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Invasión de Rusia a Ucrania

Por Dr. Jorge Ballesteros

Ucrania está pagando la factura de ser el estado tapón entre dos bloques, el de occidente de la OTAN y el de la Federación Rusa.

Una invasión de Rusia a Ucrania largamente anunciada por los medios de comunicación hegemónicos de Estados Unidos que de una forma histérica, crearon un ambiente bélico, catastrofista, de terror, al pronosticar ambientes dantescos, al decir que iba ser la destrucción de Ucrania y el exterminio de grandes núcleos de su población. Sin embargo, lo que hemos observado es que no ha sido una guerra clásica de destrucción de la infraestructura y ataques a la población civil, como la observada en Siria, Irak, Libia o Yemen —en que los Estados Unidos participaron junto a Francia e Inglaterra—, sino más bien como le llaman ahora, una guerra hibrida, en que se usan a mercenarios y grupos prorrusos y antirrusos, como en las provincias separatistas de Donetsk, con predominio de población ruso parlante, que quiere su independencia de Ucrania y cuyo conflicto ya ha durado ocho años.

El conflicto en un principio se circunscribió a la periferia de Ucrania, a los territorios separatistas de las provincias prorrusas de Donetsk y Lugansk, y los ataques no fueron a la población civil sino a instalaciones militares estratégicas, aunque claro desgraciadamente siempre hay víctimas colaterales tanto militares como civiles; al momento de escribir esto, el conflicto se ha ampliado a Kiev la capital y otras ciudades.

Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin.

La ONU ha reportado 240 bajas incluyendo la muerte de 64 personas, Ucrania dice que son 198 los muertos desde el 24 de febrero, que inicia esta confrontación, muy lamentable cualquier pérdida humana, si lo sabremos los mexicanos que, en solo tres años de este nefasto sexenio de López Obrador, han muerto más de 100,000 personas por el crimen organizado, y más de 317, 303 muertes por la manera torpe e irresponsable en que este gobierno manejó la pandemia del coronavirus.

Pero veamos el trasfondo que hay en esta pelea de estas superpotencias, uno lo ve Rusia versus la OTAN o versus EE.UU., pero ¿qué intereses representan cada uno?

La verdadera razón clave por la que Putin está arriesgando todo por una posible invasión de Ucrania es la estrategia de defensa nacional de Rusia que ve a Ucrania como parte de la OTAN como una amenaza existencial para la pervivencia de Rusia.

La configuración geopolítica actual, demuestra la presión que Estados Unidos y sus aliados cercanos de la OTAN ejercen sobre Rusia. Han pasado varias décadas desde la desaparición de la URSS y los Estados Unidos y la OTAN han tratado de empujar a Rusia de regreso a su territorio continental con la continua ampliación de la OTAN y el continuo cerco de Eurasia (frente europeo contra Rusia y frente del Indo-Pacífico contra China).

En cuanto se disolvió la URSS, tres países neutrales —Austria, Finlandia y Suecia— se convirtieron en ‎miembros de la Unión Europea. La Unión Europea y la OTAN son una sola entidad —la UE es el ‎ala civil y la OTAN es la militar— y las dos tienen su sede en Bruselas.

Según el Tratado ‎sobre la Unión Europea, modificado por el Tratado de Lisboa (artículo 42, párrafo 7), la OTAN ‎asume la defensa de la Unión Europea, independientemente de que todos los miembros de la UE ‎sean o no miembros del bloque atlántico. De hecho, aquellos países “neutrales” dejaron de serlo ‎al convertirse en miembros de la Unión Europea.

 

Ampliaciones de la OTAN

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky.

En 1993, el Consejo Europeo reunido en Copenhague anunció que los países del centro y del este ‎de Europa podrían incorporarse a la Unión Europea. A partir de entonces, los ex miembros del ‎bloque soviético emprendieron el proceso de incorporación a la OTAN, sin más obstáculo que las ‎tradicionales observaciones provenientes de Rusia. ‎

Pero en los años 1990, Rusia era sólo la sombra de sí misma. Sus riquezas fueron sometidas al ‎saqueo de 90 individuos que se dieron en llamar los “oligarcas”. El nivel de vida de los rusos ‎se derrumbó y su esperanza de vida disminuyó en 20 años. En ese contexto, nadie prestaba ‎atención a lo que decía Moscú. ‎

En 1997, la cumbre de la OTAN reunida en Madrid exhortó los ex miembros del bloque soviético ‎a unirse al Tratado del Atlántico Norte. En 1990, la extensión de la OTAN sobre el territorio de la ‎ex RDA se había pactado con Moscú. Pero cuando la República Checa, Hungría y Polonia ‎se convirtieron en miembros de la OTAN (en 1999), Estados Unidos estaba violando la ‎palabra que había dado a Moscú. ‎

Estados Unidos volvió a romper su promesa en 2004, cuando Bulgaria, Estonia, Letonia, ‎Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia también se convirtieron en miembros de la OTAN. ‎Estados Unidos tampoco respetó su palabra en 2009, así que Albania y Croacia también pasaron ‎a ser miembros de la OTAN. Lo mismo sucedió en 2017, con la incorporación de Montenegro, y ‎en 2020, con Macedonia del Norte. ‎

Ahora resulta que Ucrania y Georgia también podrían convertirse próximamente en miembros de ‎la OTAN mientras que Suecia y Finlandia podrían renunciar a la “neutralidad” —que ya es sólo ‎teórica— para integrarse abiertamente a las filas de la alianza atlántica. ‎

Lo que era inaceptable en 1990 sigue siendo inaceptable hoy en día. Es inconcebible que ‎la OTAN emplace misiles a sólo minutos de vuelo de Moscú. Es la misma situación que ya se vio ‎en 1962. Estados Unidos desplegó misiles a las puertas de la URSS, en Turquía.

Vinieron duras sanciones económicas de la administración Biden de Estados Unidos, cuando Putin reconociera la independencia de las dos repúblicas separatistas de Ucrania: Donetsk y Luhansk, además de las provincias prorrusas de Donetsk y Lugansk, Moscú ya admitió en 2008 la independencia de Abjasia y Osetia del Sur y se anexionó unilateralmente Crimea en 2014.

Hay muchos intereses en juego, lo dijo Putin, en realidad Ucrania dice que es un invento comunista, porque Ucrania era parte del imperio ruso, estaba bajo el mando del zar y a Lenin le convenía que se independizara en la revolución de 1917, para hacer la revolución también en Ucrania como sucedió, después Ucrania comunista pasó a ser parte de la URSS, hasta su disolución en 1990 en que Ucrania se independiza de Rusia un poco después de la caída del muro de Berlín

Biden sancionó a Rusia, lo cual lo veíamos venir y la jugada de Putin es muy clara iba a ir por Dombás que tiene 8 años queriéndose independizar de Ucrania, quiere ser parte de Rusia o por lo menos independiente para elegir qué ser. Putin los reconoció, metió al ejército ahí y la jugada estaba cantada, Biden iba a sancionar a Rusia económicamente para que no pudiera comerciar con occidente.

Putin dijo ¿Para qué me voy a quedar nada más con el Dombás? si las sanciones económicas ya las tengo encima, y amplió los territorios controlados. Por su parte Trump elogió a Putin dijo que fue una maniobra magistral, que Putin es un genio y muchos son los que dicen que Trump cuando estaba en la casa blanca, Putin y él estaban de la mano luchando contra el estado profundo, por eso se llevaban muy bien a pesar de que los medios los atacaban a ellos dos, sobre todo en occidente.

Ni Estados Unidos ni los estados miembros de la OTAN quieren un conflicto frontal con Rusia por Ucrania, que no es miembro de la OTAN. Además, Rusia no solo tendría una posición geográfica ventajosa durante tal conflicto, sino que también poseería sistemas de armas, incluidas armas nucleares, que la hacen invulnerable en su territorio y sus accesos.

Los estados miembros de la OTAN también están divididos y Francia y Alemania, más allá de las declaraciones de lealtad a la OTAN, no están en absoluto preparadas para entablar un conflicto con Rusia. Es por tanto la conflictividad indirecta la que se favorece, con Ucrania, la guerra mediática y las amenazas de sanciones económicas y financieras.

Los planes de defensa militar de Rusia se basan en la suposición de que los ejércitos occidentales enemigos invadirán Rusia una vez más al igual que Napoleón, el emperador Guillermo o Hitler. Por esa razón, Rusia necesita áreas de protección intermedias amplias y sólidas. Esas áreas de protección, esas separaciones geográficas son una necesidad imperiosa para Rusia. En el norte, Rusia tiene una llamada Finlandia, que mantiene a los ejércitos enemigos lejos de San Petersburgo y demás áreas clave en el norte del país. También asegura a Rusia que el Mar Báltico no se convertirá en un mar de la OTAN.

En el centro, Rusia tiene un área de protección llamada Bielorrusia. La frontera entre Lituania y Rusia es demasiado pequeña para preocupar a Putin. Y Bielorrusia, mientras siga manteniendo su íntima coalición con Rusia, no supone amenaza alguna. Por dicha zona los potenciales ejércitos enemigos se mantienen alejados a una distancia segura.

En el sur, Ucrania es realmente el área de protección que necesita Rusia. Rusia no puede entregar Ucrania a la OTAN porque la considera una amenaza existencial. Si Ucrania se convierte en parte de la OTAN, EE.UU., Reino Unido, Alemania, Polonia, etc., etc., podrán desplegar una gran cantidad de tropas en ella con armas ofensivas, tomar el control de la base naval extremadamente importante de Sebastopol y poner en peligro mortal el corazón industrial y energético de Rusia en el Cáucaso y de la región de Volgogrado. Rusia tendría los misiles de la OTAN a solo 10 minutos de su capital.

Los alemanes sabían lo importante que eran esas áreas y que el petróleo ruso estaba allí. Por eso trataron desesperadamente de tomar esa zona con la terrible batalla de Stalingrado (Volgogrado) durante 1942-43. Debido a Sebastopol y las zonas tan ricas en petróleo y agricultura de Volgogrado y el Cáucaso, Rusia ve a Ucrania como miembro de la OTAN como una amenaza existencial, como una operación Barbarroja II que lograría destruir el país.

¿Estados Unidos o la OTAN lucharán contra el ejército ruso para defender Ucrania? No absolutamente no. EE.UU. podría enviar más tropas a los países que ya son miembros de la OTAN en el área para darles una sensación psicológica de “sentirse bien”, pero EE.UU. no irá a la guerra con Rusia por Ucrania. Nadie quiere la guerra con una superpotencia nuclear con miles de armas nucleares y aviones hipersónicos capaces de llegar a cualquier parte del mundo.

¿Rusia invadirá un país de la OTAN? No absolutamente no. Invadir un país de la OTAN significa una guerra nuclear con Estados Unidos. Putin no es estúpido.

Si no se puede hacer nada para evitar la guerra entre Rusia y Ucrania, ¿Cómo se desarrollaría esta guerra? Rusia lanzaría un gran ataque cibernético del cual obtendría la incapacitación total de las computadoras de defensa y de los sistemas de comunicación ucranianos. Luego seguirían ataques aéreos a los sistemas de defensa aérea ucranianos. Una vez que se destruyeran las defensas aéreas y la Fuerza Aérea de Ucrania, comenzaría una campaña aérea más amplia e intensa.

Esa campaña aérea masiva destruiría las defensas terrestres de Ucrania. Finalmente, Rusia lanzaría una invasión terrestre teniendo como objetivos principales la costa sur (hasta Odessa) y la propia Kiev. Tomar Odessa aseguraría la costa, aseguraría el agua potable a Crimea y facilitaría la conexión con las tropas rusas que ya se encuentran en la región separatista moldava de Transnistria.

No creo que Rusia vaya más allá del río Dniéper; tan sólo en algunos puntos estratégicos.

Tomar Kiev será importante como símbolo de que la capital ha caído. Además, Rusia podrá negociar con EE.UU. la retirada de sus tropas de Kiev a cambio de que se le levanten la mayor parte de las sanciones.

No creo que Rusia destruya gran parte de la Armada de Ucrania, sino sólo aquellos barcos que puedan representar una amenaza directa para las fuerzas rusas.

Rusia se llevará a casa la mayor parte de las armas que EE.UU. y el Reino Unido, entre otros, han enviado a las fuerzas ucranianas. Lo que no puedan llevarse a casa, lo más probable es que lo destruyan mediante ataques aéreos. Antes de regresar al lado ruso de la frontera, el ejército ruso destruiría la infraestructura de defensa ucraniana sin posibilidad de reparación. El área de Donetsk podría llegar a ser cuatro veces su tamaño actual.

Hay que decir, que toda esta enorme cantidad de armas (antiguas la mayoría) que Estados Unidos y los países europeos han llevado a Ucrania y han medio enseñado a los ucranianos a usarlas y luego se han marchado, no han sido gratis sino a crédito y Ucrania tiene una enorme deuda económica con estos países. Como en todas las guerras, son los señores de la guerra, estos buitres del complexo militar industrial, quienes siempre ganan a costa de la sangre de los pueblos beligerantes.

Pero no son los únicos buitres carroñeros que planean sobre Ucrania, ya llegó George Soros, el financiero judío, que como Ucrania iba a ser el granero de Europa, ha empezado a comprar en Ucrania grandes extensiones de terrenos de producción agrícolas y ganadera y al mismo tiempo ha comprado muchas instituciones de educación superior para adoctrinar a los jóvenes en la agenda 20-30, la agenda LTGB y el calentamiento global, etc.

Hay fuerzas oscuras moviéndose en Ucrania y medrando de este conflicto, como el hijo del presidente de Estados Unidos, Hunter Biden el cual estuvo llenándose los bolsillos de millones de dólares por los negocios turbios de la mayor empresa de gas de Ucrania Burisma Holdings, de la cual formaba parte de la junta directiva.

Acaba de aparecer en la prensa una buena noticia de que las partes beligerantes, Rusia y Ucrania se han reunido para negociar las condiciones para un alto al fuego, aunque conversaron por más de cinco horas, no se llegó a ningún resultado y emplazan a una segunda ronda de conversaciones. Roguemos a Dios por que se concrete un acuerdo para ambas partes y termine este conflicto.