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Calidad en la educación: eterna tarea incumplida en Sonora

Por Imanol Caneyada/

Una reforma educativa caótica y de momento inefectiva; conceptos educativos obsoletos; una equivocada introducción de los dispositivos electrónicos en las escuelas: éste es el diagnóstico de los expertos en la materia  

Entrampada en una herencia maldita, la nueva administración de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC), encabezada por Ernesto de Lucas Hopkins, enfrenta una crisis sin precedentes inmediatos en cuanto a la infraestructura de los planteles educativos de Sonora.

Según los últimos datos que ha proporcionado la propia SEC, cerca de quince mil alumnos han sido afectados por diferentes fallas de infraestructura en 46 instituciones, lo que les obliga a trabajar a marchas forzadas para repararlas y, entre otras cosas, salvaguardar la seguridad de los estudiantes.

Una tarea que absorbe buena parte del esfuerzo de la actual administración.

Pero las mínimas condiciones físicas en una escuela para su funcionamiento son apenas una parte menor del gran problema que enfrenta la educación en el estado: la de elevar su calidad, superar conceptos pedagógicos obsoletos e introducir de manera adecuada la cultura digital.

El tema de la educación es recurrente en las promesas de campaña de todo candidato sin importar el partido. La idea de que la educación es la clave para superar tantos y tan variados problemas en la entidad está presente en los discursos de todos los políticos en época electoral.

Sin embargo, cuando son elegidos por el voto popular, no llenan las expectativas y queda siempre en el aire la sensación de que es una eterna promesa incumplida.

El gran proyecto educativo de la anterior administración fue otorgar uniformes gratuitos a los estudiantes (una acción de gobierno, por cierto, investigada por posibles irregularidades y delitos que se desprenden de ella); otras acciones recurrentes son la de entregar becas, regalar útiles escolares y, a últimas fechas, incluso dispositivos electrónicos, todo lo cual ayuda a la economía de las familias pero no soluciona el fondo del problema: aumentar la calidad educativa, tan pobre en Sonora y en todo el país.

La reforma que emprendió el gobierno de Peña Nieto está entrapada en conflictos políticos y sindicales y no termina de rendir frutos.

Para hablar de todo ello, recurrimos a dos expertos en la materia: Natalia Rosales Yeomans, doctorante en lingüística hispánica por la Universidad de Houston e investigadora en educación y cultura; y Josué Gutiérrez González, doctorante en Estudios Hispánicos por la Universidad de Houston, profesor de literatura en el ITESM y promotor cultural. Ambos son fundadores del Búnker Biblioteca Popular.

Les planteamos tres preguntas que amablemente accedieron a contestar, con lo que nos dan un panorama general de los retos, los obstáculos y la situación de la educación en Sonora.

1.- ¿Cuáles son los retos inminentes que enfrenta la Educación Básica en el estado, más allá de la deplorable situación física de los planteles?

Natalia Rosales:

Sonora tiene muchos retos en cuanto a Educación Básica se refiere, somos un estado que fluctúa entre los buenos aprovechamientos y los bajos logros cada vez que se nos evalúa. Sin embargo, la mayoría de ellos no son privativos del estado, sino que vienen presentándose en cada rincón del país donde se pretende colar el Sistema Educativo Mexicano (SEM).

Si tuviéramos que priorizar podríamos decir que además de la situación de los planteles, asunto urgente que sí se puede resolver, se encuentran el acceso a materiales didácticos diversos e inclusivos, el acceso a libros, sobre todo aquellos donde se reflejen situaciones similares a las del lector, y la organización de los tiempos en el Consejo Técnico para continuar la formación en didácticas específicas para los docentes y el desarrollo de estrategias para el trabajo interdisciplinario en el colectivo educativo.

Si logramos obtener un avance mínimo en estos tres rubros, podríamos comenzar a pensar en un cambio educativo local (o regional) y realista, el cual pretenda un giro de timón en el abordaje de los conocimientos dentro de la escuela, permita de una buena vez abandonar la trasnochada idea de que el pensamiento lógico matemático es el centro de nuestra forma de entender el mundo, y consolide una perspectiva clara en la que constantemente se brinde oportunidades para que la creatividad de docentes y alumnos se desarrolle, tomando siempre como base la realidad inmediata de dichos actores.

Josué Gutiérrez:

El gran reto del sistema educativo en Sonora y en general en México, es superar la idea de que educar consiste en desarrollar la inteligencia lógico-matemática de los estudiantes. Necesitamos un concepto de educación que enfrente la tarea de abordar otras formas de inteligencia y conocimiento. Elementos como la creatividad y el manejo de las emociones debe empezar a ocupar un lugar más claro y prioritario en el sistema.

2.- ¿Cómo ha impactado la reforma educativa en Sonora, hay resultados ya, no los hay, se ha implementado correctamente?

Natalia Rosales:

Coincido con muchos de mis colegas en que la última reforma educativa es en realidad una reforma laboral, por lo que tendríamos que cambiar nuestras expectativas para con ella. No impactará en los tan llevados y traídos “niveles de aprovechamiento” de los alumnos, ni logrará un cambio educativo significativo. Lo que sí ha logrado es que en México se retome la discusión sobre la función social del docente, la definición de evaluación, los capacitados para llevarla a cabo y los niveles que esperamos de cada uno de los actores del Sistema Educativo.

4 SEC EscuelasAún nos falta mucho por definir en relación a estos temas, pero esta discusión urgente ha reiniciado. En el caso particular del estado, lo que ha logrado esta discusión o esta última reforma “educativa”, es algo que no se había visto desde hace mucho tiempo, nuestros docentes retoman su esfera pública y comienzan a manifestar su perspectiva en foros, medios de comunicación y redes sociales, además de que retoman y reorganizan sus formas de agrupación para poder participar en la discusión. Así que si tuviéramos que decir algo sobre el impacto de la última reforma “educativa” en Sonora, podríamos decir que hasta el momento ha sido positiva en cuanto a participación social del docente se refiere.

Sobre su implementación, es importante destacar que es un caos. Hay mucho desconocimiento acerca de la normatividad de la reforma tanto en las autoridades como en los docentes, esto debido a que la información se ha dado por gotero, el INEE ha ido elaborando y publicando las normas y sus procedimientos como se han ido necesitando, por ello cada vez que se les pregunta algo de manera directa no han podido responder con claridad. Si la información, las normas y los procedimientos llegan tan tarde desde la Federación, no podemos pedir que su implementación en los estados sea efectiva y tampoco sus resultados.

Josué Gutiérrez:

Todavía hay un largo camino por recorrer para ver los efectos de la reforma. En este corto plazo, por desgracia, sólo se han visto algunos de sus efectos más nocivos: polarización del sector magisterial, explotación por parte de los medios, incertidumbre y desinformación entre docentes y autoridades. El Estado ha fracaso incluso al momento de dar a conocer los cambios elementales que vienen con la reforma.

3.- Una tendencia de las acciones de candidatos en campaña de cualquier signo ha sido la de regalar dispositivos electrónicos a los estudiantes. ¿Con ello logramos realmente elevar el nivel de la educación en Sonora?   

Natalia Rosales:

Independientemente de lo que se piense, las investigaciones educativas respaldan lo que ha reiterado el SEM: el acceso a los dispositivos tecnológicos que se ha puesto de moda en nuestro país, no pretende elevar los niveles educativos de nadie. El simple acceso detona un despertar en la construcción de otros medios de comunicación y desarrollo del pensamiento, pero éste debe de estar coordinado con un proceso de acompañamiento, una preparación especial y una perspectiva clara de hacia dónde vamos con dicha implementación, para así lograr un proceso de alfabetización digital. Por lo que las promesas de campaña sobre las tecnologías en el aula, al igual que la gran mayoría de las otras promesas hechas, están huecas y no tiene fundamento. Para entender de manera fácil y rápida esta situación, podríamos hacer una analogía y preguntarnos: ¿el libro, por el solo hecho de ser presentado a alguien, le permite convertirse en un lector y formar parte de la Cultura Escrita? Todos los que estamos en el proceso de alfabetización “regular” y queremos pertenecer a esta cultura, sabemos que lo anterior no es así, se necesita guía, comunidad, concepción de lo que es ser lector y lo que es el libro, entre muchas otras cosas para que se desarrollen en nosotros distintos niveles de apropiación del conocimiento mediante esta herramienta.

Josué Gutiérrez:

Me parece que ha habido un gran malentendido, propiciado por las mismas autoridades educativas, con respecto a la introducción de dispositivos electrónicos en las escuelas. Se ha simplificado terriblemente el programa, enviando la idea equivocada de que su uso va enfocado a mejorar la educación. En realidad, la iniciativa se enfoca a acercar la tecnología a un sector de la población que permanece en el lado negativo de la brecha digital. En ese aspecto, la idea es positiva porque el sistema educativo tiene un alcance tal que permite hacer llegar la tecnología con un mínimo de control para garantizar que la población inicie un proceso de alfabetización digital por su cuenta.