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La SEC y el “abandono” del Antiguo Cuartel

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

¿No le dará vergüenza al Secretario de Educación de Sonora, Aarón Grajeda, las deplorables condiciones que luce el exterior del edificio histórico donde se encuentran oficinas de la Subsecretaría de Educación Media Superior?

Esta semana hicimos un recorrido por estas instalaciones que se ubican en pleno corazón de la ciudad, en las calles Guerrero y Colosio. Conocido por muchos como el “Cuartel Viejo” o “Cuartel del 14”. Se trata de una construcción porfiriana que data de inicios del siglo pasado. Algunos historiadores refieren que se inauguró en abril de 1909 en terrenos donde antes se ubicaban unas ladrilleras. Quizá por eso toda la arquitectura exterior luce puros ladrillos. Tardaron cerca de ocho meses en terminar la obra. Es de los pocos edificios en Hermosillo que se mantienen en pie y rebasan los cien años, por esa razón, está dentro del catálogo del INAH.

Por muchas décadas en este lugar se albergaron tropas del Ejército y era común ver a uniformados resguardado la entrada. Fue hasta mediados de los 80’s cuando el Gobierno determinó que cerraría el cuartel y pasó a ser oficinas gubernamentales. Hoy es ocupado por la subsecretaría de Educación Media Superior y Superior, que encabeza Rodolfo Basurto Álvarez.

Ciertamente al interior se mantiene en muy buenas condiciones, los verdes jardines bien regados, las escaleras cuidadas y los arcos dan imponente armonía.

El problema es el exterior, el mantenimiento deja mucho qué desear. Esto fue lo que observamos:

Las paredes de ladrillo, tanto por la calle Colosio, como por la Guerrero y la Sonora tienen secciones que se ven desgajados y prácticamente cayendo a pedazos. 

Por todos lados luce vandalizado con pintas. Llaman mucho la atención dos “grafitis” enormes que están junto a la puerta principal —con letras ilegibles, por cierto—. Aunque también por los costados se ven otros tanto rayones.  

Además, las aromas fétidas en todas las esquinas. Parece que ya lo agarraron de letrina pública.

Sin duda es un mal aspecto para un edificio que consideramos debería de ser orgullo para la comunidad.

En otras ciudades este tipo de construcciones históricas se conservan con un celo impresionante, tanto por las autoridades, como por la gente. Y esto último es muy importante, la gente es clave para que adopten y quiera a la ciudad y sus espacios. Pero paradójicamente, las autoridades deben ser las que pongan el ejemplo, independientemente si es el INAH, el ISC, o quien sea…

Por eso insistimos ¿A caso esta parte de la cultura no le interesa al Gobierno?