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“Manos Puercas”, su receta secreta

El “Manos Puercas” instala desde muy temprano su carreta de hot-dogs.
El “Manos Puercas” instala desde muy temprano su carreta de hot-dogs.

Carlos, mejor conocido como “Manos Puercas”, es uno de los ‘dogueros’ más populares de Hermosillo; desde hace 15 años se mantiene en el gusto de la gente 

Por Antonio López Moreno

Lo que habitualmente se acostumbra comer por las noches, ha cobrado bastante popularidad por las mañanas. Se trata del tradicional “dogo” sonorense, que con una basta receta, ha deleitado el paladar de los hermosillenses.

“El Manos Puercas”, así es como lo conocen sus clientes a Carlos, hace 15 años comenzó con una pequeña carreta sobre el bulevar Enrique Mazón, a la salida norte de la ciudad. En un inicio contempló instalarse por las noches, sin embargo la alta competencia lo hizo incursionar en el horario matutino.

“Empecé por necesidad, no sabía hacer hotdog’s, hasta la fecha, pero le echo ganas todos los días”, platicó a “Primera Plana”, mientras preparaba un dogo rebosando de tocino.

Comentó que su carreta la abre desde muy temprano. Habitualmente para las 6:30 de la mañana ya está instalado. Desde el interior del carrito saca el humeante pan, mientras en la parrilla el aceite está chillando. El Manos Puercas siempre está dispuesto a atender a los clientes y ágilmente preparar el platillo, si va llevar uno, dos o los que pida. Su jornada la termina por lo regular a las 12:30 del día.

La gente disfruta comer su ‘dogos’.

La gente hace fila por un dogo

Don Carlos asegura que contrario al apodo con el que regularmente se le conoce, los productos que ofrece son limpios, nuevos y con un sazón especial.

Revela que en promedio unas 200 personas le visitan a diario en su sencilla carreta. “Aquí estamos para servirles y atenderles como ustedes se merecen”.

Los comensales llegan de todas partes de la ciudad, pues la popularidad se ha extendido a tal grado, que ya sea de la zona rural, colonias acaudaladas o empleados de construcción, lleguen a diario a disfrutar de un “dogo” a bajo precio.

El puesto no tiene muchas comodidades para el comensal, ni tiene muchos ingredientes extras, pero es toda una experiencia.

Uno de sus clientes de nombre Heriberto, considera que el sabor único es lo que atrae a más personas. “Tengo como cuatro años viniendo, hace muy buenos dogos el amigo”.

Asimismo, Enrique, dice que la atención y el trato es lo que logra que todos vuelvan.

Generalmente la fila para comprar dogos de El Manos Puercas dura 20 minutos, sin embargo hay fechas en donde los clientes son tantos, que demoran hasta 40 minutos. Usted puede acudir a este popular sitio y degustar uno de los platillos que por su sencillez y practicidad se ha convertido en uno de los favoritos del sonorense