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¿Por qué la frialdad e indiferencia a nuestros viejos del “bienestar”?

TODO indica que nos estamos acostumbrando a las largas filas de adultos mayores en las banquetas donde se ubican los bancos del Bienestar.
TODO indica que nos estamos acostumbrando a las largas filas de adultos mayores en las banquetas donde se ubican los bancos del Bienestar.

De Primera Mano

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

DEBE haber alguna solución a ese problema que afrontan centenas de viejos, los que tienen qué hacer filas durante horas para cobrar el apoyo que reciben del gobierno de la república.

Y es que no basta con justificar diciendo que la tarjeta del “Bienestar”, integrada al sistema “Red” de cajeros en el país, podría ser efectiva en cualquier banco, porque no es cierto.

Esa información lo saben nuestros viejos, pero también han podido constatar que no existe ninguna garantía de que el dinero esté depositado en su tarjeta. Si hacen fila, es porque pudieron comprobar en cualquier cajero, que no se ha hecho efectivo el depósito.

Pero más allá de eso, son personas mayores de 65 años que sufren altas temperaturas, que no necesariamente beben agua en el tiempo que esperan y que a estas alturas se han atenido a esa ayuda económica.

Pero aquí no se vale para la autoridad local decir que ese es un asunto del gobierno federal que no compete al Gobierno del Estado. Si técnicamente esta aseveración es verídica, las y los viejitos no tienen en sus brazos un sello que los marque como diferentes. Son ciudadanas y ciudadanos sonorenses y punto.

Está como el caso de las carreteras federales en mal estado. Cuando a consecuencia de esto último se presenta algún accidente u otro problema, la autoridad local utiliza el argumento de que el asunto es de competencia federal, porque las carreteras son federales. Y nos preguntamos, ¿Las personas que transitamos por esos caminos, somos federales o estatales?

El hecho es que ante esa penosa imagen de observar a decenas y decenas de adultos mayores haciendo fila para cobrar su pensión bimestral, no hay nadie, ni autoridad federal, ni del Banco del Bienestar, ni de ningún partido político, ni funcionaria o funcionario del Gobierno del Estado, que gestione una solución que, -nadie lo duda- debería estar a la vuelta de la esquina para alguien con capacidad para hacerlo.

Son los tiempos que vive México. Lamentablemente la insensibilidad es una de las características que rodean a los modernos funcionarios públicos.

HERIBERTO Aguilar, dirigente de MORENA en Sonora, dijo ayer que ese partido se reserva su derecho de admisión, ya que recibiría a panistas y priístas que estuvieran dispuestos a defender los principios del ahora partido en el poder, “pero no a Beltrones”… Y este último, ni tardo ni perezoso, no dejó pasar muchas horas para responderle… En su cuenta personal de Twitter ó X, escribió: “Ni loco que estuviera. Son unos improvisados y mediocres. Ahí están los resultados”… Como todos sabemos, Aguilar pasó con más pena que gloria al ocupar la titularidad de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Rural en el gabinete del gobernador Alfonso Durazo y ha sobrevivido gracias a su relación con Claudia Sheinbaum… Su perfil es en verdad, gris… Lo que nunca se imaginó – me imagino- es que su “ataque a la yugular” del también exgobernador de Sonora y expresidente del comité ejecutivo nacional del PRI, recibiera una rápida y virulenta respuesta… Un tema que para el café y el comentario de pasillo, se ha apoderado de buenos espacios… Sobre todo en un Sonora que –ante la falta de talento- ha perdido esa virtud en el mundo de la política.

AYER EL GOBERNADOR Alfonso Durazo dijo a los reporteros que considera que no habrá mayores problemas con la cancelación de nueve concesiones de explotación de Litio por parte de una empresa china en Sonora, la que está acudiendo a los tribunales para defenderse… El mandatario sonorense añadió que espera que esos tribunales le den la razón al gobierno de la república… Por lo pronto, habrá qué esperar a los empresarios taiwaneses a que visiten nuestro Estado, lo conozcan y decidan invertir en nuestro suelo, con la confianza de que sus recursos estarán protegidos por la Ley y, desde luego, por los tribunales.

SIGUE siendo tema el presupuesto del gasto del gobierno federal para el próximo 2024… Veremos de qué está hecho Marcelo Ebrard y sus cuarenta diputados, dispuestos a cambiar el propósito de la iniciativa enviada desde palacio nacional, lo que sería una total desobediencia a la orden presidencial de no cambiar ninguna “coma” al documento… Ya lo veremos.