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La Casa Blanca ofrecería la ciudadanía en ocho años

La reforma de inmigración propuesta por la Casa Blanca podría incluir un plan de regularización de indocumentados para que éstos se conviertan en residentes legales en un plazo de ocho años, según adelantó este sábado el diario USA Today tras acceder al borrador del texto legislativo.

El presidente Barack Obama ha afirmado en varias ocasiones que sólo firmará una ley de reforma del sistema de inmigración que incluya el acceso a la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados que se estima residen en el país. Obama aseguró además en un discurso reciente en Las Vegas que, en el caso de que las negociaciones en el Congreso se demoren, él mismo presentará ante la Cámara su propia propuesta.

Sin embargo, la Casa Blanca no había dado detalles de en qué consistiría su iniciativa para dar tiempo al “grupo de los ocho”, cuatro senadores republicanos y cuatro demócratas que hace dos semanas presentaron las bases de una reforma bipartita. Esta propuesta también incluía un proceso de regularización, pero el presidente ha evitado dar más detalles para que éstos no sean interpretados como una intromisión en los avances de las cámaras legislativas.

Este fin de semana, tras la revelación de USA Today, el nuevo jefe de Gabinete de Obama, Denis McDonough, negó la existencia de tal borrador, pero sí reconoció que la Casa Blanca continúa avanzando con un texto propio. “No hemos llevado ninguna propuesta al Capitolio aún”, declaró McDonough en el programa ‘This Week’ de la cadena ABC News. “Simplemente estaremos listos. Hemos desarrollado todas y cada una de estas propuestas para que estén listas y salgan adelante”.

El plan de la Casa Blanca establece un visado temporal que permitirá residir en Estados Unidos a los indocumentados y, después de un plazo de ocho años, podrían solicitar la ‘green card’, el permiso de residencia. La ley estipula que los residentes legales pueden solicitar la nacionalidad cinco años después.

El plan bipartito, liderado por los senadores republicanos John McCain -veterano impulsor de la reforma en 2007- y Marco Rubio, promesa hispana del partido, así como el demócrata Bob Menéndez, también incluye la regularización de los indocumentados, aunque la supedita a que una comisión intergubernamental determine que la seguridad en la frontera está garantizada.

Esta diferencia ha llevado a Rubio a afirmar este fin de semana, a través de un comunicado, que la propuesta de la Casa Blanca “morirá” nada más llegar a la Cámara, está “a medio hacer” y “seriamente equivocada”. “Es un error escribir un borrador sin ni siquiera pedir consejo a los republicanos del Congreso. El texto de la Administración Obama que ha sido filtrado es una ofensa para los que estamos trabajando en una solución seria”.

“Asegurémonos de que ni siquiera hace falta llegar a planteársela al Congreso y que el ‘grupo de los ocho’ avanza adecuadamente en su iniciativa, al menos todo lo que dicen que quieren avanzar. Eso es exactamente lo que queremos hacer: trabajar con ellos”, aseguró McDonough.

El portavoz de la Casa Blanca, Clark Stevens, aseguró además en un comunicado que la Administración mantiene su apoyo al esfuerzo bipartito que tiene lugar estas semanas en el Congreso, donde ya se han empezado a celebrar las primeras audiencias sobre la reforma. Allí han declarado desde miembros de la industria de la tecnología hasta políticos como Julián Castro, alcalde de San Antonio (Texas), dreamers e indocumentados como Juan Antonio Vargas, que llegó a trabajar, sin papeles, para The Washington Post.

EL PAÍS

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