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Sarkozy, detenido para ser interrogado por tráfico de influencias

El ex presidente francés Nicolas Sarkozy era retenido el martes por la policía para ser interrogado bajo sospechas de que usó su influencia con el objetivo de acceder a los detalles de una investigación sobre presuntas irregularidades en su campaña electoral del 2007.

Es la primera vez que un ex jefe de Estado francés es retenido por la policía y supone el último revés para las esperanzas de Sarkozy de volver a la política tras su derrota en las elecciones de 2012 a manos del socialista François Hollande. El político conservador niega haber hecho algo ilegal.

Sarkozy llegó el martes a primera hora para ser interpelado en las oficinas policiales de Nanterre, al oeste de París, luego de que su abogado fuera interrogado el lunes.

El portavoz del Gobierno francés, Stephane Le Foll, dijo que Sarkozy estaba «sujeto a la justicia como todo el mundo».

«Las autoridades judiciales están investigando y tienen que seguir hasta el final», comentó a la cadena.

Según la legislación francesa, el tráfico de influencias puede ser castigado con hasta cinco años de cárcel y una multa de 500.000 euros. Sarkozy perdió su inmunidad presidencial un mes después de abandonar el cargo en junio del 2012. Sus aliados le brindaron rápidamente su apoyo.

«Nunca antes ningún ex presidente ha sido víctima de un trato así, de tal ataque de odio», escribió Christian Estrosi, alcalde de la ciudad de Niza y cercano aliado de Sarkozy, en su cuenta de Twitter.

¿TÁCTICAS DE LA STASI?

El caso es uno de los seis procesos legales en los que está implicado Sarkozy directa o indirectamente, incluida la investigación más reciente por supuestas irregularidades en su campaña electoral del 2012.

La actual investigación se refiere a las sospechas de que usó su influencia para obtener información sobre una investigación por denuncias de que el fallecido líder libio Muamar Gadafi financió su campaña electoral en el 2007.

Sarkozy puede permanecer detenido hasta 48 horas.

Un nubarrón se cierne sobre el futuro de Sarkozy desde octubre pasado, cuando un tribunal desistió de la investigación sobre si había sacado provecho de la fragilidad de la mujer más rica de Francia, la heredera de L’Oreal Liliane Bettencourt, para financiar su campaña.

Pero al examinar las grabaciones telefónicas para encontrar distintas acusaciones de que el difunto Gadafi había financiado la misma campaña, comenzaron a sospechar que el ex presidente había tenido una red de informantes.

Esas sospechas condujeron finalmente al lanzamiento formal de otra investigación sobre tráfico de influencias en febrero.

Sarkozy ha comparado a los magistrados con la policía «Stasi» de la Alemania del Este comunista.

Sarkozy, de 59 años, se retiró tras su derrota ante Hollande pero ha continuado atacando tanto al presidente socialista como a sus propios rivales entre los conservadores con mensajes difundidos cuidadosamente en los medios locales por su entorno político.

Sarkozy sigue siendo el favorito de los conservadores para enfrentarse a Hollande, pero es detestado entre la izquierda y su estilo abrasivo apartó a muchos de los votantes de centro.

Cuando se le preguntó por su futuro en un encuentro a puertas cerradas en el Parlamento francés la semana pasada, Sarkozy dijo que aún estaba en un «período de reflexión», pero indicó que tomaría una decisión en los próximos meses sobre si se presentaría con su partido UMP a las elecciones del 2017.

(Información de Gerard Bon. Editado en español por la Redacción de Madrid y por Carlos Aliaga vía Mesa Santiago)

Reuters