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“Infraestructura Social”, Clave para reducir la pobreza en Sonora: Manuel Puebla

Confirma que siete municipios sonorenses salieron de pobreza; apuestan a programas estratégicos e “Infraestructura Social”

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Mejorar la calidad de vida de los sonorenses, es el legado que busca dejar la actual administración de la gobernadora Claudia Pavlovich, asegura el secretario de Desarrollo Social en la entidad.

Manuel Puebla, recibió a “Primera Plana” en su despacho para platicar sobre sobre los programas y estrategias implementadas para cerrar la brecha de marginación entre los sonorenses.

El funcionario estatal que en enero próximo cumple un año de haber arribado a la oficina de SEDESSON, revela que existe una alta desconfianza en la gente, producto de acciones de malos servidores públicos. “La gente ya está harta de quienes van y le prometa cosas; en la realidad si no le llegas con una acción concreta no hay manera de recuperar esa confianza”.

¿Cómo te has sentido en esta encomienda, como Secretario de Desarrollo Social, qué tal te ha resultado?

Muy contento. Después de haber estado nueve años como secretario particular de la Gobernadora, que es una alta responsabilidad, hoy tengo la oportunidad de estar en una secretaría que todos los días te da la oportunidad de ver la necesidad de primera mano y que te recuerda para qué entraste al servicio público: para mejorar la calidad de vida de las personas. Creo que soy el integrante del Gabinete más afortunado de todos, porque tengo oportunidad de poder tratar de resolver las carencias de la gente y no perder esa sensibilidad que el servidor público debe tener.

¿Qué es lo que recurrentemente te dice la gente, cuando ven al funcionario acercarse a las comunidades?

Hay un sentimiento de desconfianza, se ha dado en las últimas décadas un divorcio entre el gobierno y la gente, alimentado por las malas acciones de servidores públicos y la Gobernadora nos ha pedido desde el primer día de su gobierno, que alimentemos esa confianza y para poder recuperarla no existe otra manera que con hechos, acciones, realidades, con lo que la gente pueda palpar, un beneficio real, lo demás es palabrería y la gente ya está harta de quienes van y le prometa cosas; en la realidad si no le llegas con una acción concreta no hay manera de recuperar esa confianza y en eso hemos enfocado las baterías del Gabinete Sectorial de Desarrollo Social en cumplirle a la gente, no hacer promesas sino tratar de ofrecerles acciones que vayan en sentido de qué es lo que sí podemos hacer y cambiar esa perspectiva de desconfianza. La percepción que tiene la gente de la gobernadora es de cercanía, de trabajo; los miembros del gabinete debemos acompañarla y emularla.

Están sobre el quinto año de Gobierno y la gobernadora Claudia Pavlovich en algunas ocasiones había manifestado que la pobreza en la entidad era una de las situaciones más sentidas ¿más allá de los números cómo percibes que se ha atacado este rezago?

El 13 de septiembre de 2015 la gobernadora dio el discurso de apertura donde decía que el gran legado de su gobierno quería que fuera mejorar la calidad de vida de los sonorenses. Los indicadores nos hablan de que ha habido importantes avances en las carencias y es importante no medir la pobreza como un solo número, porque la pobreza es un tema multifactorial. Y también tenemos que considerar el humor social, qué siente, qué necesidades tiene. Antes lo que me pedían era apoyo para una casa, un cuartito más, ahora lo que buscan es un empleo. Aunque ha habido un progreso, ahora la pobreza es más lacerante y difícil. Es más difícil escalar socialmente, la cuesta está más empinada. Entonces hemos tratado de dirigir programas que apelen a la corresponsabilidad social, tratar de hacer más fácil la cuesta al ciudadano y en ese sentido sí ha habido avance.

¿Los números qué dicen en ese sentido?

Ha habido un avance si acaso marginal, pero avance, no hay retroceso. Del 2008 al 2018 en la medición de CONEVAL pasamos de una pobreza extrema de 4.4 a 2.6%. Cuando la media nacional de pobreza extrema está en un 7.4, estamos muy por encima de la media.

En cuanto a pobreza, pasamos de 29.4 a 28.2% son alrededor de 3 mil sonorenses que dejaron la pobreza. Al fin de cuentas en diez años hay un avance. No hemos retrocedido y seguimos manteniendo las filas de la pobreza y eso nos habla de que tenemos que ser más eficientes, porque la meta es erradicar la pobreza, por muy utópico que suene, es una meta.

Ahora, cómo erradicarla: tenemos que orientar mejor los recursos, que se gaste donde se tenga que gastar, como lo han hecho siete municipios donde no hay pobreza.

¿Cómo se mide, cuáles son los parámetros de la pobreza extrema?  

Esto es un ingreso menor a la línea de bienestar y tres o más carencias sociales (vivienda, seguridad social, acceso a los servicios de salud, agua, drenaje, educación).

¿Y hay municipios donde sus pobladores ya han salido de pobreza extrema?

Es correcto. Están Granados, Huásabas, Átil, San Felipe de Jesús, son municipios donde ya no hay pobreza extrema. Ellos cuentan con un Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) del Ramo 33 del Gobierno Federal. En el Gobierno del Estado hicimos una estrategia para focalizar las necesidades y junto con los municipios hicimos un censo de dónde estaban esas carencias en los 20 municipios más pequeños y se hace la estrategia para combatir puntualmente las carencias, básicamente es invertir donde se debe invertir, no andar con el FAIS poniendo foquitos en la plaza, sino dar tiros de precisión y darle a la pobreza donde le duele.

Por ejemplo, en el caso de Huépac tiene 8 millones de pesos del FAIS como reconocimiento de que ya no tiene pobreza extrema y para que no regrese a la pobreza extrema. El problema ahora es en qué se lo gasta.

Tradicionalmente en Sonora veíamos que la parte sur del estado, y comunidades yaquis eran las más golpeadas en pobreza, pero también está el caso de Hermosillo donde hay zonas como Poblado Miguel Alemán o la misma Costa ¿Cómo impactar para cambiar esas realidades?

Lo que pasa es que cuando tu mides la pobreza, en particular hay dos regiones del Estado que disfrazan su pobreza, el Poblado Miguel Alemán, que es parte de Hermosillo, si lo promedias, le ayuda y los indicadores de la ciudad y no sale tan mal, entonces no se le destina tanto dinero siendo que la pobrezas más lacerante está justamente en el Poblado, en Valle del Mayo en Etchojoa y en comunidades indígenas como el Valle del Yaqui. Por eso no me gusta basarme ciegamente en los números sino en la percepción ciudadana y de eso se da cuenta yendo y estando en las colonias. No hay de otra manera. Haces tu propio censo y constatas.

La otra manera es estar cercano para recibir y hay que estar cercanos para entregar, porque si metes intermediarios o gestores sociales muchas veces no llega. Hay que estar acompañando el proceso para que la ayuda le llegue a quien realmente lo necesita.

Tenemos que ser muy transparentes, por eso es imperdonable, y esto le digo a los alcaldes, cuando por ejemplo no meten proyectos para generar obra de infraestructura social. Es imperdonable la omisión en la ejecución de recursos, pero también la malversación de fondos y más que en cualquier rubro, es mucha responsabilidad que los recursos estén ahí y bien utilizados, porque es de conciencia social.

Y da mucho coraje encontrar insensibilidad en la burocracia, que los trámites como la Infraestructura Social se hayan detenido este año dinero destinado a la pobreza porque no se ponen de acuerdo, ya hicimos los ajuste que se tenían, pero no es posible que por una insensibilidad en un escritorio se traduzca en una consecuencia que le duele a la gente.

Hablabas del Rramo 33, las nuevas políticas del Gobierno Federal se destacan por recortes en diversos rubros ¿cómo les ha pegado en el área social y como viene para Sonora?

La nueva política del Gobierno Federal se basa en la universalidad de los programas sociales, contemplando primero que nada a los más vulnerables, sin ahondar en una crítica de si está bien o mal, es más difícil sin lugar a dudas porque si vemos los esfuerzos que se hacían antes, quitan intermediarios pero también lo hacen universal: no preguntan, no analizan, agarran a todos independientemente de si se ocupa o no. Lo que hemos encontrado en la respuesta de la gente es que nos dicen quitaron un programa como “Prospera” que bien o mal ejecutado, se focalizaba la necesidad.

Estamos viviendo una conversión y adaptación y la gente no entiende muy bien lo que está pasando y no vamos a saber si es buena o mala, sino hasta evaluar. Pero la gente tiene dinero y en teoría debería propiciar una activación para que vayan subsanando sus necesidades.

¿Es transversal, es decir, existe una comunicación entre los programas federales y estatales?

Para ciertos programas sí, por ejemplo el de las “Estancias Infantiles”, que se quitó el apoyo y se le dio a madres trabajadoras. Ahí la gobernadora nos pidió que realizáramos un censo con las estancias infantiles para ver qué niños estaban fuera del apoyo y logramos ingresar cerca de 500 madres.

Los programas los operan ellos, pero si tiene que haber una participación en Infraestructura Social porque es una parte que orienta el gasto donde realmente le duele. Somos el único estado que tiene esta oficina de evaluación.

¿Para el próximo año, cuál es la proyección que han hecho en cuanto a recursos y cuáles son los programas más fuertes?

En cuanto a los recursos federales que obtenemos se da en base a una fórmula, entonces no puede haber una variación muy grande, pero tampoco nos pueden quitar, es en base a indicadores.

En el presupuesto estatal prácticamente vamos iguales, un poco de incremento en programas sociales, hay que recordar el año pasado la Sedeson tenía solo un programa social que era “Unidos por tu bienestar”, que era entrega de apoyos a adultos mayores, donde nosotros vimos que no se impactaba en la calidad de vida de los adultos mayores y lo que hicimos fue reconvertirlo en otros tres programas, sumado a que el gobierno federal entra con la pensión para adultos mayores.

Así que esos 20 millones para adultos mayores lo reconvertimos para tres programas: “Soy Pilar”, para jefas de familia; “Soy Reacción”, para jóvenes de servicio social; y “Red Tiempo al Tiempo”, que son adultos mayores que ahora los llama a ser productivos.

¿Cuál es el presupuesto en general de la dependencia?

Prácticamente andamos en 250 millones de pesos en presupuesto total, para el próximo año se mantiene con el mismo techo, pero estamos tratando de generar una bolsa mayor.

¿Y de recursos federal?

Tenemos 5 millones más, en vez de 91, vamos a tener 96 millones de pesos. Y dependemos de que se apruebe presupuesto tanto en la federación como en el estado.

¿Cuál es el programa que consideras tiene mayor cercanía con la gente?

Depende de qué perspectiva se quiera ver, si hablamos del mayor impacto social, “Soy Pilar” es el que va con las jefas de familia y las rescata y les da un apoyo de hasta 25 mil pesos para que puedan crecer su negocio, no es la gran inversión, pero en uno que apenas va empezando te puede representar la compra de maquinaria y te puede capitalizar. Lo que hacemos es que el típico negocio de burritos o estética que no alcanza a despegar, con una inyección así de capital le puede significar algo importante. Insistimos, el gasto se ha hecho en activo, maquinaria, y no en gasto corriente.

Te encuentras casos muy interesantes que describen no solo el valor de las mujeres sonorenses y del sonorense en general, echado pa’ delante, que vence cualquier obstáculo que con el trabajo va sacando a su familia.

¿Cuántas beneficiados tiene este programa?

Al día de hoy se han entregado 180 créditos, 180 negocios, 180 familias beneficiadas, de una meta original de 237. La meta para este año es estar por arriba de las 250 mujeres, para ir subiendo la meta y estar alrededor de las 300 mujeres nuevas apoyadas.

A veces todos estos programas de apoyo social se prestan a la tentación del uso electoral, de alcaldes o funcionarios ¿qué candados tienen previstos para controlar esta situación?

Primero tenemos que ser cuidadoso con el uso de datos personales que nos pide la Ley. Y tradicionalmente sí, más en DIF, Desarrollo Social, o instancias sociales, se ha entendido la idea de que son plataformas donde se puede generar una rentabilidad electoral, tradicionalmente así se ha visto. Yo creo que hoy más que nunca, ha habido una evolución de la misma gente, ya no puedes pensar que los programas de gobierno son un banquete electoral. La misma gente ya sabe que es una obligación del gobierno responder con hechos, porque al final de cuenta están pagando con impuestos y es un retorno a la inversión que ellos hacen.

Ha habido un cambio de mentalidad importante, tanto en los que reciben, que son sujetos de derecho, y también tiene que haber un cambio de actitud en los gobiernos. Y el candado que estamos poniendo es el de la Máxima Publicidad, cuidado la Ley de Datos Personales, transparentando.

¿Qué reto observas para el próximo año en Desarrollo Social?

Seguir realizando acciones puntuales. Atacando la pobreza donde le duele, de manera quirúrgica y sobre todo seguir acercando el gobierno a la gente. Generando este sentimiento de confianza, o recuperado esta confianza por medio de nuestras acciones, es como se puede llamar a la solidaridad y corresponsabilidad social.