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Ni agua ni carretera, pero el pueblo contento

Por Antonio López Moreno / Ehui.com

El sol aparecía con fuerza detrás de la Isla del Tiburón, el azul del mar causaba un reflejo único y la isla quieta, impactante con el sol detrás suyo como esperando que algo suceda.

Andrés Manuel López Obrador, es el primer presidente de la República que acude a territorio Seri.

Desde temprana hora la comunidad de Punta Chueca perdió la calma habitual, pues el bullicio, el ir y venir; y las visitas obligadas por una gira presidencial provocaron que durante una mañana completa el pueblo fuera habitado por políticos, gobernantes, comerciantes y personal de la prensa.

Por primera vez en la historia un Presidente de la República visitaba esta zona, sin embargo todo quedó ahí, en una visita presidencial donde las principales demandas no fueron escuchadas y donde aún así, el pueblo quedó contento.

En Punta Chueca, Andrés Manuel culminó su gira con motivo del diálogo con comunidades indígenas. Pudo conversar con integrantes de las etnias tradicionales Seris, Pimas, Pápagos y comunidades migrantes donde reiteró que la Cuarta Transformación les haría justicia.

La gobernadora Claudia Pavlovich reiteró la petición de ampliar la carretera Hermosillo-Bahía de Kino.

Previo al arribo de López Obrador a su estrado desde donde pronunció un extenso mensaje, varios ciudadanos permanecían por fuera con pancartas exigiéndole al mandatario resolver dos temas: la ampliación de la carretera 100 Hermosillo-Bahía de Kino y concretar el agua potable en Punta Chueca.

Incluso la gobernadora de Sonora Claudia Pavlovich hizo hincapié en ambas problemáticas y le solicitó frente al pueblo, que resuelva cuanto antes las citadas exigencias.

“Y si necesitamos ese apoyo presidente, ojalá la SCT y su director pueda apoyarnos por lo menos para empezar con 100 millones de pesos, porque ustedes perfectamente saben que esta carretera ha cobrado muchísimas vidas”, manifestó Pavlovich.

Sin embargo la visita del presidente no fue para resolver esos temas urgentes, pues al hacer uso de la voz, Andrés Manuel López Obrador habló de todo un poco: entre acontecimientos históricos que enaltecen a Francisco I. Madero, anécdotas de Santos, frases contra los llamados “fifís” y críticas severas hacia el sistema “neoliberal” ocuparon más de 30 minutos de discurso.

El mandatario nacional recibió obsequio de parte de mujeres de la etnia.

“¿Saben que había un monje —San Benito—, que observaba que en los monasterios los monjes dividían las 24 horas del día en ocho horas para pensar, ocho horas para trabajar y ocho horas para descansar. Y así se dividió el día, repito ocho horas para pensar, ocho horas para trabajar y ocho horas para pensar. Pero ya no podemos seguir con esa ley de San Benito, porque qué vamos a andar pensando ocho horas; mejor trabajamos 16 horas al mismo tiempo que pensamos”, dijo López Obrador.

Y fue así como al concluir su participación, López Obrador remató diciendo que conoce el problema de la falta de agua y las demás demandas citadas, al momento que encontró una respuesta para que el pueblo siga contento, pues les dijo que “ya no era como antes” y que los apoyos y entregas de obra deben hacerse con orden.

También los gobernantes comcaac le entregaron un “bastón de mando” al titular del Ejecutivo.