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Clausuran Sushi por discriminar a invidente; gerente responde “nos asustamos”

Por Daniel Sánchez Dórame/

Por negar el acceso a una mujer invidente y su perro guía, la delegación estatal de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) suspendió un restaurante de comida japonesa ubicado en pleno centro de Hermosillo.

Fue el pasado 5 de febrero cuando María Auxiliadora Durán, mujer que por su ceguera requiere el apoyo de su perrita llamada ‘Vela’ para desplazarse, llegó al Sushi PAO donde la encargada del local le indicó que no debía entrar al restaurante con el perro pero que podía amarrarlo afuera; la mujer con discapacidad visual trató de explicarle que necesitaba estar cerca de la perra y que había una legislación que la avalaba, pero la gerente dijo desconocer la normativa y la invitó abandonar el restaurante.

«La gerente del restaurante fue tajante, en otras ocasiones me había ocurrido pero las personas me daban acceso cuando yo les explicaba que ‘Vela’ es mi herramienta de movilidad y está debidamente entrenada y certificada, nunca me había tocado una negativa tan rotunda como en esta ocasión, sentí mucha impotencia», recordó María Auxiliadora.

Según lo establece el artículo 58 de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), «el proveedor de bienes, productos o servicios no podrá́ negarlos o condicionarlos al consumidor por razones de género, nacionalidad, étnicas, preferencia sexual, religiosas o cualquiera otra particularidad», incluyendo a clientes con alguna discapacidad.

Con el apoyo de la Fundación Por Un Mejor Andar que preside Jorge Guereca y que se dedica a velar por los derechos de las personas con capacidades diferentes, la dama con discapacidad visual presentó una denuncia en la delegación estatal de Profeco que al mediodía del martes procedió a suspender el restaurante y podría sancionar económicamente a los propietarios del Sushi PAO.

6 Invidente
María Auxiliadora y su can guía llamado Vela, caminando en el centro de Hermosillo.

«La misma dueña del Sushi reconoció que así sucedieron las cosas y se mostró en la mejor disposición de resolver la diferencia para que sirva de experiencia a otros comercios, fue la actitud de la persona en el restaurante lo que hizo que la cliente se sintiera mal, discriminada; pero la Ley es muy clara y actuamos en consecuencia», declaró Rolando Gutiérrez Coronado, delegado en Profeco en Sonora quien dijo que con una carta compromiso del restaurante y el pago de la multa podría reinstalarse el servicio.

La perrita ‘Vela’ lleva tres años al servicio de María Auxiliadora, es una labradora que según consta en documentación oficial, cuenta con entrenamiento certificado como lazarillo expedido por las escuelas Leader Dogs For Blind, mantiene un alto nivel de cuidado y limpieza ya que es indispensable para su amo en todo momento.

Restaurant reconoce error

Fue el pasado miércoles que el comercio emitió una disculpa pública por los hechos, mediante una carta firmada por Jacqueline Avilés Jiménez, gerente del Sushi, reconociendo desconocer la Ley.

“En efecto este día ―5 de febrero― aproximadamente a las quince horas, me encontraba atendiendo en el local de mi propiedad y se presentó una persona del sexo femenino, que pude percatarme que era una persona con capacidad diferente, venía con un perro de tamaño grande con correa y ella lo sostenía, en ese momento el restaurante se encontraba lleno y llegó una persona jovencita del sexo femenino detrás de la C. María Auxiliadora, fue cuando la mascota se paró en dos patas y se abalanzó a la jovencita, en ese momento todos los comensales y yo nos asustamos y debido a este hecho le sugerí a la ciudadana que si podíamos dejar a su mascota atado provisionalmente a un costado de la carreta que se encuentra en el exterior del local, ya que este es muy reducido en espacio, ella comentó que si no conocíamos la ley, yo le conteste que la verdad no sabía a qué se refería y que no la conocía, entonces ella decidió retirarse, posteriormente nos dimos cuenta que la joven venía acompañando a la C. María Auxiliadora porque escuché que le dijo tía y le insistió que comieran en el exterior del local ya que se ubican mesas por fuera del inmueble, sin embargo la C. Auxiliadora decidió retirarse sin consumir alimentos”.

En la carta, Avilés Jiménez señala se trató de “un desafortunado mal entendido”, luego de ahora saber se trataba de un perro guía.

“Lamentablemente la ignorancia y desconocimiento de la Ley nos hace caer en errores, por eso de nuevo ofrezco una disculpa reiterándole que nuestra política es trato amable sin discriminación y con respeto a los derechos humanos de todas las personas, que en ningún momento fue la intención de que sintiera ofendida”.