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El alto costo de un diputado

Por Imanol Caneyada @Imanolcp/

Solamente entre el mes de enero y el mes de septiembre de 2012, la 59 Legislatura erogó en el capítulo 10000, el de Servicios Personales, 40 millones 600 mil pesos

La percepción de la sociedad sonorense, en términos generales, es que el Congreso no ha respondido a las expectativas de la ciudadanía y sus actuaciones han rozado en muchos casos la villanía.

La anterior legislatura, la 59, no fue capaz de aprobar el presupuesto del 2012 mientras que la actual, la 60, aprobó uno en el que en el reglón de ingresos, fijaron nuevos impuestos y aumentaron los existentes.

Uno de los grandes reclamos de la ciudadanía ha sido desde hace ya mucho tiempo lo caro que nos resultan los señores legisladores y las pobres cuentas que rinden a sus representados.

Legislaciones van, legislaciones vienen, y el ausentismo, la escasa participación-productividad y la incapacidad de ponerse de acuerdo para sacar adelante los grandes acuerdos y los proyectos de ley trascendentales, son algunas de las deficiencias que han sido señaladas constantemente por asociaciones civiles, medios de comunicación y analistas políticos.

Pero el Congreso del Estado de Sonora únicamente es reflejo de un aparato burocrático que tanto a nivel estatal como nacional, de cada peso del presupuesto, absorbe 80 centavos en gasto corriente y 20 en inversión.

Una burocracia costosa y cara.

La inconformidad de la ciudadanía con el reciente aumento de impuestos responde, precisamente, a eso.

Capítulo 10000

Si uno se sumerge en el sitio de Internet del Congreso del Estado, podrá encontrar un apartado llamado Información Pública, en el que se registra de qué manera se ha ido ejerciendo el presupuesto.

Dividido en capítulos, el 10000 es el que engloba lo que denominan gastos personales, es decir, dietas, sueldos, honorarios, retribuciones por servicio de carácter social, primas vacacionales, gratificaciones de fin de año, compensaciones por ajustes de calendario, compensación por bono navideño, remuneración por horas extraordinarias, estímulos al personal de confianza, indemnizaciones al personal, otras prestaciones y previsión para incremento de sueldo.

Esta exuberante y burocrática nomenclatura incluye a los señores diputados, a secretarias, asistentes, asesores internos y externos, empleados de confianza, empleados fijos y temporales.

Solamente entre el mes de enero y el mes de septiembre de 2012, la 59 Legislatura erogó en este capítulo 40 millones con 600 mil pesos.

Más de tres cuartas partes de este monto se fue en las dietas de los legisladores (22 millones) y a salarios (poco más de 10 millones).

Dos rubros que destacan después del de dietas y sueldos es el de primas vacacionales (un millón 182 mil pesos) y el de gratificación de fin de año (dos millones 400 mil pesos).

En el capítulo 30000, Servicios Generales, hay apartados que también llaman poderosamente la atención.

Es el caso de gastos de telefonía celular, que ascienden en este mismo periodo de enero a septiembre de 2012 a 223 mil pesos; o del de servicios de acceso a internet, redes y procesamiento de la información, que suma poco más de 300 mil pesos.

Por su parte, los señores diputados gastaron en servicios de consultoría en el mismo periodo 414 mil pesos.

Si sumamos los gastos de los cuatro capítulos en que está dividido el presupuesto, sin incluir Oficialía Mayor, la 59 Legislatura, la misma que, entre otras cosas, no supo aprobar el presupuesto a tiempo, le costó a los sonorenses en los nueve primeros meses del año pasado 332 millones de pesos, es decir, cada diputado (más el personal que lo rodea para que pueda hacer su trabajo y los bienes muebles e inmuebles que necesita) le significó a los ciudadanos un gasto de poco más de 10 millones de pesos.

Para este año que recién inicia, la 60 Legislatura, la que aprobó la creación de nuevos impuestos que tanto ha indignado a la ciudadanía, tiene previsto ejercer un presupuesto de 600 millones de pesos.

Curiosamente, en el proyecto original de Presupuesto de Egresos que el Ejecutivo estatal envió al Congreso, el monto destinado al poder legislativo era de 400 millones de pesos; fueron los propios diputados los que se asignaron 200 millones más.

Es decir, este año, el dinero que erogarán los sonorenses por cada diputado ascenderá a 18 millones de pesos.

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