DE PRIMERA MANO

De Primera Mano

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

Jueves, 2 de junio de 2016

Con amparo o sin amparo, informar es lo primero

EL ARTÍCULO séptimo constitucional habla de que todos los mexicanos podemos escribir y publicar escritos sobre cualquier materia, con la limitante de no meternos en la vida privada y alterar el orden público.

Es lo que reza la Carta Magna de nuestro México. Toda ley reglamentaria sobre esa materia deberá sujetarse al ordenamiento constitucional.

Si un juez de distrito otorgó un amparo a Guillermo Padrés para evitar difundir sus acusaciones en tribunales y ser tratado como un inocente, eso no inhibe de ninguna manera la obligación que tenemos los periodistas de informar a la opinión pública acerca de la existencia de un escenario real de irregularidades, desfalcos y corrupción en el pasado sexenio 2009-2015.

Si la sociedad sonorense tiene el pleno conocimiento de la corrupción padresista, porque son evidentes los hechos que así lo demuestran, puede calificársele al exgobernador de corrupto y nadie puede ser enviado a la cárcel por ello.

Difundir las atrocidades del pasado y acusar públicamente a Padrés como responsable del desfalco heredado, no es inmiscuirse en la vida privada de este exmandatario, porque sus ilícitos los cometió ocupando un cargo público y porque utilizó dinero que Juan Pueblo le encargó para que administrara con honestidad el Gobierno del Estado.

Hay innumerables ejecutorias de la Suprema Corte de Justicia sobre dicho tema.

Ahora, un tribunal contempla sus formas y sentencia acorde a la Ley, con términos estrictamente jurídicos, pero en un tiempo en el que se habla de reformas, en realidad no representan novedad alguna. ¿O acaso la justicia del ayer y del antier no establecía que todo acusado es inocente hasta que se le demuestre lo contrario?

Un Juez de Distrito no puede, por simple analogía o personal interpretación de la Ley, inhibir al libre ejercicio de la Libertad de Expresión para beneficiar a un acusado que en su vida pública hizo lo suficiente para ser acusado de corrupto.

Tampoco representa novedad alguna, la falta que comete algún funcionario judicial por revelar expedientes. No existe entonces en el caso que nos ocupa, novedad alguna.

Si el propósito de esa promoción de los abogados de Guillermo Padrés lleva exclusivamente un objetivo mediático, ello no le impondrá otra cobija que lo haga impune.

HABLANDO también de “lo bueno”, pues vaya un aplauso redoblado para la Gobernadora Pavlovich, por su exitosa gestión para beneficiar a miles de familias más en Sonora, logrando que el subsidio de verano que la Comisión Federal de Electricidad aplica en la entidad se extienda a dos poblaciones, Santa Ana y Magdalena… Y es que al reafirmar el convenio Gobierno del Estado-CFE de este 2016, la Gobernadora logró esa ampliación y un aumento de 198 a 230 millones de pesos de subsidio… Algo que no sucedía desde el año 2002, es decir, hace catorce años… Enhorabuena porque este beneficio permitirá que familias más vulnerables paguen menos por el gran consumo de energía eléctrica que registramos en el verano por el terrible calor que padecemos.

FRANCISCO Bueno Ayup (Y no “Ayoub” como erróneamente escribí ayer, por lo que ofrezco una disculpa a la familia con apellido Ayoub) dejó la cárcel ayer luego de pagar la base de un millón de pesos y firmar un convenio de apoyo a sus hijos… Eso era todo, que la Ley en Sonora hiciera justicia e hiciera responder a alguien que desobligadamente incumplió con sus compromisos familiares… Todas las demás tonterías que dijeron legisladores del PAN como Célida López y Javier Dagnino, tratando de politizar un asunto eminentemente de violencia intrafamiliar, quedaron en la basura…

CUAUHTÉMOC Galindo, el presidente municipal de Nogales, está trabajando para trascender y lo está haciendo simple y llanamente con una fórmula que no falla: Tomar decisiones… Y comunicarlas… Porque en política, sin duda “al huevo hay que cacareacarlo”