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La lucha de las mujeres por la dignidad

Debe ser catalogada, sin reservas, como ejemplar porque han logrado plantarle cara al poder avasallante y depredador del presidente de México

Por Juan J. Sánchez Meza

Quizá no haya, hasta la fecha, una expresión colectiva en nuestro país con mayor visibilidad, consistencia, activismo, capacidad de resistencia y de denuncia, que la lucha que vienen desarrollando las mujeres en contra de toda forma de violencia y atropellos, sea familiar, institucional, delincuencial, etc.

Incluso, podríamos decir a estas alturas que no hay país democrático a lo largo y ancho del mundo en el que no se advierta, con distintos grados de intensidad y penetración, la existencia de movimientos de mujeres que, animadas por la proclama nos roban todo, menos la rabia, encontraron en la organización de colectivos la forma de evadir los obstáculos que les presentan la educación formal y las rigideces de la administración de justicia para que sus problemas sean escuchados y atendidos.

De hecho, la espontánea universalización del performance callejero Un violador en el camino, que un grupo de jóvenes chilenas presentaron en noviembre de 2019 contra la desigualdad en su país, fue la desalentadora confirmación de la semejanza de los problemas que enfrentan las mujeres en cada rincón del planeta y Las Tesis pasaron de figuras locales a fenómeno global, siendo elegidas por la revista Time entre las 100 personalidades más influyentes del mundo.

En México, el presidente de la República ha tenido dificultades para disimular el verdadero desinterés que, en lo personal, siente por el tema, lo que resulta verdaderamente preocupante en un país en el que el gobierno no existe y lo único que hay es un hombre regalando dinero y dando órdenes a un ejército de silentes subordinados que conforman los integrantes del Poder Ejecutivo y los legisladores de su partido.

Debe decirse, sin embargo, que el presidente de México no traiciona compromiso o convicción alguna en el campo de los problemas de género, en la medida de que en su discurso de campaña, salvo la repetición de lugares comunes, nunca adoptó un compromiso cierto y definido frente a los problemas de las mujeres mexicanas, no se diga ya en el ejercicio del cargo cuando, a propósito de los reclamos de colectivos de mujeres, dijo que lo que se quería era cambiar el rol de las mujeres, lo que contrastaba con la tradición de México en que las hijas […] “siempre están pendientes de los padres, de los papás, de las mamás”. Con el mismo desinterés aborda la tragedia del feminicidio, la cancelación de las estancias infantiles o los programas para atender a mujeres afectadas por cáncer de mama.

El caso del candidato de Morena al gobierno del estado de Guerrero, acusado de violación por varias mujeres, obligó al presidente a posicionarse de nuevo, haciendo gala de sus dotes de defensor oficioso, alegando en favor del señalado que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, disimulando de mala manera lo que en realidad es un reclamo no ante los tribunales, sino frente a la indignante desfachatez de colocar a contender por el cargo de gobernador a un reconocido abusador y sinvergüenza.

A la hora de escribir este artículo, se ha restituido el proceso interno de Morena para la designación de candidato al gobierno de Guerrero, a través de una resolución que ha sido calificada por las propias mujeres militantes de Morena como una decisión ambigua en la medida en que no se excluye la concurrencia de la figura de Salgado Macedonio en la reposición del proceso, cuando el reclamo era en el sentido de que se inhabilitara al denunciado, demanda ésta que fue desechada en la resolución adoptada por la llamada Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena.

En todo caso, aún en la hipótesis de una sustitución de candidato, lo único que queda claro es que la lógica del poder ha estado por encima de cualquier otra consideración de carácter ético o político y que la sustitución, si ocurriese, habrá obedecido a la preocupación de ver disminuidas las posibilidades de triunfo electoral de Morena o de su desprestigio no sólo en Guerrero sino, incluso, en alguna otra entidad de la república.

Por todo ello, la lucha de las mujeres debe ser catalogada, sin reservas, como ejemplar porque han logrado plantarle cara al poder avasallante y depredador del presidente de México y, además, hacerlo claramente visible, en circunstancias en que la oposición política no acierta todavía a rebasar planteamientos abstractos, torpemente dirigidos, frente a lo que son, para no ir muy lejos, los evidentes fracasos, ineptitudes y atropellos del régimen en materia de salud, seguridad y economía.

¿Qué esperamos que haga un Secretario de Seguridad, un agente del ministerio público, un integrante de la guardia nacional cuando escucha al presidente de México decir que el feminicidio es un cuento de sus adversarios y que las mujeres debieran estar cuidando a sus padres y las abuelas a sus nietos?

Lo creamos o no, la lucha de las mujeres es la lucha por la dignidad del país.

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@JuanJaimeSM50