DE PRIMERA MANO

De Primera Mano | Grandes bienes del pueblo para remediar males de Gobierno

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

MÉXICO -y desde luego Sonora no es la excepción-, ha tenido gobiernos que han construido grandes estadios de béisbol que, concesionados a particulares, después estos últimos hacen negocio cobrando a Juan Pueblo por disfrutar de su espectáculo favorito en el deporte.

En otras palabras, con dinero de los ciudadanos los gobiernos han construido infraestructura deportiva para entregarlos a sus amigos, los empresarios particulares y que estos le ayuden al gobierno a liberar las tensiones de Juan Pueblo, aunque éste pague por ello.

No es sólo ese ramo. Esas incongruencias forman parte de la puesta en práctica de nuestro sistema político.

Un ejemplo más. Las carreteras a lo largo y ancho de la república mexicana, se construyen con los impuestos de los ciudadanos cumplidos con Hacienda. Transitables las autopistas, el gobierno cobra a esos mismos ciudadanos por usarlas y en ocasiones hasta concesionan tramos para enriquecer a particulares, a pesar de que también pagamos altos impuestos quienes cargamos de gasolina nuestros automóviles.

En el caso del Isssteson, el actual titular, Pedro Angel Contreras (un técnico profesional muy reconocido y de quien se dice, pudiera tener las llaves para sacar del hoyo a ese organismo) me dijo ayer en entrevista para Grupo LARSA que se hará todo el esfuerzo necesario para dejar trabajando a esa institución y evitar en lo sucesivo “que los directores dejen endeudadas sus finanzas”.

Si bien es cierto que durante el “padrecismo” la incapacidad, corrupción e incapacidad terminaron por hundir al Isssteson, también es cierto que la “criba” comenzó hace varios sexenios, antes de que el PAN dominara palacio de gobierno.

Una propuesta del proyecto anunciado ayer por Contreras para levantar el agonizante organismo, es la venta de activos como los estadios “Héctor Espino” en Hermosillo y “Tomás Oroz Gaytán”, en Ciudad Obregón.

Como se sabe, fue el propio Gobierno del Estado quien gestionó recursos públicos para construir recientemente los nuevos y modernos estadios para los “Naranjeros” y “Yaquis.

La propuesta de obtener recursos para solventar el fondo de pensiones del Isssteson no es mala, pero debemos estar muy conscientes de que, una vez más, los platos rotos los estamos pagando los ciudadanos.

El Gobernador Faustino Félix Serna construyó esos estadios (ahora en venta) en los inicios de la década de los setenta y con recursos de Juan Pueblo.

Ahora, es el mismo patrimonio de Juan Pueblo que se utilizará para tratar de enderezar los errores y la corrupción de exdirectores priístas y panistas, que “mamaron” todo lo posible al Isssteson.

Una pregunta final: Los bienes públicos son inembargables, imprescriptibles e inalienables, según la Ley. ¿Estará listo el procedimiento de desincorporación de esos estadios para poder disponer de ellos y venderlos a particulares?

La respuesta está en la Coordinación estatal de Bienes y Concesiones del Gobierno del Estado. Se duda que haya respuesta ante el escenario de que la principal firma de esa oficina es un encargado de despacho.

 

EN EL PARTIDO Acción Nacional, evidentemente, hay muchos problemas ahora… Uno de ellos es la comunicación… Alejandra López Noriega solicitó una licencia para separarse de su cargo el pasado sábado, para estar en condiciones legales de registrarse como aspirante a una diputación… Como también el secretario general fue “enlistado” para una “pluri” local, en su lugar fue designado el tercero en la jerarquía, Greco Duarte Márquez, como dirigente estatal interino del PAN en el Estado… Eso más que suficiente para que se desatara una crítica terrible contra Acción Nacional, arrastrando más el gran colapso que ha sufrido en estos últimos tres años… Quizá no hubiese sufrido los embates de daros envenenados, si la llegada interina de Greco Duarte se hubiese informado en un boletín… pero no fue así… Y lo más seguro es que para estas horas, la señora López Noriega ya haya regresado a la presidencia del PAN-Sonora… Lamentable, pero así es.