Sigue el “coyotaje” en Junta de Conciliación

Se trata de supuestos abogados que ofrecen sus “servicios” a la vista de todos en el Centro de Gobierno, pero que al final terminan estafando a sus clientes; expertos de la Barra Sonorense de Abogados dan recomendaciones

Por Javier Flores

En menos de una semana nos hicieron llegar a “Primera Plana” dos denuncias relacionadas a supuestas estafas realizadas por personas que ofrecen asesoría legal a las afueras de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.

Se trata de los ya conocidos “coyotes”, quienes se acercan a los trabajadores prometiendo ayuda como intermediarios y acelerar los trámites en las demandas laborales pero que, en cualquier descuido por parte del trabajador, utilizan cualquier artimaña para dejar a su cliente sin dinero.

Así lo establece un testimonio que recogió este Semanario y que por temor a represalias pidió el anonimato. Recientemente acudió al Centro de Gobierno para buscar ayuda en la Junta de Conciliación y esto fue lo que nos narró:

Decidí ir a la Junta de Conciliación a interponer una demanda laboral por no habérseme entregado mi finiquito en mi anterior empleo. Cuando estaba apunto de entrar, se me acercó un señor de nombre Ernesto Rivera quien se identificó como asesor laboral con una tarjeta de presentación. En ese momento le explico mi situación y se ofrece ayudarme.

Para cuando acabé de explicar mi caso, me comenta que mi situación era fácil de resolverse, pero que el procedimiento sí tardaría algunos meses, por lo que ese mismo día le bridé información e iniciamos los trámites.

Pasaron unos meses y recibo una llamada de Ernesto donde me comenta que la empresa solamente ofrecía mil 500 pesos de finiquito, preguntándome que, si seguíamos el proceso para poder obtener una cantidad mayor o lo dejábamos así, a lo que yo conteste que se siguiera el proceso.

El mes pasado, se contactó de nuevo, esta vez con mejores noticias, pues la empresa me ofrecía —según Ernesto— la cantidad de 6 mil pesos, por lo que fui a la oficina de esta persona, la cual me hizo firmar unos papeles, que la verdad, no leí completamente por la confianza que siempre me inspiró. En ese momento, me dice que al siguiente día tenía que pasar por mi cheque a la Junta de Conciliación.

Al llegar a caja de finiquitos en la Junta, se me informó que no se tenía ningún cheque a mi nombre. Intenté contactarme con Ernesto, pero jamás me contestó las llamadas a celular, fui a buscarlo varias veces a su oficina y me comentaban que estaba fuera de la ciudad. Hasta hoy, no he sabido nada de él.

Caras conocidas

En la edición No. 2178 (6 de septiembre de 2013) de “Primera Plana” se expuso el caso de un abogado de nombre Luis Alejandro Leos Valenzuela, quien se presentó a la Junta de Conciliación y Arbitraje y cobró un cheque de 120 mil pesos que le pertenecía a un exempleado de Soriana.

Tres años más tarde, este supuesto “coyote” volvió hacer de las suyas, según lo que nos platicó Luis Minjares, hermano de la mujer que fuera la víctima de Leos Valenzuela.

“Aunque nuestro caso ya se resolvió a nuestro favor, no puede ser que las autoridades permitan que este tipo de personas sin ninguna ética profesional se la pasen estafando y robando a los trabajadores”, expuso molesto.

Luis Minjares mencionó que en una ocasión acompañó a su hermana al despacho de Leos Valenzuela para que ella se asesorara por un asunto de despido injustificado. Ya en la plática, el licenciado el preguntó que si tenía credencia de elector vigente, a lo que su hermana contestó que no sabía y este se ofrece a revisar la credencial sin percatarse de Leos apuntaba sus datos.

Sin llegar a ningún acuerdo para que esta persona llevara el caso de su hermana, se despidieron del licenciado mientras éste les reiteraba que se ponía a sus órdenes para que cuando ellos quisieran llevarles el caso.

Pasaron algunos meses, Luis le aconsejó a su hermana que fuera hablar con el gerente de recursos humanos de su antiguo trabajo para tratar de negociar de nuevo, pero se enteró por parte del personal de recursos humanos que hacía 8 meses que la empresa había entregado un cheque en la Junta de Conciliación a una persona que se identificó como representante legal de ella.

“Cuando me platicó mi hermana lo que pasaba fuimos a la Junta de Conciliación, donde efectivamente se tenía el registro de la persona que había cobrado el cheque, se trataba de Alejandro Leos Valenzuela, el abogado con el que nos habíamos asesorado meses atrás”.

Decidieron demandar, hasta que ganaron el caso y esta persona devolvió el dinero, pero comenta Luis que hasta la fecha esta persona sigue trabajando y ofreciendo sus servicios como si nada hubiera pasado.

“Es bueno que las personas se enteren de lo que está pasando para que no se dejen engañar por este tipo de pseudoabogados, que se supone deberían de proteger al trabajador y con este tipo de malas prácticas hacen todo lo contrario”.

El Coyotaje ya es sistemático

Para el abogado Antonio Ruiz, perteneciente a la Barra Sonorense de Abogados A. C., mencionó que con este tipo de prácticas no sólo se daña a los que requieren asesoría y defensa legal, sino que además se daña la reputación de los abogados de buena vocación, personas que día con día se esfuerzan por hacer las cosas bien.

Dijo que en los más de treinta años que tiene ejerciendo su profesión, ha notado que la práctica del coyotaje ha ido en aumento y que las personas se han acostumbrado a tal grado, que ahora lo ven como algo normal, ya que realizan sus actividades a la vista de todos, sin que nadie se los impida.

El licenciado opinó que en cierta medida todos han contribuido a que esta práctica se fortalezca, ya que hay procedimientos normales que se dan entre empleados y patrones que podrían resolverse en las oficinas de recursos humanos sin la necesidad de acudir a la Junta de Conciliación, peligrando con ello a que los empleados se topen con coyotes.

“Yo siempre aconsejo a las empresas que, si el empleado renuncia voluntariamente y se encuentra en buena disposición, las cosas se firmen ahí mismo en la oficina de recursos humanos, ya que ir a la Junta de Conciliación es un trabajo innecesario en ese caso, de todas formas, no hay garantía de evitar alguna demanda posteriormente por el trabajador, aunque haya firmado. Por el contrario, se ponen en riesgo de que los empleados se topen con coyotes que los engañen y los convenzan de demandar aun habiendo recibido su pago”

Exhortó a la ciudadanía de mantenerse al margen de esta clase de personas y no hacerles caso, y que si se trata de recibir asesoría, que lo hagan dentro de las oficinas de la Institución con abogados que pertenezcan a la misma.

“La mayoría de las personas que acuden a la Junta de Conciliación y Arbitraje van realmente en un estado de necesidad, ahora dime, ¿quién que se encuentre en ese estado al ofrecerle alguien ayuda se podrá negar?, por eso es importante que pidan ayuda adentro de las oficinas y traten de no hacer contacto con este tipo de personas”, aconsejó.