a la gubernatura, se dijo que tu mamá podría ser alcaldesa de Hermosillo ¿tú estás segura de tu destino en ese sentido?

Yo por hoy estoy perfecta donde estoy, dedicándome a la filantropía, muy contenta aquí y por ahora no tengo ninguna inquietud política. Y ahorita que decías eso, mi papá precisamente, lo que mi papá lo llevó a buscar esos puestos políticos, era eso, la trascendencia, el querer mejorar su estado; en la ciudad lo pudimos ver, los grandes cambios en infraestructura que se hicieron fueron en ese trienio. Y mi mamá, trajo programas sociales y su experiencia social a hacerla en el DIF. Una anécdota rápida: cuando entraron era septiembre, mi mamá quería empezar con los talleres, entonces le dijo a Alberto Nevares, que era el director del DIF, “Bueno ya, qué necesitamos para empezar”. Le respondieron “no que el presupuesto llega hasta abril”… “¿Cuánto necesitamos para empezar, Licenciado?”, le dijo… No pues tanto… Sacó la chequera y vámonos. Obviamente fue dinero que se quedó en el DIF donado.