DE PRIMERA MANO

De Primera Mano | Estación Don-Nogales y sus «señales de humo»

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

rq-columnaDECENAS DE ACCIDENTES con sus decenas de muertos, ha registrado una carretera de 4 carriles Estación Don-Nogales en reparación y reconstrucción, desde hace varios años.
Es cierto que la imprudencia de algunos automovilistas ha abonado a las tragedias, como también es cierto que los contratistas no tienen restricción alguna para olvidarse de instalar señalamientos que orienten a quienes responsablemente se colocan frente al volante.
También es cierto que cada quien debe cumplir la parte que le corresponde, pero la responsabilidad mayor es de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, autoridad federal que permite a esas compañías constructoras irresponsables, operar sin mayores problemas.
Una de las trayectorias más reconocidas en cuanto a su capacidad de gestión es la de Claudia Pavlovich Arellano, en relación a alcanzar el objetivo de tener una carretera digna para Sonora y los sonorenses.
Desde que ella fue electa diputada local en el trienio 2006-2009, se comprometió a gestionar con quien fuera, los recursos suficientes para dejar atrás la vergüenza de sufrir una carretera, sí de cuatro carriles, pero con limitaciones. La meta fue lograr tener una verdadera autopista.
Primero Claudia concretó apoyos para darle mantenimiento y luego se advirtió su mano cuando el Presidente Peña Nieto anunció que Sonora tendría una carretera de cuatro carriles de concreto hidráulico.
De ese anuncio se cumplirán tres años y a partir de entonces los trabajos sobre esa rúa no se han detenido. Todos aplaudimos la buena noticia y la capacidad de gestión de la ahora Gobernadora del Estado.
Sin embargo, una buena obra, se ha echado a perder en su proceso, simple y sencillamente porque se ha permitido que las compañías constructoras, en su afán de ahorrar recursos autorizados previamente, se olviden de establecer una buena señalización que evite menos riesgos de accidentes.
La SCT federal ha dejado de cumplir con su obligación de hacer cumplir los estándares de los contratos, originado por la corrupción o la irresponsabilidad de funcionarios que han demostrado en los hechos, poner en riesgo la vida de choferes y automovilistas a lo largo y ancho de las carreteras del país.
Hace unos cuantos días se dio un socavón mortal en el llamado “paso exprés” de la ciudad de México a Cuernavaca, apenas inaugurado hace meses por el Presidente Peña Nieto. Este desgraciado acontecimiento mostró al pueblo de México que los compromisos e intereses personales están por encima de los grandes intereses de la ciudadanía, porque EPN no se conmovió para remover a su secretario de comunicaciones y transportes, Gerardo Ruiz Esparza, principal responsable de esa área.
Así también, en Sonora, no nos dejan otro remedio que pensar que los grandes intereses que manejan la obra pública desde el gobierno federal, velan por sus ganancias, antes de observar los lineamientos y hacer cumplir las licitaciones sobre estas grandes obras públicas a los contratistas.
Lamentablemente, pero se está hablando de corrupción, ese maldito cáncer que tantas y tantas vidas ha cobrado en las carreteras de México y de Sonora.
Suena fatal y hasta peliculesco, pero es muy probable que la realidad supere a la ficción.

PUES AHORA le ha dado al “padre travieso”, Tomás Herrera, por expiar sus culpas tocando la puerta a cuanto medio de comunicación se deje y retomar el micrófono, disfrutando de sus escándalos… Es su vida, su “modus vivendis” y sus “modus operandis”, y hay quienes aseguran que así es muy feliz… Y más aumenta su felicidad cuando sabe que es apoyado por algunos, sobre todo por aquellos que le apuestan a que a Sonora le vaya mal… Además, saben que la principal autoridad en la arquidiócesis, Ruy Rendón Leal, está de vacaciones y que retomará el caso a su regreso y con “la debida prudencia”… Herrera se está preparando para recibir al arzobispo con un costal de pretextos y otras explicaciones y así tratar de salvar su estancia en Hermosillo y con el traje de una autoridad en una parroquia a la que asiste gente buena… Al final de cuentas, el escándalo originado por Herrera, ha generado “raiting”, que es el valor más importante de algunos que sueñan con ser actores de Hollywood.

HAY MUCHOS que se preguntan qué caso tiene sostener un monumento al reloj, como el que permanece en Boulevard Rodríguez y Juárez… Lamentablemente pero ese reloj construido en la administración municipal de Gastón González Guerrero, nunca ha dado un servicio a la comunidad… Quizá el propio Gastón, en un acto reivindicatorio de su propia imagen, podría solicitar que lo derrumben y aprovecharlo para otra buena causa… Quizá y ahí podría instalarse un monumento bonito a los fundadores de Hermosillo… Es que nuestra capital no tiene un monumento a Juan Bautista Escalante y a los demás que en 1,700 hicieron este bonito pueblo… Está una placa deprimente y vergonzante en el camellón del boulevard Hidalgo que hace alusión a dichos fundadores, pero los hermosillenses nos merecemos algo más digno.