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Una turba enardecida

Cuando una comunidad clama por justicia y el caso no es atendido rápidamente por las autoridades, brota la inconformidad social y con ella la incontrolable violencia

Por Franco Becerra B. y G.

Cuando una comunidad clama por justicia y el caso no es atendido rápidamente por las autoridades, brota la inconformidad social y con ella la incontrolable violencia.

La historia registra casos graves, como el que sufrió la ciudad de Detroit Michigan en el verano de 1967, cuando los disturbios raciales de la comunidad afroamericana, ocasionaron incendios en un centenar de edificios y fábricas, el saqueo masivo a negocios, y lo más grave 1,189 heridos y 43 muertos.

43 muertos: cifra fatal que nos recuerda la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, tragedia que desde el 2014  ha provocado múltiples actos de violencia en el estado de Guerrero y en la propia CDMX.

No hay que olvidar que la combativa normal guerrerense vio pasar por sus aulas a Lucio Cabañas y a Genaro Vázquez Rojas, guerrilleros que fueron ejecutados en el contexto del terrorismo de estado de los años setenta.

El pasado 28 de marzo, un penoso caso en Taxco, Guerrero, estremeció al país entero, con el secuestro y asesinato de Camila Gómez Ortega, una inocente niña de tan solo 8 años de edad.

La irresponsable lentitud para atender el caso de las autoridades judiciales, provocó la furia de una turba de taxqueños, que de manera salvaje hicieron justicia por su propia mano: provocando la muerte de una mujer y propinando severas lesiones a dos hombres.

Una masa enardecida amparada en el anonimato, es una bestia que propina zarpazos por doquier.

En una magnífica obra teatral de Lope de Vega, el pueblo entero de Fuente Ovejuna se pone de acuerdo para dar muerte al Comendador Mayor Hernán Pérez de Guzmán, señalado de muchos agravios.

Cuando se investiga al pueblo, se les pregunta:

—¿Quién mató al Comendador?
—Fuente Ovejuna, Señor.

—¿Quién es Fuente Ovejuna?
—Todo el pueblo, a una.

Así las cosas por los caminos del sur.