Harfuch 2025: el rostro de la nueva estrategia de seguridad que Washington observa con lupa

Por Redacción PPD
El año 2025 quedará marcado en la agenda política mexicana por un nombre que dejó de ser exclusivamente técnico para convertirse en figura estratégica: Omar García Harfuch.
Un perfil publicado por The New York Times colocó al titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en el centro de la conversación internacional, no solo por los resultados que presume el nuevo gobierno, sino por el giro de fondo en la política de seguridad de México.
El diario estadounidense describe a Harfuch como el principal punto de contacto entre México y las agencias de seguridad de Estados Unidos, destacando que el intercambio de inteligencia entre ambos países se ha incrementado de manera sustancial. En paralelo, subraya que el presidente Donald Trump ha desplazado su retórica más agresiva hacia los narcotraficantes de Sudamérica, reduciendo la presión directa sobre México.
El reconocimiento, sin embargo, viene acompañado de cautela, ya que analistas citados por el Times advierten que, aunque Harfuch merece crédito por avances visibles, los cárteles mexicanos siguen siendo estructuras demasiado poderosas, ricas, armadas y profundamente incrustadas en el sistema político como para pensar en una erradicación total a corto plazo.
El propio Harfuch explicó al medio que su estrategia se basa en un enfoque multifacético: inteligencia más precisa, fortalecimiento de investigadores y fiscales para asegurar condenas y una coordinación operativa más estrecha entre fuerzas federales y estatales. Un planteamiento que, según el New York Times, rompe con la política de “abrazos, no balazos” del expresidente Andrés Manuel López Obrador y marca un contraste claro bajo la administración de Claudia Sheinbaum.
El nuevo gobierno, señala el diario, ha desplegado miles de elementos de seguridad para patrullar bastiones criminales y ejecutar golpes quirúrgicos contra estructuras delictivas, una estrategia que ha sido bien recibida en Washington. Funcionarios de la administración Trump han elogiado la cooperación bilateral en materia de seguridad bajo la conducción de Harfuch.
Durante la entrevista, el secretario se mostró confiado ante los constantes señalamientos del presidente estadounidense sobre una posible intervención directa contra los cárteles mexicanos. “Han sido muy respetuosos con la soberanía”, afirmó. “Si no tuviéramos resultados, me preocuparía. Pero cada vez estamos obteniendo más”.
Harfuch destacó que ambos países comparten hoy más inteligencia para frenar el flujo de drogas hacia el norte y de armas hacia el sur, incluso con vuelos de vigilancia estadounidenses sobre territorio mexicano, siempre a solicitud del gobierno federal. “No necesitamos tropas extranjeras; necesitamos información”, subrayó.
Sobre el combate a los cárteles, fue contundente: la estrategia busca golpear desde abajo, desde el centro y desde arriba. Al ser cuestionado por el debilitamiento del Cártel de Sinaloa y el posible fortalecimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación, respondió que los cambios en la dinámica criminal —menos caravanas, ataques más aislados— reflejan una presión sostenida que no será sostenible para las organizaciones.
El New York Times también recoge cifras oficiales: Harfuch cita una reducción del 37 % en la tasa diaria de homicidios desde la llegada de Sheinbaum al poder. No obstante, analistas advierten que los 21 mil 743 homicidios registrados hasta noviembre representan una baja del 22 % respecto al año anterior, mientras otros delitos van al alza: secuestros y extorsión crecieron 3 % cada uno, y las desapariciones aumentaron 9 %.
Organizaciones de derechos humanos han sugerido que parte de los homicidios podrían estar siendo reclasificados como desapariciones, acusación que Harfuch rechazó, asegurando que muchas personas reportadas como desaparecidas han sido localizadas.
Un detalle simbólico cerró el perfil del Times: durante la entrevista, un teléfono rojo sonó dos veces en el escritorio del secretario. Era la línea directa con la presidenta Sheinbaum. “Tenemos que reducir la extorsión”, le dijo. Harfuch explicó que la mandataria se reúne con pequeños y medianos empresarios afectados. “Hay una obligación de entregar resultados”, afirmó.
En 2025, Harfuch no solo encabeza la estrategia de seguridad: se ha convertido en uno de los termómetros políticos más sensibles del nuevo gobierno, observado tanto dentro como fuera del país.







