En México y en Sonora se regalan obras

Por Gerardo Moreno Valenzuela

En las últimas semanas hemos analizado los contratos de infraestructura hechos en Sonora durante la administración de Alfonso Durazo, y vemos una constante, en promedio el 60% de las obras se entregan por adjudicación directa, y mayoría del resto se hacen en procesos de licitación turbios, algo que también es la forma de trabajo del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Este mes, Mexicanos Contra la Corrupción presentó un informe llamado “Los otros datos y la opacidad en los contratos del nuevo Compranet”, donde señalan que la nueva plataforma para registrar cómo la Federación se gasta el dinero público, es enredosa, dificulta la rendición de cuentas, y tiene datos erróneos y engañosos.

El problema fue después que se cayó la plataforma el año pasado y que hubo problemas con los proveedores, el almacenamiento y soporte, ahora Compranet pública su información en dos bases de datos diferentes y lo hace mal.

En el análisis se encontró que, en los primeros meses del año, el 58% del gasto total en contratos se clasificaron como “otros”, es decir, no se especifica si fueron adjudicaciones directas, invitaciones restringidas o licitaciones públicas, más de 140 mil 527 millones de pesos, una cifra récord equivalente al 60% del gasto total.

Mientras que el portal asegura que las adjudicaciones directas representan 7 de cada 10 contratos y 14 de cada 100 pesos gastados, pero al analizar esos “otros” contratos, resulta que en realidad son 21 mil 256 hechos por adjudicación directa por 90 mil millones de pesos, es decir, 37 de cada 100 pesos.

Además, hay 156 contratos, que suman 116 millones, donde no es posible consultar ningún documento sobre su proceso de contratación. En 310 contratos se simuló competencia en la licitación, pues ya había iniciado el contrato antes de lanzar la convocatoria. Y en 629 contratos realizaron procedimientos excepcionales para adjudicar la obra directamente sin licitar.

Todo esto dificulta al ciudadano saber a ciencia cierta cómo se está gastando el gobierno el dinero público pagado con sus impuestos. Y lamentablemente vemos que en Sonora se comienza a seguir esos pasos.

En el estado ahorita seis de cada 10 obras son adjudicadas directamente, es decir, que una persona detrás de un escritorio decide a qué empresa le entrega un contrato millonario. Y las licitaciones públicas se ganan no por presentar la mejor propuesta económica, sino, porque descalifican a los demás participantes.

Obviamente no en todos los casos, pero sí en muchos, sobre todo en contratos pequeños. Así se han gastado ya más de tres mil 350 millones de pesos en mil 125 obras en Sonora.

Esperemos que se mejoren los procesos de licitación y contratación de obras, para tener la certeza de que cada peso del presupuesto público ejercido realmente se invierte en la construcción y que está sea de beneficio para los ciudadanos, creo que lo merecemos.

Así lo veo yo, cómo lo ven ustedes.