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Cuaresma Yaqui, tradición que resiste al tiempo con fe y devoción

Por Gabriel Rigo Gutiérrez y Miguel Gálvez

Antes de colocarse la máscara los fariseos yaquis toman un rosario y lo dejan en su boca, así cumplen el voto de silencio.

 

El cerro del barrio El Coloso comienza a extender su sombra sobre la humilde ramada de palma en un polvoriento lote baldío. Al escuchar el agudo llamado de una flauta de carrizo, los jóvenes chapayecas (fariseos yaquis) se acercan presurosos al montículo de la Cruz Mayor. Uno a uno toman sus máscaras, se recuestan sobre la tierra y del rosario de madera que cuelga de su cuello toman la cruz y la colocan en su boca. Con cuidado se enfundan el disfraz. Alrededor, todos los asistentes observan en silencio. El ritual está por comenzar.

Al llamado del capitán, los fariseos se incorporan y forman dos filas. Avanzando conforme les marcan un tambor de cuero y golpeado rítmicamente sus bastones de palo. Con cada paso resuenan los tenabaris (capullos de mariposa enrollados a los tobillos). Finalmente la procesión frena frente a la ramada yaqui. Son las seis de la tarde y las rezadoras inician el rosario, como es costumbre durante Cuaresma.

Algunos visitantes se acercan y participan en las oraciones de cada uno de los misterios que recuerdan la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Los niños observan curiosos las máscaras y ropajes sucios de los fariseos. Estos últimos permanecen en silencio, de pie, orando en su interior, es la manda que deben cumplir.

Don Lidio Valenzuela Álvarez, Pilatos Mayor en la ramada del Coloso, explica a “Primera Plana” que como todos los años viven unas fiestas cuaresmales con mucha fe y devoción, tratando de mantener esa herencia de los antepasados.

Y para esta Semana Mayor, cuentan con todos los preparativos para compartir con la comunidad sus Sagradas Costumbres.

Durante la Semana Mayor celebrarán procesiones y ceremonias, abiertas a todo público.

—Las festividades iniciarán desde mañana sábado 13 de abril, con la víspera de Ramos a las seis de la tarde.

—El ritual de “Domingo de Palma” será al medio día, con un rezo a las seis de la tarde.

—Lunes y martes, tendrán la procesión diaria desde las siete de la mañana, recorriendo calles de Hermosillo. Y por la tarde tendrán rezo.

—El miércoles es de “Tinieblas”. Ese día van a la casa de los Padrinos. A las seis de la tarde también tienen rezo del rosario.

—El jueves hacen una marcha a tempranas horas. Van por el Nazareno a la Casa de los Padrinos y lo llevan a una Ramada, que le llaman el “Huerto de Los Olivos”, es el lugar que se representa donde será aprehendido Jesús. Más tarde hay una procesión con una Matraca; durante toda la tarde y hasta las dos de la madrugada se quedan velando al Nazareno.

—Viernes Santo hay tres procesiones en la mañana. Y a las cuatro de la tarde es la crucifixión.

—El sábado 20 a las diez mañana se realiza el paseo del Judas, y después entre alabanzas y rezos celebran la Gloria al medio día. En ese momento, los padrinos y madrinas ayudan a sus ahijados (los chapayecas), les ponen un rosario y con campanas cantan gloria. Es un momento de júbilo. Ahí, frente a la Cruz Mayor, los fariseos se despojan de sus máscaras y toda la indumentaria utilizada durante 40 días, todo esto lo arrojan al fuego en lo que llaman “la quema de Judas”.

Mujeres de la etnia yaqui y vecinos acuden al rezo del rosario.

“Este año nosotros hemos trabajado con fe, con devoción, tratando de llevar lo que nos dejaron nuestros familiares y compañeros (muchos ya se fueron), pero seguimos celebrando la santa pasión de la Cuaresma; es una tradición que no podemos dejar porque es una herencia, y darles honor a ellos porque estamos siguiendo la misma doctrina de acuerdo a nuestra Santa Iglesia”, sostiene el Pilatos Mayor.

El compromiso ahora, asegura, es de las nuevas generaciones, quienes deben tener más participación e interés.

“Los jóvenes de nuestro pueblo son bienvenidos, siempre y cuando trabajen con devoción, humildad, que cumplan sus mandas y promesas. Ellos están aprendiendo y significa que tienen interés. Nosotros vamos a dejarles la semilla y que no se pierdan las tradiciones”, añadió.

Don Lidio y los fariseos se reúnen a un costado de la Ramada. Ya oscureció y tienen que descansar. Con el amanecer del siguiente día nuevamente saldrán a recorrer las calles y cumplir su penitencia.