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Primavera caliente 

Como el método sucesorio no ha cambiado desde 1924 y el presidente de la República sigue dejando a su candidato favorito, existen actores de la vida económica y social de México que no muestran confianza en el método


Por Bulmaro Pacheco


Conforme avanza el tiempo y se acercan los preparativos electorales del 2024, la actividad política se calienta más y los factores de poder ajustan sus acciones para entrarle a la participación dependiendo de las tendencias que muestren las encuestas y en función de los acuerdos establecidos con el poder y con las organizaciones sociales. 
Al corte del 3 de marzo la lista nominal de electores en México registra casi 95 millones de votantes: 49.2 millones de mujeres y 45.4 de hombres; 42 millones de votantes están en el rango de los 20 a los 39 años de edad.
No hay en el escenario nacional un nuevo partido político —como los hubo en 2021—, por lo que las candidaturas habrán de salir de los siete existentes. Tampoco se observa que a algún personaje le interese la candidatura independiente a la Presidencia de la República, como se manifestaban cuando menos tres, antes de la elección del 2018. 
¿Habrá alianzas, entonces? 
Sí. Con Morena seguramente irán el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo. Todo de acuerdo a negociaciones previas haciendo énfasis en los votos necesarios para conservar el registro como partido político (3% de la votación nacional emitida) y un número considerable de curules tanto en diputados como en senadores. 

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México.

Ya se ha anunciado que irán juntos PAN, PRI y PRD. Esta alianza fue exitosa en el 2021 porque logró quitarle a Morena y aliados la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y le ganó una parte considerable de la Ciudad de México. La alianza ganó en votos con una diferencia de dos millones, algo que sorprendió a Morena y al propio presidente López Obrador. Por eso él intensificó las descalificaciones y los ataques contra «sus adversarios» y llamó «aspiracionistas» a las clases medias que temprano demostraron su desacuerdo con la forma de gobernar de la llamada 4T y mandaron mensajes importantes que después ratificaron con las concentraciones multitudinarias del 13 de noviembre de 2022 y el 26 de febrero de 2023. Quizá por eso también ha disminuido considerablemente la distancia en las encuestas de Morena y sus aliados con la alianza, y ya no luce el partido del gobierno tan despegado. 
La votación del 2021 también provocó que le echaran la culpa de la derrota en la Ciudad de México al senador Ricardo Monreal, y desde entonces lo congelaron en la cercanía con el presidente, que a la vez cambió a su secretaria de Gobernación para agregar a un nuevo aspirante a la Presidencia (Adán Augusto López) y marginar del proceso al coordinador de los senadores de Morena. 
¿Y dónde se quedó el partido Movimiento Ciudadano? Su coordinador nacional Dante Delgado no ha dejado de combatir al gobierno de la llamada 4T, pero al mismo tiempo no muestra interés alguno para conformar una alianza con el resto de las oposiciones. 
Recientemente dio a conocer que no participarán en las elecciones de Coahuila y del Estado de México, y por todos los medios han hecho saber que tampoco irán en alianza en la elección presidencial del 2024. 
¿Qué harán entonces? Cuentan con tres presuntos aspirantes a la candidatura presidencial: Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey; Samuel García, gobernador de Nuevo León; y Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco. Quizá alguno de ellos sea el candidato del partido naranja, con muy pocas posibilidades de ser competitivos en lo electoral y dar la batalla, tomando en cuenta que en las encuestas recientes de intención de voto MC no rebasa todavía los dos dígitos de la preferencia ciudadana quedando entre 7 y 8 puntos. 
Ellos alegan que son el partido que más ha crecido en los últimos procesos electorales, pero demostrado está que ante Morena en el 2024 ninguno de los partidos opositores tendría éxito electoral yendo solos. 
No se descarta que MC pudiera arropar con la candidatura presidencial a quien saliera perjudicado, inconforme o rebelde con el proceso de decisión del presidente de la República a favor de Claudia Sheinbaum


¿Es decir Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal? Nadie más.
De los cuatro mencionados en Morena, tres fueron miembros importantes del PRI antes de dar el cambiazo: Adán Augusto en Tabasco, Ebrard en la Ciudad de México y Monreal en Zacatecas. También Dante Delgado en Veracruz, y aunque las circunstancias han cambiado notablemente, se antoja que para ellos ésta será la última oportunidad de aspirar a la candidatura presidencial. 
¿Habrá una mayor votación en 2024 que en 2018? Quizá sí se registre una mayor participación ciudadana, pero cuando menos ya no en cantidad de votos a favor de Morena y sus aliados. Ya no existen las condiciones del 2018, ni Morena llevará una candidatura con el carisma y el arrastre del López Obrador de aquel momento.
Sus candidatos, aun cuando aparecen bien posicionados en las encuestas, no despiertan un mayor interés ni las emociones que dominaban hace seis años.
Como el método sucesorio no ha cambiado desde 1924 y el presidente de la República sigue dejando a su candidato favorito, existen actores de la vida económica y social de México que no muestran confianza en el método sucesorio —la decisión unipersonal del Presidente— ni con los mencionados para relevar a López Obrador en octubre del 2024. 
No les ha gustado la conducción de la política económica y social del régimen y mantienen una postura crítica con relación a las obras prioritarias del gobierno. También les han tocado las descalificaciones de las mañaneras y resienten el clima de polarización política que se vive en México actualmente, estimulado a diario desde el gobierno federal. 
¿Y qué puede suceder? Que el clima de irritación política y social con la 4T larvado en estos años teniendo como actor principal a las clases medias, se transforme en votación contra el gobierno y sus candidaturas en 2024. A eso le tienen mucho temor en el gobierno.

¿A favor de quién o quiénes? De quien postule una candidatura competitiva y atractiva para ese segmento del electorado y puede ser que la alianza opositora llegue a un acuerdo en ese sentido. 
¿No es muy tarde? El riesgo es que, al mencionar alguna candidatura competitiva con anticipación del lado opositor, lo traten de destruir desde el gobierno utilizando el foro que significan las llamadas «mañaneras». 
¿Desde el gobierno? Sí. En tiempos en que se han perdido y roto las formas y el civismo, todo puede ocurrir como está ocurriendo, sería muy ingenuo pensar que el Estado dominado ahora por una corriente política que ha transgredido todo lo avanzado en 30 años en materia de civilidad política, pudiera reaccionar diferente a como lo está haciendo ahora. Es lamentable, pero esa es la realidad, una realidad que avizora una primavera caliente y un verano todavía más. El llamado plan B electoral y sus impugnaciones son solo la punta del iceberg.
 
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