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¿Es posible disminuir el calor en Hermosillo?

En otras partes del mundo se han implementado estrategias exitosas; en la capital sonorense podrían tomarse medidas ante los resultados del cambio climático

Por Antonio López Moreno/ Ehui.com

En la ciudad de Hermosillo, capital de Sonora, el calor extremo está presente durante gran parte del año; y ese calor extremo es motivo de distintas circunstancias, algunas naturales y otras relacionadas a los hábitos de consumo y a la propia industrialización del municipio.

Islas de calor

Especialistas identificaron “islas de calor” en la zona urbana de Hermosillo.

En la mancha urbana de la capital sonorense se han formado “islas de calor”, y no son más que un fenómeno de origen térmico originado mayormente en las zonas urbanas, y producido por la edificación masiva y pavimento.

En Hermosillo, estas islas de calor están focalizadas en espacios en donde no abundan árboles, no existe sombra y la presencia de pavimento y concreto provocan que la sensación térmica alcance temperaturas extremas.

Según la administración municipal de la ciudad, las zonas más vulnerables al calor están ubicadas al norponiente, al centro, al sur y al oriente. Algunas de las colonias de esta ciudad en las que más impacta este fenómeno son: Villas del Real, Solidaridad y la Choya al norponiente; Villa de Seris y Palo Verde al sur; colonia centro y 5 de mayo en el centro de la ciudad; y San Luis y Café Combate hacia el oriente.

Consecuencias de la urbanización

En la mayoría de las zonas en las que más se concentra el calor, se aprecia la falta de árboles y la abundancia de pavimento.

El ambientalista Alejandro Hernández de la Asociación Sonorense para la Gestión Ambiental (ASGE), explica los factores que influyen en el aumento de temperatura.

Alejandro Hernández Ortiz, ambientalista miembro de la Asociación Sonorense para la Gestión Ambiental (ASGE), explica que específicamente en la capital sonorense no existe la arborización adecuada y ese es un factor determinante para que las temperaturas lleguen a ser extremas en esta ciudad.

También insiste en que la falta de sombra abona al clima caluroso que vive la ciudad de Hermosillo, pero agrega que existen esfuerzos ecológicos en otras partes del país como en Jalisco, en donde con una ambiciosa campaña de planta de árboles, lograron disminuir la sensación térmica.

Otro aspecto para que el calor aumente en la ciudad de Hermosillo, es el uso de aparatos de aires acondicionados, pues la energía necesaria para enfriar, por ejemplo, un edificio, es transmitida como calor hacia el exterior. Y esto lo explica la investigadora de la Universidad de Sonora, Laura Mercado Maldonado, en su estudio “Morfología de isla de calor urbana en Hermosillo, Sonora y su aporte hacia una ciudad sustentable”, en donde detalla que el aumento de temperaturas en los meses de verano, en gran parte es por el factor de la edificación.

De la misma forma, la investigadora concluye en su estudio, que las vialidades más calientes de la ciudad, son el bulevar Luis Encinas y el bulevar Luis Donaldo Colosio, pues están ubicadas en zonas con gran edificación, expuestos al sol, sin áreas verdes y con escasa sombra.

En estos bulevares, la temperatura promedio en un mes de calor, es de 42 grados centígrados según la propia investigadora, mientras que en la zona conurbana la temperatura oscila en los 37 grados.

Por ende, el calor en la ciudad de Hermosillo aumenta y aumentará a medida que exista más edificación, menos sombra, más vehículos, menos árboles en avenidas, menos áreas verdes, además del factor del color negro del pavimento.

Por otra parte, de acuerdo a un estudio hecho en la “Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito”, el pavimento absorbe el calor en un porcentaje que va del 80% al 95%, y según su propio estudio, esto provoca que el concreto o el asfalto, irradien la temperatura al exterior, esto a su vez provoca una sensación térmica superior a la que naturalmente presenta el propio clima.

Es de considerar en el estudio el color del pavimento, el cual por ser obscuro, absorbe más el calor y lo refleja en mayor medida hacia el exterior.

El estudio también explica, que al diferenciar entre una zona urbana y una zona rural, la temperatura estará variando en al menos 4 grados centígrados.

Calentamiento Global, otro factor determinante

Manuel de Jesús Sortillón Valenzuela, un profesor jubilado de la Universidad de Sonora y experto en meteorología, indicó a través de un comunicado publicado por la máxima casa de estudios sonorense, que el calentamiento global seguirá impactando en el clima de la ciudad, mismo clima que califica de “altamente riesgoso” por daños que pudiera provocar a la salud, a la cosecha y además de la sequía que ocasiona.

El experto explica que el calentamiento global es un fenómeno originado por el aumento de bióxido de carbono en la atmósfera, y esto a su vez es producto de la alta producción de hidrocarburos, aceites, tala de árboles y cultivos inapropiados para tierra seca.

Respecto a estos cultivos, el especialista señala que por tratarse de tierra árida, utilizan agua en exceso y esto abona al calentamiento global y al aumento de la temperatura promedio anual de todo el planeta.

Pavimento fresco: opción para disminuir el calor, pero traería efectos secundarios

En Los Ángeles, California implementaron como prueba piloto, un “pavimento fresco” de color claro, con el cual han reducido hasta 12 grados la temperatura.

En California, Estados Unidos, llevan a cabo un programa piloto para disminuir el calor en zonas urbanas. Como solución a las temperaturas cálidas, implementan lo que llaman el “pavimento fresco”.

El pavimento fresco funge como un impermeable color claro, el cual es colocado en las superficies de las calles.

Su composición hace que el pavimento luzca en un tono de gris y su característica impermeable logra que el asfalto no absorba tanto calor.

Según la Escuela Colombiana de Ingeniería, este “pavimento fresco”, absorbe solo el 20% del calor, a diferencia del tradicional pavimento obscuro que absorbe hasta el 95%.

Y de acuerdo al gobierno de la ciudad de Los Ángeles, California, con este programa piloto lograron la reducción de la temperatura en 12 grados centígrados, específicamente en un lugar llamado “Valle de San Fernando”.

Según el caso de éxito norteamericano, esta opción de pavimento, puede ser colocada en las islas de calor focalizadas en la ciudad, o en las vialidades donde la temperatura rebasa al promedio.

Al llevarse a cabo ese esfuerzo ambiental, la temperatura de la ciudad podría reducir en algunos grados centígrados, pero ese mismo esfuerzo ecológico, conlleva un costo importante en lo económico ya que el precio de un galón de este “pavimento fresco”, se cotiza en los $33 dólares según la plataforma de ventas en internet Amazon.

Sin embargo, Alejandro Hernández, el ambientalista sonorense, advierte que esta medida de pavimento blanco podría traer consecuencias y efectos secundarios en la ciudad de Hermosillo y lo explica de esta manera:

“Al existir un pavimento claro, hacia exterior se reflejaría más luz y mas rayos ultravioletas, los cuales pueden ser dañinos para la sociedad. Aún no existe un estudio que precise todos efectos secundarios que traería esto, pero ocurriría algo similar a lo que ocurre en las playas, donde la arena por ser clara, irradia más luz y los rayos ultravioletas impregnan más”.

Reforestación de Hermosillo

La titular de IMLAN, Carolina Espinoza, afirma que se requieren 40 mil árboles para reforestar la ciudad.

Por otra parte está el tema de la forestación. Al tratarse de una ciudad desértica puede ser habitual la escases de vegetación, sin embargo es viable la siembra de árboles desérticos.

De acuerdo a la directora del Instituto Municipal de Planeación en Hermosillo, Carolina Espinoza, se requieren 40 mil árboles para reforestar la ciudad.

La funcionaria municipal también detalla que la parte de la ciudad donde más se adolece de vegetación, es al noroeste de Hermosillo, en donde también se ubica una isla de calor urbana.

También en esto coincide Alejandro Hernández, quien especifica que dentro del catálogo de árboles desérticos, deben utilizarse especies como mezquite, palo fierro y palo verde; descartando el yucateco y árbol de neem, pues estos últimos dos no son propios de la región y requieren de más humedad.

¿Cómo ayudar a la reforestación?

Pero estos 40 mil árboles que hacen falta para reforestar la ciudad, implican un esfuerzo en cuestión de participación y responsabilidad social. Y para ello, en la ciudad existen tres viveros de instituciones oficiales en donde pueden encontrarse árboles sin costo para coadyuvar a la arborización del municipio.

El vivero del ayuntamiento de Hermosillo cuenta con alrededor de 12 mil árboles, mismos que son entregados de forma gratuita mediante solicitud elaborada. Este vivero está ubicado sobre la calle Morelia en la colonia “Casa Blanca” de esta ciudad.

Asimismo, el vivero propiedad del Gobierno del Estado, se ubica sobre el periférico oriente en la colonia “Proyecto Río Sonora”, en donde de la misma forma pueden encontrarse árboles de forma gratuita mediante petición.

Y de igual manera, la Universidad de Sonora, en su facultad de agricultura, activó un vivero en donde se donan árboles y otros tantos son vendidos en un precio 70% menor al original, para poder sustentar el mismo vivero.

En estos tres viveros, la persona interesada en adquirir un árbol solo debe acudir en horario de 8:00 am a 3:00 pm y llenar una solicitud en el mismo sitio. En promedio, cada persona puede adquirir dos arboles, sin embargo, al acreditarse que la persona interesada necesita más de dos para efectos de una campaña de reforestación, es posible recibirlos.

A esta causa ecológica se ha sumado la Asociación Sonorense para la Gestión Ambiental, cuyos miembros enviaron a través de la plataforma Change.org, una solicitud para que el gobierno municipal, en coordinación con las demás instancias, aumenten la cantidad de árboles en Hermosillo. Describen que actualmente el 6% del territorio cuenta con arborización, y consideran que con la iniciativa podrían alcanzar el 50%.