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Chef hermosillense, Daniela Romero, pone el sabor de México en Filipinas

Por Rigo Gutiérrez E./

La chef Daniela Romero Silva, es una joven hermosillense que comienza a abrirse paso más allá de las fronteras, llevando los exquisitos sabores, colores y olores de la gastronomía mexicana hasta el continente asiático.

Y es que a sus 25 años, la también empresaria sonorense, por segunda ocasión fue invitada por la Embajada de México en Filipinas a las celebraciones por el Aniversario de la Independencia de nuestro país.

Para los preparativos del “Festival de la Comida Mexicana, el Tequila y el Mariachi”, Daniela estuvo casi un mes del otro lado del mundo detallando y preparando un menú que le permitiera transportar a los comensales hasta México.

En el prestigioso hotel sede del evento, exponían un buffet de los platillos que preparaba junto con su equipo de siete chefs. Desayunos, comida y cena. Recuerda sonriente que el 15 de septiembre realizaron la tradicional celebración del Grito de Independencia y como cada noche salió el mariachi —originarios de Ciudad Obregón—, la gente bailaba, tomaba tequila, hasta hubo una piñata, se sentía como estar en México. A continuación la chala completa:

—¿Qué te motivó a estudiar y desarrollarte como chef?

—Desde niña me metía con mi mamá a la cocina, siempre quería saber qué le ponía a la comida, los sazones, el sabor, los ingredientes. Me gustaba estar con ella.

Cuando cursaba la preparatoria, enseguida tenía la carrera de gastronomía y el chef era amigo y me gustaba ver la forma en cómo cocinaba. Y más me fui convenciendo cuando me dijeron que en esta carrera conocías otras culturas, viajabas. Le fui agarrando sazón.

Una vez que entré a la carrera había tres áreas, gastronomía, hotelería y turismo. Escogí gastronomía y creo que hasta el momento no me he equivocado. Le vas agarrando sabor y pasión, te tiene que gustar mucho porque es una carrera muy pesada pero cuando las cosas te apasionan se facilita.

 

—¿Recuerdas cuál era tu comida favorita de la infancia, que se preparaba en tu hogar?

Los tamales de elote que hace mi mamá. No es chef pero es muy buena cocinera. De hecho ahora que estuve en Asia, ella fue conmigo y me ayudó con preparar algunos, a hacer tortillas de harina. Pero sí recuerdo que me gustaban y me gustan mucho sus tamales de elote, más que los de carne. Me sigue gustando mucho la gastronomía mexicana.

 

—¿Cómo fue que de pronto te invitan a participar en este Festival de Comida Mexicana en Filipinas?

Me fui a la aventura. Tanto en mis viajes, en prácticas, conocí al ahora embajador de México en Filipinas, Julio Camarena Villaseñor, él me hace la invitación el año pasado (para ir a Filipinas), y creo que hicimos un buen equipo, le gustó como me desarrollé como chef y tuve la oportunidad de volver a estar este año.

El año pasado estuvimos en Makati, y ahora fue en Manila, la capital de Filipinas, en un hotel de gran prestigio e hicimos un gran trabajo.

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—¿Qué variedades de la cocina mexicana se expusieron en el evento?

Fue una semana de estar celebrando la comida mexicana. Me tocó hacer albóndigas en chipotle, mole poblano, salpicón, aguachile —les gustó mucho por cierto y ellos le llaman ensalada de camarón frío—, ahora tuve la oportunidad de llevar maseca y preparamos tamales oaxaqueños, pollo con chipotle.

Entre otros platillos también les pude hacer pastel de tres leches, churros, y ahora no tuvimos la oportunidad de llevar coyotas pero sí nos preguntaron por ellas, y es que hay mucha comunidad mexicana en Filipinas y se acordaron de ellas y de hecho muchos de los que asistieron al evento nos reconocían y fue un orgullo que nos decían “qué bueno que estés de regreso”.

—¿Cómo se conformó el equipo de trabajo?

El chef ejecutivo del hotel es alemán, el subchef es filipino, otros seis cocineros que tuve a mi cargo también filipinos.

No tenían ni una idea de lo que era la comida mexicana. Cuando el chef me presentó un menú me dijo podemos hacer chili con carne, burritos con arroz, nachos con chili. No —le dije— esto no es comida mexicana, es el estilo tex-mex. En realidad sí lo terminamos añadiendo porque es lo que la gente conoce y dejamos uno que otro.

También tuve la oportunidad de cocinar para una televisora local de Filipinas que nos invitó, les preparé un pescado a la veracruzana. Les gustó mucho. Ahí también preparamos mole y guacamole que no puede faltar.

—De los comentarios que recogiste en este viaje, ¿cuáles son los sabores que hacen clic, qué impresiones te compartieron?

Para empezar no comen mucho picante. Ellos le llaman picante pero, por ejemplo, lo más que puede encontrar para hacer una salsa picosa fueron unos chiles pequeños de unos cinco centímetros, ellos le llaman labuyo, sí pican pero llega a ser como término medio. Yo me los comía puros y se sorprendían porque cómo los podía comer así a mordidas. Son muy sensibles al picante.

Les agradan los sazones como el mole. Esa mezcla de sabores entre el chocolate, las especias, lo salado, eso les atrajo. Y tenemos algo en común con la gastronomía filipina, porque al igual que nosotros ellos estuvieron colonizados por españoles y hay algunos rasgos. Por ejemplo, ellos tienen tamales, pero los envuelven en hojas de plátano, pero es pollo que lo cortan como fajitas y le ponen condimentos, los enrollan y hornean; también usan los adobos, carne con adobo, puerco con adobo que tiene más sabor dulce que picoso.

 

—¿Cómo consideras que es la aceptación de la gastronomía mexicana en el mundo?

A cada lugar que vas hay un restaurant mexicano, cada persona que le preguntaba, todos alguna vez han comido, es muy extensa llena de colores, sabores, condimento, tiene mucho potencial. Especialmente me di cuenta con los filipinos que les encanta, incluso los chefs al momento que estábamos preparando las recetas, por ejemplo hicimos un aderezo de chipotle con mango que les fascinó, para las ensaladas frescas. La verdad tiene muy buena aceptación a nivel mundial.

—¿En lo profesional en dónde te ves en cinco o diez años?

Quiero seguir creciendo con mi franquicia de restaurantes de comida mexicana —Las Chulas Gourmet—. Creo que tuve muy buenos contactos en Asia, probablemente se me dé la oportunidad el próximo año de abrir un restaurante de comida mexicana por allá.

La chef Daniela, hace tres años se graduó de la Licenciatura en Administración de Empresas Gastronómicas por la UVM. La cocina es su vocación, su pasión, su arte “lo haces de corazón, cuando ves la sonrisa de los comensales al probar tu platillo, cuando escuchas comentarios de aprobación, eso es muy bonito”.