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El ejido Villa de Seris, otro frente abierto para el Gobierno del Estado

Por Imanol Caneyada/

En medio año, los socios ejidatarios han puesto una veintena de demandas contra las empresas e instituciones asentadas en el vado del río Sonora y el propio Gobierno del Estado; exigen la indemnización que por ley les corresponde y que durante dos décadas les ha sido negada

Para los socios del ejido Villa de Seris el planteamiento es muy simple: unos pocos se han enriquecido con los terrenos del vado del río, y el ejido, el legítimo dueño, ni siquiera ha recibido una indemnización.

El conflicto viene de lejos, de principios de los noventa, y el fideicomiso que ha impulsado el desarrollo de esa zona de la ciudad ha tenido varios nombres: Hermosillo Siglo XXI, Impulsor y ahora Progreso.

En todos los casos, según denuncian los ejidatarios encabezados por su presidente, Ramón Néstor Badilla López, nunca se acercaron con los legítimos dueños de los terrenos para proceder a una expropiación en regla con la consecuente indemnización, y han vendido las parcelas a una veintena de empresas sin que los propietarios originales reciban un quinto.

Desde Manlio Fabio Beltrones hasta Guillermo Padrés, pasando por Eduardo Bours.

El proyecto de modernización de esta área tiene veinte años y comenzó con los edificios de gobierno México y Sonora fundados por el entonces gobernador Manlio Fabio Beltrones.

A lo largo de este tiempo, los socios del ejido Villa de Seris han visto como los terrenos comunales que por resolución presidencial y posterior decreto les corresponden, han sido vendidos por el Gobierno del Estado a empresas nacionales y multinacionales sin que hayan recibido nunca un beneficio; en todos estos años ni siquiera hubo o ha habido un acercamiento.

Durante dos décadas, asegura el presidente ejidal, por ignorancia y por miedo, pues los tiempos eran otros y el gobierno tenía mucho poder, no iniciaron ninguna acción legal.

Pero a partir del 2012, comenzaron a presentar una serie de demandas ante el Tribunal Unitario Agrario Distrito 28 que tienen la esperanza de que se resuelvan a su favor.

No quieren recuperar las tierras, únicamente buscan la indemnización que por ley les corresponde, dicen.

Bancos, complejos comerciales, empresas automotrices, hoteles, todos están involucrados en un pleito que le podría significar un fuerte revés al Gobierno del Estado y al Fideicomiso Progreso.

La resolución presidencial del 37 y el decreto del 46

En 1937, a través de la Resolución Presidencial de Restitución de Ejidos y con fecha del 1 de septiembre, se concedió al poblado denominado Villa de Seris una superficie de 3,911 hectáreas, para beneficio de 260 campesinos.

En octubre de ese mismo año, se efectuó según la orden presidencial el deslinde y la posesión de las tierras ejidales.

En 1946, fueron incorporadas al régimen ejidal 2,870 hectáreas, con lo que el ejido Villa de Seris, y de conformidad con el H. Cuerpo Consultivo Agrario, quedó en posesión de 6,781 hectáreas.

El ejido tiene en su poder el plano definitivo aprobado por el entonces H. Cuerpo Consultivo Agrario el 30 de abril de 1951, en el que se incluye la superficie mencionada.

Todos los desarrollos económicos, habitacionales y de asistencia social que se encuentran en el vado del río, están, según lo anterior, en terrenos del ejido.

Los socios de Villa de Seris realizaron una diligencia ante la Secretaría de la Reforma Agraria para la resolución definitiva en cuanto a la posesión de estas tierras.

La respuesta de la dependencia, con fecha del 07 de febrero de 2012, señala que por resolución presidencial de fecha 1 de septiembre de 1937, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 15 de octubre del mismo año se concedió al poblado Villa de Seris, municipio de Hermosillo, Sonora, una superficie de 3,911 hectáreas, y por decreto presidencial expropiatorio de fecha de 11 de septiembre de 1946, se reconoció expresamente la superficie de 2,870 hectáreas como incorporadas al referido ejido. En el mismo sentido, se le dio posesión de los terrenos como consta en acta fechada el 03 de abril del referido año 1946 al régimen ejidal según el artículo 144 del código agrario vigente.

El referido código asienta:

“Los núcleos de población que posean terrenos comunales, podrán adoptar el régimen ejidal por voluntad de sus componentes, tramitándose este cambio por conducto del Departamento Agrario; pero cuando sean beneficiados en virtud de una resolución dotatoria (como es el caso del ejido Villa de Seris), quedarán automáticamente sujetos por lo que hace a todos sus bienes al régimen ejidal”.

Basado en todo lo anterior, el Ejido Villa de Seris ha emprendido una acción legal ante el Tribunal Agrario sin precedentes en Sonora.

Todos demandados

De mayo a agosto de 2012, una veintena de instituciones públicas y privadas han sido demandadas por el ejido Villa de Seris.

Galerías Mall, Pabellón Reforma, Automotriz Río Sonora, Partido Acción Nacional, Comisión Federal de Electricidad, Banco del Bajío, Banorte, Toyota, Soriana, Walt Mart, Sam´s, Ricardo Mazón Lizárraga, Lucerna, Ibis, Colonial, City Express y, por supuesto, el Gobierno del Estado de Sonora.

En las sucesivas audiencias ante el Tribunal Unitario Agrario Distrito 28, con sede en Hermosillo, los representantes legales de estas entidades han señalado al actual Fideicomiso Progreso como el responsable de haberles vendido los terrenos donde construyeron los inmuebles que explotan.

Todavía, a decir del presidente del ejido, Ramón Néstor Badilla, el tribual no ha dado ningún fallo al respecto.

Tampoco han tenido un acercamiento de parte del Gobierno del Estado, a pesar de que el 11 de noviembre, antes de iniciar con la lluvia de demandas, enviaron un oficio al gobernador en el que se le explicaba la situación y se le planteaba las demandas.

De todas formas, afirma confiado que ahora son otros tiempos y creen que los magistrados del tribunal actuarán a pegados a la ley y no conforme a los intereses del gobierno.

“A pesar de todo tenemos fe en la ley. Vemos nada más las cosas malas, pero las buenas son muchas más. Si el tribunal fuera parcial, los magistrados estarían pateando el pesebre, porque si no existe el ejido, no habría trabajo para ellos”.

Insiste en que no están en contra del progreso ni pretenden recuperar las tierras, únicamente que les den lo que por ley les corresponde como legítimos propietarios de las tierras que van desde la presa Abelardo L. Rodríguez hasta la altura del recién estrenado Estadio Sonora, aunque éste, aclara, no quedó en terrenos del ejido.

Por ello, aprovecha para convocar a los dirigentes de los ejidos de del municipio de Hermosillo a unirse y a hacer frente al Ayuntamiento y al Gobierno del Estado, con el objeto de detener los despojos a los que históricamente han sido sometidos sin mediar acuerdos, convenios ni negociaciones.

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