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Las Neurofinanzas

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Los expertos en finanzas conductuales están tomando en cuenta los conocimientos de la psicología, sociología, la neurociencia y las matemáticas para entender la forma en que tomamos decisiones financieras

 

Por Rosa Chávez Cárdenas

 

La neurofinanzas es un nuevo paradigma, el conocimiento de la economía con la neurociencia: lo racional con lo emocional. La mercadotecnia cuenta con investigación al respecto de las conductas de los consumidores, pero para este nuevo paradigma agregaron los conocimientos de la psicología y la neurociencia a las teorías tradicionales de las finanzas.

Es importante conocer la importancia del cerebro y las emociones en los entornos de riesgo y de incertidumbre con esos momentos en los que primero reaccionamos y después analizamos ante una emoción.

Es un hecho, el hombre pertenece al reino animal, a pesar de que los superamos en inteligencia, a la hora del peligro reaccionamos con el instinto de conservación. Es importante observar que en las empresas no solo compiten con un producto sino con el buen uso de la gente.

La inteligencia emocional es la premisa que domina en el buen o mal desempeño. A las empresas les conviene que trabajen como equipo, pero no se puede ser equipo sino se empieza por ser grupo y para vincularse como grupo se tiene que fomentar la inteligencia emocional, entender el conocimiento de sí mismo y conocer el nivel de su autoestima. Entender el desempeño individual es importante para incrementar la producción y poder convertirse en una organización de aprendizaje efectivo que los lleve al objetivo.

Muchas empresas utilizan el castigo más que la motivación, pero, lo que consiguen es la desmotivación, resentimiento, inseguridad y baja producción; malgastan dinero y energía, el resultado es la rotación de personal. Es más importante la motivación en el ambiente laboral y escolar, siempre dará mejores resultados.

Hoy en día que estamos tan conectados parece que será lo ideal para el futuro. Pero como todo, el trabajo en línea tiene sus falacias, en general los adultos, jóvenes y niños se sienten agotados, a pesar de que pueden comunicarse, la mayoría siente que nadie los escucha. Somos seres gregarios, necesitamos socializar y cambiar de rutinas, vínculos, empatía, comunicación cara a cara para identificar el lenguaje no verbal, percibir aromas y sentimientos.

Hay otra realidad que nos aqueja es la incertidumbre, nadie tiene su empleo asegurado son tiempos de crisis, nadie está a salvo, aunque la empresa para la que se labora sea próspera, no se puede asegurar que se vaya a la quiebra. Como efecto de la pandemia se vive confusión, incertidumbre, ansiedad y miedo. Es importante entender el nuevo paradigma, hasta en las finanzas primero están los sentimientos y emociones que las decisiones racionales.

Los expertos en finanzas conductuales están tomando en cuenta los conocimientos de la psicología, sociología, la neurociencia y las matemáticas para entender la forma en que tomamos decisiones financieras. Los neurocientíficos han mapeado los cerebros para observar que ocurre cuando se toman decisiones. Aconsejan que para acertar en las mejores decisiones lo hagan de manera pausada, analizando los pro y contra, cuando no se sientan tan estresados, conectándose con la parte intuitiva, esa que nos da señales en el cuerpo.

Si algo va a salir bien se siente tranquilidad, si algo no nos conviene el cerebro manda señales al cuerpo, algunos lo sienten en el estómago, otros escuchan una voz. Cuando los mercados son volátiles, lo mejor es alejarse de las pantallas y de la tentación del dinero.

José le estuvo dando vueltas a un negocio, era mucha la tentación, varios millones estaban en juego. No pudo dormir hasta que le confió a su esposa, ella le dijo “en estos momentos es peligroso, no te arriesgues no hay anticipo”. La curiosidad también es importante. Si quieres empezar un negocio tienes que ver las necesidades, descubrir algo diferente, la mayoría se va por “más de lo mismo”.

Al inicio de la pandemia todos vendían cubrebocas y mascarillas. La experiencia que deja la neurociencia es una codificación en el sistema nervioso central que nos permite aprender de las reacciones a las emociones. Si te das cuenta que eres impulsivo, identifica el comportamiento a las primeras señales, respira y trata de controlarte. La alarma en el cerebro se prende ante la amenaza y se prepara con químicos para protegerse, huir o defenderse.

Empieza por entender que estás haciendo, crea un plan de acción que incluya tus deseos y aspiraciones, algo diferente a lo que ya está establecido, si te va bien, luego te van a imitar y tendrás mucha competencia.

 

*www.rosachavez.com.mx

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