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Si quieres recoger miel, no des puntapiés a la colmena

Por Feliciano J. Espriella/

¿Quién de ellos entonces se encontrará mejor posicionado y con mayores posibilidades de obtener la corona?

Esta frase empleada por Dale Carnegie en uno de sus exitosos libros, debieran imprimírsela en la frente todos los políticos. De todos.

Una vez que ha quedado definida la dupla de la cual saldrá la o el siguiente primer mandatario del estado, es de esperarse que empiece en serio la contienda.

Faltan efectivamente las postulaciones de algunos otros partidos, pero me parece que ni las madres de quienes sean ungidos, seguramente con métodos tan “democráticos” como los utilizados por PAN y PRI, tendrán una mínima esperanza de que sus vástagos pudieran ganar. Y vaya que las madres creen hasta en lo imposible.

Claudia o Javier, o para ser más acertados (porque dicen que a veces del plato a la boca se cae la sopa) el PRI o el PAN gobernarán Sonora del 2015 al 2021. El resto de partidos que participarán servirán para aderezar el ambiente político. Pero nada más.

11 Claudia Pavlovich¿Quién de ellos entonces se encontrará mejor posicionado y con mayores posibilidades de obtener la corona? Me parece que en esta contienda la ventaja será para el equipo del retador. El actual monarca, en mi opinión muy personal, ha malgastado los atributos que durante décadas logró construir y que finalmente lo llevaron al triunfo.

La victoria del PAN en Sonora fue una consecuencia lógica de una tendencia en aumento en la votación que invariablemente se dio en cada elección durante décadas. Con candidatos, muy conocidos, poco conocidos o ilustres desconocidos, el PAN sistemáticamente fue creciendo en las preferencias de los electores sonorenses.

El mejor ejemplo fue la elección de 2003, en la que Ramón Corral Ávila, contendiendo por el PAN realizó una campaña que para muchos analistas políticos fue poco menos que mediocre casi gana las elecciones, frente a un Eduardo Bours que fue excelente en campaña.

Lo anterior tiene su lógica (este es un término que los políticos no entienden y los partidos prefieren ignorar), en Sonora, al igual que sucedió en casi todo el norte del país, a partir de la última década del siglo pasado su geografía política empezó a teñirse de azul.

En el norte de México sus entidades tuvieron un desarrollo económico sostenido muy superior al resto del territorio nacional. Ello generó un fenómeno que incidió en los estratos sociales. Los ingresos familiares tuvieron aumentos importantes, se redujeron los índices de pobreza y desempleo. Ello generó incrementos importantes de las clases medias al tiempo que los estratos más bajo disminuyeron.

Y fue allí, en las clases medias, dónde el PAN encontró terreno fértil para penetrar con su ideología (que algún día tuvieron pero que al parecer ya les pesó mucho para seguirla cargando) y sus propuestas de cambio. La gente les creyó y empezó a crecer lenta pero sistemáticamente el número de sus simpatizantes, quienes pasaron a engrosar las filas del voto duro en Acción Nacional.

Fueron varios los elementos que contribuyeron a este crecimiento del PAN en la clase media, la cual se caracteriza porque sus integrantes acceden a mayores niveles de educación que los estratos inferiores. Ello les permite analizar los acontecimientos con una perspectiva más amplia.

Uno de los más importantes fue el hartazgo de un partido hegemónico que parecía haber hecho de la corrupción un dogma de fe. No fue extraño entonces que empezaran a creer en quienes predicaban no sólo con palabras sino con su ejemplo, la honestidad como una nueva forma de gobernar.

¿Cómo no creer en un partido que como lo comprobó con su ejemplo Don Jorge Valdez Muñoz, presidente municipal de Hermosillo de 1967 a 1970, podía gobernar sin vaciar las arcas del erario público?

Don Jorge al término de su mandato no estrenó una opulenta residencia, ni automóviles de súper lujo, ni se puso al frente de prósperas empresas que logró formar durante sus tres años de gobierno. No. Continuó su vida exactamente como la dejó el día que tomó posesión de la alcaldía.

Desafortunadamente para el actual candidato del partido que se caracterizó por su lucha en contra de la corrupción, en este estado, como en una gran parte del país, cada vez que trata el tema pareciera que está escupiendo para arriba.

El gobernador Padrés desde los inicios de su administración se abocó a la implementación de programas populistas con la evidente intención de incrementar la penetración de su partido en los estratos bajos, al tiempo que no sólo olvidó la clase media que lo llevó al poder, sino que le asestó golpes como el “COMUN”, que le hicieron perder miles de simpatizantes.

El amplio capital político con que inició su gobierno lo dilapidó. En toda elección empezar con un amplio “voto duro” es un hándicap muy difícil de remontar. Y en estos momentos el PAN no lo tiene.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.