ColumnasDardosPrincipales

Limpiavidrios en Hermosillo: problema de seguridad vial

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

¿Quién será capaz de poner orden al “brote” de limpiavidros que hay en las calles Hermosillo?

Creo que a todo conductor en la capital sonorense le ha tocado toparse con esos chicos en los principales bulevares. Llegan y se avientan sobre el parabrisas del carro con un bote de agua turbia queriendo limpiar a toda costa el cristal.

En lo personal, debo confesarles que en una ocasión me tocó que limpiaran el vidrio hasta en cinco veces, en un solo trayecto por todo el Boulevard Kino, Rodríguez, Vildósola y Clouthier (que es la misma rúa, pero con diferente nombre)… ¡El vidrio más limpio de la ciudad!

Estos muchachos se observan por toda la ciudad. Principalmente en los cruceros más concurridos. Y sí, algunos intimidan…

Su ‘modus operandi’ quizá ya lo conozca: desde la distancia avientan el chorro de agua sin esperar a que el conductor decida si quieres o no que lo limpien. Ya ni eso dejan de opción. Una vez con el cristal empapado, aunque le digas que no quieres o que no traes para pagarle, siguen arriba del cofre del auto o trepados en las llantas. No les importa si la luz del semáforo cambia a verde. Muchos entienden si no les das unas monedas por ese “servicio” que te prestan en plena vía pública, pero hay otros que se comportan groseros con la gente y me ha tocado ver que hasta se hacen de palabras con los conductores.

Mire, entiendo que este es un problema complejo donde se combinan una serie de factores: desde el desempleo, la pobreza, deserción escolar, adicciones (porque nos ha tocado ver a muchos visiblemente bajo los efectos de alguna droga o alcoholizados)… pero el tema urgente es uno muy claro: seguridad vial.

Mire, gracias a Dios en las calles de la ciudad no ha pasado nada que lamentar… pero si este brote de limpiavidrios sigue en los bulevares, puede convertir en problema mayor… Por eso insisto: ¿Quién será capaz de entrarle a resolver esto?

FRASE DE HOY: “Debemos ordenar el caos. Y no tengo duda de que el mejor y más veloz método es implantar la ley del pueblo en vez de la de la turba”: Gandhi.