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«¡No disparen hay niños!»: víctima de ataque a familia LeBarón

En los últimos meses en Sonora, niños inocentes han sido víctimas colaterales de brutales hechos violentos; en carreteras, vía pública, cerca de su escuela, los menores ya no solo perciben la inseguridad, sino que son alcanzados por balas

Por Gerardo Moreno

Lo masacre ocurrida en Bavispe es desgarradora, atroz y revuelve el estómago de impotencia y dolor. Imposible de creer cómo alguien es capaz de descargar su arma contra un auto donde van niños a bordo. Deja un sabor de rabia e indignación, donde queda claro que en este ambiente de violencia en el país ni siquiera podemos proteger a los más inocentes.

Las imágenes son tan crudas como la realidad que vivimos, dos bebés de tan solo ocho meses de edad fueron cruelmente asesinados y quemados a bordo de su propio vehículo, junto a sus dos hermanos de 10 y 12 años, y su madre, quienes no tuvieron tiempo de reaccionar.

Luego a tan solo unos metros más adelante otros dos niños, uno de 11 y otro de dos años y medio, también fueron asesinados a balazos junto a su madre. Y un poco más allá, en otro carro, una madre dio su vida para salvar a su hijo de solo nueve meses, bajándose gritando y agitando los brazos, dejen de disparar porque solo había niños y mujeres abordo (según narraron familiares).

Este crimen dejó como saldo nueve personas fallecidas, entre ellas seis menores y sobrevivieron ocho niños, pero quedaron con lesiones graves y con traumas difíciles de superar. Los integrantes de la familia LeBaron cuentan con nacionalidad mexicana y estadounidense, por lo que los sobrevivientes fueron trasladados al vecino país para ser atendidos en su salud.

En este caso hay varias líneas de investigación, nueva información sale diario y ahí deberán ser las autoridades quienes están obligados a dar resultados y alcanzar la justicia para la familia y para todos.

Pero la masacre que sufrió la familia LeBaron y Langford en la frontera entre Sonora y Chihuahua nos demuestran una vez más que la violencia e inseguridad que vivimos ya alcanzó a nuestros hijos y les arrebata la vida a plomo y pólvora.

Víctimas por todo el estado

Ya son varios casos presentados en los últimos meses en Sonora donde las víctimas colaterales de los hechos de violencia, la impunidad con que opera el crimen organizado y los enfrentamientos entre bandas o con elementos de seguridad, son los niños.

El primer aviso se presentó el 27 de junio en Ciudad Obregón, donde un menor de tan solo cuatro años fue asesinado a balazos junto a su padre cuando transitaban a bordo se su carro a plena tarde.

Según los reportes policiacos, los hechos ocurrieron alrededor de las 15:20 horas, en la calle Valman entre Santander y Salvartierra, de la Colonia Las Misiones, donde un grupo armado atacó a balazos el vehículo asesinado al padre de nombre Jesús Ricardo y su hijo Adán.

Ahí mismo una niña, hermana del menor asesinado, resultó lesionada de gravedad al ser alcanzada por unas esquirlas de bala en el brazo izquierdo.

Para la noche de ese mismo día una bebé de solo tres meses fue herida en la pierna por una de las balas que le arrebataron la vida a su padre en la colonia Primero de Mayo, también de Cajeme.

Los hechos se registraron a las 21:05 horas en la calle Artículo 123, entre Ciudad Victoria y Chilpancingo, donde Antonio de 28 años se encontraba afuera de su casa cuando un comando armado llegó y comenzó a dispararle. Una de las balas alcanzó la pierna derecha de la menor quien estaba acostada en su cuarto.

El siguiente hecho se presentó el 31 de agosto cuando dos menores de edad, uno de tan solo un año y otro de tres, fueron intoxicados con Cristal. Una droga que sus padres vendían en la Colonia Metalera de Hermosillo, y quienes además utilizaban al niño mayor para entregarla a sus clientes y cobrar.

Los hechos se pudieron constatar gracias a una denuncia anónima presentada al 089, donde se alertaba de la intoxicación de los menores. Luego de varias diligencias se detuvo a Ismael de 41 años de edad y a Dulce Karely de 31, padres de los niños.

El ocho de septiembre se presentó un nuevo hecho que volvió a conmocionarnos. Fue en San Luis Río Colorado: “niños sicarios”, dos de 14 años y otro de 17, fueron abatidos por policías municipales.

Alrededor de las 17:20 horas en la avenida Dalias y Calle 48 de la Colonia Libertad, donde Municipales sorprendieron a los tres menores identificados como Alexis, Moisés y Armando, cuando estaban ejecutando con sus armas a otro joven de 19 años, identificado como Julián Adán Rodríguez.

Según el reporte, los tres menores al verse sorprendidos comenzaron a disparar contra los oficiales quienes respondieron al fuego dejando a los tres niños muertos sobre la calle.

No superábamos ese trago amargo, cuando un día después un nuevo hecho volvió a cimbrar al estado y al país. El 10 de septiembre un comando armando incendió una vivienda en el municipio Empalme con una familia adentro, ahí falleció un niño de tan solo siete años y su hermana de dos años resultó con heridas graves.

Fue alrededor de las 18:50 horas, en un domicilio ubicado sobre el bulevar 16 de septiembre y calle 20 en la colonia Libertad, cuando un grupo armando llegó y secuestró al padre de familia de nombre Jesús de 23 años de edad, luego rociaron gasolina y le prendieron fuego a la casa con la madre y los dos niños adentro.

Ante esto un tío de los menores ingresó al domicilio para salvarlos también resultando herido de gravedad.

Por las quemaduras falleció Dayron de siete años al ser atendido en el hospital, su hermana Keyli Cristal fue trasladada al Hospital Shriners de Sacramento California con más del 90% de su cuerpo quemado.

El 20 de septiembre falleció el tío que rescató a los niños, de nombre Christian Abel, y el 23 septiembre falleció la madre de nombre Perla Verónica de 31 años.

Para el 13 de septiembre el terror invadió a los estudiantes de la escuela Primara “Plutarco Elías Calles” del municipio de Guaymas, cuando el festival patrio de la Independencia tuvo que ser cancelado pues a escasos metros se presentó un enfrentamiento a balazos entre elementos de la Guarida Nacional y Delincuentes.

El jueves tres y viernes cuatro de octubre, se suspendieron las clases de nivel básico en “La Atravesada”, municipio de Empalme, luego que entre las 3:30 y las 7:00 de la mañana un convoy armado irrumpió en varias comunidades donde asesinaron a dos personas, quemaron dos viviendas y se enfrentaron a balazos con la Guardia Nacional y la Marina.

Algo similar pasó este lunes cuatro de noviembre en Agua Prieta, donde las clases se tuvieron que suspender luego que a alrededor de las 4:00 de la mañana comenzará un enfrentamiento armado en la Colonia Ejidal, el cual se extendió por varios puntos de la ciudad.

Como resultado fueron dos personas asesinadas por las balas y una más herida de gravedad, dos casas incendiadas y cinco vehículos calcinados en diferentes puntos de la ciudad.

Y una vez más las balas son disparadas hacia niños pequeños, que llenos de inocencia ven sus vidas truncadas por la violencia que no se puede frenar en Sonora ni en México, donde resuena el grito de Christina Langford: ¡no disparen hay niños!